Pastor alemán y llegada de bebé

Supongo que no te acordarás de mi, pero, como te dije, estoy leyendo libros sobre esta raza, y me preocupa la posibilidad de, en el futuro, tener que deshacerme de mi perra cuando llegue mi bebé a casa, o peor aún, que la perra pueda atacarle y hacerle daño.
La situación actual es que mi cachorra de 2 meses llega a casa a primeros de junio, y yo estoy intentando quedarme embarazada, por lo tanto, tiempo tendré de ver cómo es la perra, y como se va criando, antes de tener el bebé aquí.
¿Tú qué opinas? ¿Qué puedo hacer para anticiparme en lo posible a los problemas? Como te dije, nunca he tenido perro, y me preocupa bastante el tema.
Gracias de nuevo, y saludos!
Pili
P.D. Esta pregunta es repetida del 1/05, creo que no la recibiste en su momento...
Respuesta
1
Pili:
Tengo que disculparme porque sí recibí la pregunta, pero he estado sin conexión un par de semanas y de viaje otra, de modo que no he tenido tiempo, lo siento mucho. Veo que es a primeros de junio, de modo que estamos a tiempo, menos mal.
Entiendo tus dudas, y la verdad es que es muy bueno anticiparse a los problemas. Lo primordial, para esto y para otras muchas cosas, es que te pongas en el lugar de la perrita y en su visión del mundo. En el mundo canino, que no dejan de ser lobos (más o menos) educados, todos somos parte de una manada que vive en un bosque e intenta perpetuarse y sobrevivir. La manada es tu familia, el bosque es tu casa y el intento de perpetuación y supervivencia es exactamente el mismo que el de sus primos los lobos. Ella no puede entender las normas de circulación, el código civil o comer con cubiertos, pero vosotros sí podéis actuar según sus normas. Precisamente por esa superioridad intelectual, cuando se tiene un perro es fundamental actuar según sus normas, no según las nuestras. Por lo tanto, aprovecha esa actuación para "modelar" al perro como quieras.
En fin, después de este rollo, vamos a lo práctico. El problema es que a la manada llega un nuevo miembro, si me permites, otro cachorro. Según lo que te he explicado, ¿qué pasa si en una manada de lobos una hembra pare? Esta hembra cuida de sus cachorros, les alimenta, les lava, les empieza a educar lo que se puede y no se puede hacer. El resto de miembros de la manada no interfiere pero tampoco pasan de ellos: al fin y al cabo, es la prolongación de su estirpe y pronto serán adultos que les ayudarán a cazar, a buscar nuevos territorios, etc. Bueno, pues eso es lo que verá la perrita. Para que se comporte así, debe ser educada en la jerarquía, que es una de las bases de la unión de la manada. Un líder manda y el resto obedece. Hay una escala estricta donde todo el mundo conoce su lugar, que en vuestro caso sería, resumido, 1º adultos, 2º bebé, 3º animales. Esa jerarquía la debe tener clara la perrita desde ya. Vosotros sois sus dueños y señores, le pedís respeto y acatamiento de las normas de la manada y a cambio le dais cobijo y sustento (es triste, pero en la naturaleza nada es gratis: todo es a cambio de otra cosa o tiene un fin muy determinado, generalmente egoísta: es excepcional el comportamiento altruista que se da en contadísimas ocasiones en contadísimas especies). Por lo tanto, le tenéis que inculcar desde jovencita la jerarquía: los humanos primero, los perros después. Los elementos que definen la jerarquía son varios, pero los fundamentales son la alimentación, el recurso, el territorio y elementos físicos (tamaño, fuerza..., básicamente: por eso el líder suele ser un macho y no una hembra, cuestión de biología y no de sexismo). Debéis jugar con esos elementos para dejar muy clara la jerarquía y tener elementos por donde reconducir el comportamiento del animal. ¿Cómo?
Bien, la alimentación: comed siempre antes que ella, y no lo escondáis, aseguraos que os vea. Ignorad sus demandas de comida y de atención. Vosotros le hacéis caso cuando queráis vosotros (líderes), no cuando ella os lo pida (subordinada). ¿Tú te plantas en el despacho de tu jefe cuando te da la gana o sólo si él te llama? Pues esto es igual. Cuando digo "ignorad" me refiero a que ni la miréis: si la miráis, entenderá que ha conseguido captar vuestra atención, que es justo lo que quería. Si le dais golosinas, hacedlo tras haberla ordenado algo (sentarse, saltar, lo que sea) y si ella lo ha hecho bien. Jamás le deis comida cuando os lo pida en la mesa, e insisto en que no os escondáis para comer. Haced como que coméis de su cuenco mientras la miráis, es un mensaje de que vosotros hacéis lo que queráis con SU comida. Nunca le deis de comer sin cumplir esto: en cuanto os lo saltéis una sola vez, ella verá una puerta abierta que intentará aprovechar siempre. Y, cuando llegue el bebé, lo mismo: que coma antes y que ella lo vea, entenderá que el recién llegado está por encima y le debe el mismo respeto y sumisión que a vosotros.
