Mi cuñada es odiosa y una meticona

Tengo una cuñada sin hijos que sólo se dedica a intentar acaparar al nuestro, desde siempre, comprándolo con chucherías que yo no le permito comer, juguetes caros que no quiero que tenga, videoconsola que no me gusta y un sinfín de cosas que sólo le ofrece para fastidiarme y "llevarlo a su terreno" (le he explicado 1000 veces las cosas que no me gusta que el niño coma o haga). Hace poco le pille un comentario en un whattssap con mi marido diciendo que nuestro hijo "sólo se divierte con ellos (mis cuñados y mi marido), haga yo lo que haga". Me he cabreado de tal forma con ella que ya no la hablo. No sé cómo abordar esta situación pq mi marido dice que no es para tanto y que soy una exagerada. ¿Lo creéis asi?

2 respuestas

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Por supuesto que no, en primer lugar, no se tendría que meter para nada, si insiste y lo hace, es por que te tiene seguramente bronca, envidia, quien sabe por que, pero el problema es de ella, y también de su marido, sea lo que sea, es Su problema, no el tuyo, y tu marido tendría que apoyarte a vos, sos su esposa y madre del chico, tendrías que ponerte firme, seguramente podría haber conflicto con tu marido, pero si es débil de carácter y se deja manipular por su hermana, vos y el chico no tienen la culpa, el chico necesita de su madre, de lo que le puedas dar vos, no importa si es un juguete casero, el chico con el tiempo lo valorara más, que si esta ahora sugestionado con las cosas que le compra la tía, sos la dueña de casa, sos la mama, ponela en su lugar, aunque se enoje, y se moleste algo tu marido, es una sugerencia, pero vos sos la que tienes que decidir.

Ya lo hago, ya la he puesto en su lugar muchas veces y he tenido broncas con ella. Al final siempre termina diciendo que hay que hacer lo que yo diga, que soy un sargento, una dictadora,... peloteras y ofensas. Y no cambia, tiempo después vuelve otra vez con lo mismo (las chuches, comprarle todo lo que se le antoje,...) y yo vuelvo a ser «la mala de la película» porque cuando les pillo me enfado y le quito de comer las porquerías, etc... y mi marido le da la razón a ella porque dice que soy intransigente.

Realmente la tiene con vos, y tu marido esta de parte de ella, mala situación, además, el chico va a estar confundido por las cosas que pasan alrededor, y los primeros años de vida son fundamentales, no se como lo podrías encarar, pero es evidente que es necesario para vos y para el chico, que esta persona non grata no pise más tu casa, como lo harás, quizás tengas un lio con tu marido, pero si el se deja dominar por sus parientes, es su problema, tendrás que tomar una decisión, por que parece que esta obsesionada con vos, y saca el hecho de que sos sargento y todo eso, como excusa para fastidiarte, lamentablemente, el que paga los platos es el chico. Hacelo por el, sds.

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Mi respuesta va en perspectiva: Cuando mis hijos eran pequeños su abuelo les daba "chucherías antes de comer" y por más que se le insistía en que no lo hiciera seguía haciéndolo (aún a escondidas) y como es apenas lógico los hijos dejaban las comidas empezadas mas el drama de mi esposa porque no se estaban alimentando bien. La estrategia fue educar a los hijos para que cada vez que el abuelo les diera chucherías "las guardaran como postre-sito para después de comer" y así lo hicieron por el resto del tiempo. El abuelo los veía comer toda su porción y siempre les preguntaba: "ustedes si se comieron lo que les traje". Ellos respondían "ahora cuando terminemos". Los las chucherías cada vez fueron más abundantes a tal punto que teníamos para desayuno, almuerzo y comida "postre-sitos" e incluso para dos o tres días volviéndose insostenible esa situación porque los niños al ver semejante cantidad de dulces y chucherías rogaban para que se les diera entre comidas. Un día llegaron todos los primos con sus familias y después del almuerzo le dije a mis hijos "traigan postre-sitos para todos y como comieron muy bien pueden darle de a dos si es que alcanzan". Y me preguntan "al abuelo también". Respondo: Claro, él también se comió toda su comida y tiene derecho igual que ustedes. Igual pasó con las tías que cada vez llegaban con regalos y regalos: Se les enseñó a dosificar esos regalos como el consumo de vídeo juegos que ellas les traían.

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