¿Deterioro prematuro en armazones de titanio?

En diciembre del año pasado adquirí unos lentes con graduación progresiva y armazones supuestamente de titanio, digo supuestamente porque en la temporada de calor, aproximadamente en mayo cuando uno suele sudar del rostro más de lo normal, las patitas del armazón comenzaron a despintarse, descarapelarse e incluso apareció una materia verdosa, la cual produce un efecto corrosivo y daña la piel.
Bueno, por falta de tiempo no reclamé al comerciante y le coloqué barniz para uñas a una de las patitas, lo cual no fue suficiente, pues al parecer con el paso del tiempo se oxidó el material y le puse un diurex para evitar la corrosión con la esperanza acudir con el proveedor en cualquier momento, pero pasó el tiempo...
Hoy por la mañana el acabóse; al estar limpiándolos, la parte media (el arco) se trozó a la mitad. Para limpiar los cristales. Sostengo los anteojos por la parte media y deslizo suavemente el paño desde adentro hacia afuera, esto lo hago desde los 19 años que uso gafas de metales convencionales (ahora tengo 49 años) y jamás me había pasado algo semejante.
1.- ¿Es realmente titanio el material con que se fabrican estos anteojos, o me dieron gato por liebre? No costaron nada baratos, $4,600.00 pesos mexicanos.
2.- ¿Cuál es comúnmente la garantía que ofrece un proveedor sobre un armazón?
3.- ¿Existe posibilidad de reparación en caso de que el proveedor no responda por este reclamo?
4.-¿Cómo habría qué proceder en este caso con el proveedor?

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Respuesta
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Los armazones de titanio pueden des-pintarse y perder el color, pero nunca oxidarse (y menos en color verdoso). Mi impresión es que le han dado gato por liebre.
La garantía en España para cualquier artículo duradero es de dos años por ley. Ignoro en México qué dicen las leyes...
Las monturas metálicas se pueden soldar sin ningún problema, siempre que no sean de titanio. Si son de titanio se pueden soldar, pero con láser y costosos equipos que pocos talleres tienen.
En España la forma de reclamar es dirigiéndose a la persona o empresa que se los ha vendido, ya que ella es la responsable de lo que vende. Ellos tienen la obligación de solucionarlo, bien a través de su proveedor o fabricante, bien cambiándolo por otro producto de similares características.
En el caso de no estar conforme con la solución, existen oficinas de reclamaciones del consumidor que se encargan de gestionar las quejas, así como hojas de reclamaciones.
Imagino que las leyes para el consumidor sean diferentes en México.

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