En el territorio: no le dejéis subirse a los sofás o a los sitios, dejadle una zona "de retiro" para ella y otra para vosotros (puede ser un sofá, una zona concreta del jardín, etc., no hace falta que sea una habitación). Vosotros podéis entrar en la suya, ella en la vuestra no.
En general: dadle órdenes claras y precisas, utilizando siempre la misma palabra; jugad con ella mucho, pero vosotros decidís cuándo empieza el juego y cuándo acaba; no juguéis a nada que implique morder (por ejemplo, a tirar de algo); no le paséis ni una -pero ni una- ni os acobardéis cuando se enfade u os gruña; sed estrictos pero justos (bien: premio; mal: castigo); si se emperra con algo, no se lo escondáis, se lo dejáis delante y mediante ¡NO! Le impedís cogerlo (no os interpongáis entre el objeto y ella, todo debe ser con gestos y con voz); no le dejéis ponerse de patas ante un humano a no ser a la orden; etc. Procurad que la perrita interactue con el bebé, pero JAMÁS les dejéis a los dos solos (ningún perro del mundo debe quedarse a solas con ningún bebé del mundo, es precaución básica), piensa que ella va a ver al bebé como un extraterrestre: es una criatura que habla rarísimo, hace movimientos extraños y cuando empiece a andar lo hará de una forma completamente desconocida para ella. Otra cosa fundamental: entre los tres y siete meses procura que pase el mayor tiempo posible con otros perros y con niños, una socialización correcta es clave y debe ser en esa edad. Cuando juegue con otros perros no intervengas; ellos tienen sus reglas y es parte de su educación. Ya se encargará el compañero de juegos de decirle hasta dónde puede llegar.
Bueno, Pili, tú tranquila que todo esto es mucho más sencillo de lo que parece. Además, el pastor alemán es muy inteligente y enseguida se situará. Y manteniendo un orden de las cosas sencillo es una experiencia maravillosa y muy gratificante, y lo será para tu hijo también, ya lo verás. Ya verás como luego ni te plantearás dejar de tener perro...
¿Si quieres algo más, escríbeme, ok?
Suerte y saludos
Hola de nuevo,
1.000 gracias por la respuesta! Como siempre, superbien explicado, y muy útil.
Resulta que se ha adelantado el tema y tengo a mi perrita en este preciso instante durmiendo en la cuna que compré ayer para ella. Ha llegado hoy a casa, y veo que, a pesar de tener sólo 6 semanas, tiene mucho carácter!
Le gusta mucho estar conmigo, pero, a pesar de que tiene su juguete y juega con él, prefiere mis manos! ¿Esto es habitual o indica algo de su posible carácter dominante?
Es por si tengo que meterla en vereda desde ya, o si es normal que los cachorros, y más tan pequeños, sólo muerdan y muerdan.
Temo más por mi marido, que es más blandito, yo me considero bastante estricta...
Sólo una cosa más. En tu respuesta sobre acostumbrar al pipí, dijiste que la riñéramos si lo hacía fuera, y la premiáramos si lo hacía en los periódicos, y que al principio la colocásemos nosotros. Resulta que hoy el criador me ha insisitido al recogerla mucho en cómo debo sujetarla y cogerla en brazo, para evitar hernias.
¿De verdad se hernian con facilidad estos animales? ¿O debe ser algo más bien brusco?
Muchas gracias de nuevo por todo, a ver qué tal esta primera noche (menos mal que es sábado), y como te dije, a veces los sueños se hacen realidad!
Pili
Pues enhorabuena! Ya estarás disfrutando de la pequeñaja, ya verás que es una experiencia maravillosa...
Lo que dices de las manos es completamente normal. Los cachorros interactúan con su madre y sus hermanos a través de la boca: maman de su madre y juegan a las peleas con sus hermanos. Morder está en su instinto, es la forma de cazar presas y de comer. El juego sirve para modelar ese instinto y definir la barrera de hasta dónde se puede morder. Si te fijas en cachorros jugando, ellos se muerden entre sí hasta que el "perdedor" chilla (lo que significa "no me muerdas tan fuerte, que haces daño") y se queda con la tripa hacia arriba (una postura típica de sumisión). Ese es el límite que el perro aprende, y como ya no está con sus hermanos, se lo debes enseñar tú. El caso es que, en el caso de los humanos, el límite es cero: no debe morder ni siquiera jugando. Por ello, no le dejes que te muerda, ríñela cuando lo haga y, a cambio, dale un juguete que sí pueda morder, a la vez que le felicitas por morder ese juguete (recuerda: no tires del juguete). En un par de meses se añade que cambia la dentición y les duele la boca, por lo que tienden a morder más de lo habitual, especialmente cosas duras. Lo mismo: NO! -En el momento exacto en que estén mordiendo, un segundo después ya no sirve de nada y encima desconcierta el perro, porque cree que te refieres a lo que está haciendo en el instante del NO!- Y juguete.
