Buenos puños

Lo más importante va a ser siempre que tu puño este perfectamente colocado a la hora de golpear. Y aquí intervienen diversos factores, como por ejemplo la alineación de tu puño con tu antebrazo para que la muñeca este exactamente alineada y que no haya riesgo de doblarla. Por tanto practica puñetazos rectos, ganchos... para fijarte en como colocas la muñeca, tiene que estar recta, sin una ligera desviación, ya que en un golpe fuerte se puede doblar fácilmente. También tienes que tener en cuenta la colocación de los dedos, ya que si están mal colocados puedes fracturarlos con facilidad. El pulgar suele colocarse siempre mal, intenta siempre que el pulgar quede fuera de la trayectoria del puñetazo, y no metido dentro de los demás dedos, ya que popularmente se cree que así se protege, pero realmente lo que conseguirás es partirtelo antes. De todas formas pregúntale a tu maestro la colocación exacta de los dedos.
En cuanto a endurecer los nudillos, comienza golpeando al saco (si tienes saco en el gimnasio) . Golpea con poca potencia al principio y a medida que vayas avanzando incrementa la velocidad de tus golpes y por consecuencia la potencia. Te darás cuenta de que has avanzado y has cogido fuerza cuando acabes el entrenamiento y tengas los nudillos bien rojos. Lo normal es pelarse los nudillos, pero no es necesario, cuando veas que te duele, para y otro día seguirás.
En cuanto a la fuerza de los puñetazos, es importante que el puño soporte el impacto, pero no es el puño el que te da la fuerza, por lo tanto practica si quieres los puñetazos de boxeo Jab y Cross (puño adelantado y atrasado) girando bien la cadera, eso te dará la potencia que buscas. A medida que vayas entrenando el giro de cadera, la potencia de tus puños se traducirá en la potencia de tu cuerpo. Igual que las patadas, es el mismo principio.
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