Mi padre grita mucho, y yo reacciono violentamente

Tu reacción violenta es tuya, así como lo que le pasa a su padre es de él.

Pareciera que no logra comprender el tema de salud de su padre cuando usted se desborda y queda atrapada en la pura reacción.

Le sugiero que busque ayuda con un psicólogo/a para trabajar con el profesional la causa de lo que le sucede a usted y formas de controlarse.

Slds

Si puedes deberías profundizar en tratar de que tu padre, reciba más asistencia, por que si te pones violenta, no solucionas el problema, por que el por lo que dices, esta enfemo, y no entiende, y si el llega a ser peligroso para el mismo o para ustedes, tendrías que internarlo, es lamentable pero es la única solución razonable. Sds.

Puedes mejorar intentando controlar la conducta externamente, así como controlándola en el interior, lo cual no es otra cosa que depurar o rectificar la intención, lo cual siempre es posible y deseable.

En cuanto al aspecto exterior, te recomiendo reflexionar, antes de que llegue el momento de mayor tensión, en la conducta externa que quieres adoptar, viendo las complicaciones de perder el control, etc., para ya tenerlo claro para cuando llegue el momento. Descartar todo lo que sea malo en sí mismo, lo cual siempre complica la situación.

En cuanto al interior, hablas de rabia, y para esto hay que fomentar el antídoto, que no es otro sino el amor de verdad. Para lo cual te recomiendo estar en gracia de Dios- Piensa que las cosas no mejoran desde la superficie, sino que desde el interior fundamentalmente. No vivas para ti misma, sino que piensa en hacer el bien, y ayuda a tu padre y a tu madre a lo mismo. Tú piensa que si tú haces tu parte lo mejor posible, estás causando unos efectos, no queriendo esto decir que la situación se solucione, ya que esta depende de más factores.

Entonces lo primero que te recomiendo es acudir a la Confesión Sacramental, frecuentar los Sacramentos y hacer oración, por supuesto que cumpliendo todos los Mandamientos de Dios.

Si ves que en algún momento pierdes el control, no lo des todo por perdido, sino que en el momento que te das cuenta, te frenas, y asumes por supuesto que las consecuencias de lo que has hecho (mejor por supuesto que no llegue este momento, ya que los errores hay que pagarlos). No juzgues a nadie, ya que esa no es misión de uno, sino que procura mejorar lo que ves. Piensa que estos acontecimientos también ponen a prueba a uno, y puede uno trabajar en depurar su intención. No siempre es la vida cómoda lo mejor, mirado todo con perspectiva de hacer el bien de verdad.

Ya tienes el 90% del problema solucionado porque definiste claramente tu problema y sabes que no cambiará en nada la conducta de él. El 10% restante está en que interiorices este axioma: El cambio es una puerta que solo puede abrirse desde adentro. Te aseguro que con eso ayudarás enormemente a sobrellevar más sanamente las relaciones en la familia porque rompes el círculo vicioso de tu gritas... yo grito... tu sigues gritando... yo lo hago más alto... etc... etc... etc...