¿Pongo el coche a mi nombre?
Mi pareja con la que llevo un par de meses me ha propuesto poner su coche a mi nombre ya que a el por x razones si lo tiene al suyo se lo podrían quitar. Os escribía para saber los riesgos que tiene ya que yo no tengo mucha idea sobre lo que podría llegar a pasar o los riesgos que conlleva, no quiero que me tomen por tonta. Y también saber que si no tuviese que pasar nada si en cualquier momento quiero ponerlo a nombre de otra persona, si seria posible y no habría ningún tipo de complicación.
7 respuestas
Aunque ya tiene respuestas muy bien acertadas, a su pregunta yo le aconsejo un No con mayúsculas por muchas razones, Si el conduce y comete una infracción usted tendrá problemas, tendría que pagar seguro, impuesto de circulación, multas en fin creo ademas que su pareja es una persona aprovechada y francamente nada aconsejable, así de claro .
Si se refiere a que van a cambiar la titularidad del vehículo sin que usted se lo compre, se trataría de una donación. Por tanto, deberá usted tributar por ello.
Debemos diferenciar 3 figuras, por un lado, se encuentra el tomador, que es la persona que contrata el seguro, que paga la prima y, por tanto, sobre la que recaen la mayoría de obligaciones. Por otro, está el propietario del vehículo, que es el que aparece en el Permiso de Circulación, quién tiene la obligación de asegurar el coche, quien cobra las indemnizaciones que tengan que ver con la pérdida total o parcial del mismo. Por último, se encuentra la figura del conductor, que es quien va a conducir el vehículo y puede coincidir con el tomador del seguro, el propietario o ser otra persona distinta.
El propietario del vehículo es el dueño, y por tanto el que tiene muchas obligaciones, mantenerlo, pasarle la itv, hacer el seguro... porque es responsable de lo que ese automóvil ocasione.
Te dejo un video dónde explico quién es quién en un contrato de seguro:
Propietario, conductor del vehículo y tomador del seguro pueden llegar a ser responsables solidarios de los daños en caso de siniestro.
Es decir, en caso de siniestro, la persona propietaria, aunque no tenga nada que ver ni haya conducido, puede quedar "tontamente hipotecada", y no poco. Es decir, si ocurre algún siniestro con daños, puedes llegar a ser responsable y después ser tu también la persona que no pueda tener nada a su nombre (por riesgo de embargo sobre los activos presentes y futuros).
Un coche no es un juguete. No todas las personas tienen suficiente responsabilidad ni habilidad para poder conducir, y la excesiva tolerància nos ha llevado a unos atascos absurdos, dificultad para circular con normalidad y, lo peor de todo, siniestros con graves lesiones, incapacidades y muertes. Muertes de padres, hijos, madres, hermanos y hermanas...
En el caso de que te adjudiques igualmente el vehículo a tu nombre, intenta tener el mejor seguro y asesoramiento posible, y si observas una mínima posibilidad de uso inadecudo o responsable, tendrías que inmovilizarlo o incluso denunciar su robo si no pudieras inmovilizarlo.
Sé que mi respuesta te parecerá exagerada y dramática, o lejos de lo aplicable en tu caso, pero por desgracia esa es la realidad, y no pocas veces.
No me gusta para nada ese negocio y lo digo por la experiencia de mi hermana que le llegaron multas de tránsito por coche que estaba a su nombre pero lo conducía un cuñado y te imaginas el zafarrancho que se armó para demostrar que ella no lo conducía en esos momentos.