De manera general, es preferible tomar las frutas antes de las comidas, como entrante y no como postre. Si se toman después de una comida rica en carbohidratos complejos y rica en proteínas, deben aguardar su turno, en el proceso digestivo. Sin embargo, hay algunas excepciones como la manzana, la papaya o la piña, que contienen enzimas que ayudan a digerir mejor las proteínas y almidones.
Sin dudas El mejor momento para tomar las frutas es con el estómago vacío bien por la mañana cuando nos disponemos a desayunar, como tentempie o como entrante de una comida.