La pregunta suena a burla, pero ha habido una sucesión ininterrumpida de cigotos (células huevo; la yema es una célula gigante) alternando con adultos fértiles entre los antepasados de las gallinas (o los nuestros) desde hace 700 millones de años. Eso es si nos quedamos sólo con los animales, porque si consideramos los eucariontes se duplica el tiempo. Si retrocedemos 400 millones de años, al Devónico, esa alternancia ininterrumpida ya no te muestra una gallina y un huevo «tortillable», sino una especie de salamandra y una célula gorda (una yema minúscula) envuelta en gelatina; lo mismo que si retrocedes 100 millones de años más lo que hay es un pez y un huevo semejante al de un anfibio. Un huevo es una gallina en una fase diferente de desarrollo.