Lo de las hernias: las razas grandes como el pastor alemán tardan mucho en completar su desarrollo (unos 14 meses, aprox.). Mientras crecen, y lo hacen muy deprisa, la estructura ósea es más flexible pero por ello menos resistente, y sí es posible que se hernien, ya que si los coges de los "sobacos", todos los órganos internos caen hacia abajo sin que a veces los huesos puedan aguantar el peso (especialmente en los cachorros gorditos), por lo que es conveniente no forzarle y cogerle o bien de la tripa o bien, mejor aún, rodeando las cuatro patas con un brazo. Esta última forma es preferible porque, entre otras cosas, es la forma más cómoda y segura de coger a un perro cuando es adulto, de modo que así le acostumbras.
Por último, dile a tu marido que a todos nos cuesta reñir a esos peluches hiperactivos y adorables, pero que es parte de su educación y que la diferencia entre ir con un perro educado y otro que no lo es es abismal. Si está educada, podréis entrar en determinados locales, pasear por todas partes sin miedo, tenerle suelta y controlada, evitar preocupaciones y disgustos, etc. Si no lo está, estaréis constantemente preocupados por lo que pueda hacer, esa preocupación se la trasladaréis a la perra y será un infierno (lo normal es el punto medio, la verdad). Y otra cosa: los patrones de la educación son únicos, no puede haber uno por cada miembro de la familia porque si no el perro se estresa (ante una misma circunstancia uno le dice que sí y otro que no ¿qué hace?) Y puede ser muy perjudicial, o se convierte en un ventajista que intentará sacar provecho de cada situación. Sentaos los dos y haced una lista de lo que puede y no puede hacer la perrita, pero mantenedlo los dos todo el rato, sin variar de opinión y sin ceder. De verdad, los perros adoran las directrices claras y las instrucciones concretas; odian tomar decisiones y les gusta sentirse protegidos por su líder, que es quien le da esas pautas.
Y teniendo esto claro, no os queda más que disfrutar de la perrita. ¿Y escríbeme si tienes más dudas o problemas ok?
Hola de nuevo,
de tu, como siempre, pedagógica respuesta sólo me ha quedado la duda de "rodeando
las 4 patas con un brazo", sobretodo si dices que así se coge también a un perro adulto.
¿Te refieres a coger las 4 patas 2 a 2 en cada brazo? O como si fuese un gato, entre mi
cuerpo y un brazo.
Lo siento, me explico fatal, pero es que cada vez que la cojo me da una cosa...
Ahora estamos muy entretenidos con el pipí y las cacas, porque como no podemos
sacarla hasta que tenga las vacunas, se lo hace todo en casa. Hemos probado con
periódicos, una caja de arena de gato, y de momento no prosperamos...
Muchísimas gracias por tu respuesta, veo que ya lo estábamos haciendo bien, le reñimos
si nos muerde, y le ofrecemos sus juguetes, pero al ser tan pequeñita, no sabíamos si
era normal. Pero es tozuda, debemos ser constantes, no ceja en su empeño!
Un saludo,
Pili
La forma de sostener a la perra que te digo es como abrazarla por las cuatro patas, de tal modo que las cuatro patas estén juntas y tus brazos hagan de lazo (como un manojo de espárragos), de modo que está inmovilizada con su cuerpo a la altura de tu barbilla -con lo que evitas que en un movimiento brusco se te caiga- y, por otro lado, si tiene algo interno sufre lo menos posible.
La cabezonería es normal a esas edades, como te dije ayer, te está midiendo hasta ver dónde puede llegar, y por otro lado, es como cuando los niños se emperran con una cosa y te dan el coñazo hasta que la consiguen. Cuanto antes tenga claro que hay cosas que sí y otras que no, y que las que sí hay que ganárselas, antes dejará de insistir. Este es el motivo principal por lo que te explicaba ayer que es fundamental un único criterio de educación, para evitar que "las cosas que no" se conviertan en "cosas que no pero a lo mejor sí", con lo que insistiría constantemente para forzar la situación para lograr el sí.
En cualquier caso, ten mucha paciencia, es básico a la hora de enseñar a un perro. Ánimo y suerte, Pili.
Gracias por tu paciencia y dedicación en las respuestas, nos estás ayudando muchísimo.
No sabemos cómo agradecértelo, de veras. Gracias!

Añade tu respuesta

Haz clic para o

Más respuestas relacionadas