¡Bueno Irene!. He dado una larga charla en el otro mensaje, pero ahora, con lo que cuentas, vamos a analizarlo de modo diferente: Yo creo que lo que tienes es un enorme cansancio mental y físico dada tu situación, día tras día y tu marido igual.
El que la metas en una residencia, NO quiere decir abandono. Eso es cuando la dejas allí y solo apareces "de vez en cuando"
Te voy a comentar, como ya he dicho en el otro mensaje lo que hicieron estos familiares:
1.-Buscar una residencia lo mas cerca posible y una vez encontrada, requerir un exahustivo informe de los servicios que prestaban: Médico, enfermera y asistentes las 24 h. así como clase de atención médica, medicación y procedimientos que seguirían en caso de ingreso.
Ellos le proporcionaban toda la medicación acorde con su historial clínico, traspasado desde el Centro de Salud y hacían control mediante analisis lo necesario para su mantenimiento.
2.-Una vez conformes y finalizado el papeleo que te explico en el otro mensaje, ingresado el paciente, (era hombre) comunicación diaria con el Centro para ver su situación, aunque ellos ante cualquier variación llaman y si hay que llavarla a un hospital, también.
3.-Visitas frecuentes y si se puede, diarias y observar su estado y si está bien atendido, lo cual se nota, igualmente estar el tiempo que se pueda en su compañía, evitar se sienta "abandonado"
Como verás, ello supone un desahogo para los cuidadores, vosotros y el poder tener algo de vida y preocuparos de vuestra salud.
Piensa un hecho: De seguir así y por tiempo indefinido, llegará un momento que no podáis mas, inclusivo uno de vosotros caiga enfermo y el otro, se las va a "ver y desear" para salir adelante.
Repito: internarla en una residencia NO es abandonarla, e incluso, puede que hasta con mejor calidad de vida y atención médica que en casa. Pero eso sí... no hay que "perderla de vista"
Ésta es mi opinión,
Saludos.
P.D. ¿Un largo debate religioso?. Jaja. Es un tema que me gusta, pero bueno... "A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".