¿Cómo superar la ansiedad social?

Me siento discriminado por mis rasgos físicos, estudio en una ciudad muy racista y no encajo con mis compañeros de universidad. Hay personas que me han calificado como retrasado mental y se burlan de mi aprovechando mis inseguridades. Tengo complejo de inferioridad, a veces desearía ser tan extrovertido como mis compañeros.

Siento que soy feo y a veces ni siquiera puedo mirarme en el espejo de la pena. Me gustaría tener una novia bonita y extrovertida, por eso en ocasiones dependo mucho de la aprobación de las mujeres. He salido con chicas, sin embargo, después de varias salidas me rechazan y no quieren saber nada, esto me acompleja mucho. No sé si se deba a mi personalidad o a mi físico, pero esto me provoca mucha inseguridad. Quiero superar mis complejos y superar la ansiedad, quiero ser extrovertido y ampliar mi círculo social. También quiero tener el respeto de mis compañeros y mis amigos, quiero que dejen de pensar que soy tonto.

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Lo primero es comenzar el proceso de autoconocimiento para conocer como se fraguó tu personalidad, empezando desde tu pasado y las relaciones con personas importantes de tu vida desde la infancia. Debe haber mucho material semi-consciente e inconsciente esperando para ser liberado. Cuando conozcas más factores que influyeron en la construcción de tu actual personalidad, muchos de ellos externos e incontrolables, la culpa y el odio hacia ti mismo irán reduciéndose. Entonces será el momento de iniciar el aprendizaje de ejercicios prácticos para mejorar las habilidades sociales en las situaciones presentes. Ánimo.

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El sentimiento de dignidad personal y autoestima es muy esencial para la felicidad. Debido a la imperfección humana y a las flaquezas que esta provoca, hay quienes tienen una opinión negativa de sí mismos, en muchos casos desde la niñez. Tal vez resulte difícil superar sentimientos muy arraigados, pero se puede conseguir; tú tienes la capacidad intelectual para lograrlo, solo te falta la emocional, no puedes dejarte llevar por esas cosas que crees que otros están pensando. Esos sentimientos de inseguridad son tan solo parte del desarrollo y puede que nunca desaparezcan por completo. Es posible que hasta personas adultas y equilibradas, a causa de una preocupación desmedida por su apariencia, reputación o aptitudes, vean también debilitada la confianza que tienen en sí mismas.

Muchos jóvenes tratan de disimular su falta de confianza en sí mismos mediante muestras de falsa fanfarronería, atuendo extravagante o comportamiento rebelde, pero hay maneras mucho mejores de hacer frente a la situación cuando te sientes inseguro. Medita en las siguientes sugerencias
Reconoce tus cualidades positivas: Puede que tu figura o tu físico no sean perfectos, pero posiblemente tienes cualidades como la gran paciencia, bondad, apacibilidad, autodominio”. Estas cualidades son muchísimo más valiosas que cualquier atributo físico, y pueden ayudarte a ganar la aprobación de los que te rodean y sentirte satisfecho contigo mismo.

Evita comparaciones que no sean equitativas: Como dijo en cierta ocasión Eleanor Roosevelt, esposa del trigésimo segundo presidente de Estados Unidos: “Nadie puede hacerte sentir inferior si tú no lo consientes”. La Biblia contiene las siguientes palabras, que he hecho mis favoritas, en Gálatas 6:4 nos da un buen consejo al respecto: “Que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona”. Nadie tiene tu huella digital ni tu ADN, eres único y debes sentirte orgulloso de cómo eres.
¿Acaso el hecho de que alguien sea más guapo, tenga mejor ropa o sea más inteligente le hace mejor persona que tú? Lo cierto es que las apariencias externas son pasajeras y no cuentan mucho para Dios. La Biblia dice: “Porque no de la manera como el hombre ve es como Dios ve, porque el simple hombre ve lo que aparece a los ojos; pero en cuanto a Jehová, él ve lo que es el corazón”. (1 Samuel 16:7.)

Evita el lazo de los celos: “Los celos son podredumbre a los huesos” y engendran inseguridad. (Proverbios 14:30.) Por el contrario, aprende a ‘regocijarte con los que se regocijan’ y a alegrarte sinceramente por los logros de otros. Si lo haces, los demás se sentirán mucho menos inclinados a hacer comentarios negativos sobre tus éxitos. Serás atractivo a los demás.

Interésate por otros: El doctor Allan Fromme comentó que “los que tienen un buen concepto de sí mismos disfrutan de cierta paz, porque se centran en otros [...]. Los que se tienen en poco son prisioneros del propio yo. Están encerrados en sí mismos, pendientes siempre de su persona”. Huye de esa situación por medio de no estar “vigilando con interés personal solo [tus] propios asuntos, sino también con interés personal los de los demás”. (Filipenses 2:4.) Cuanto más te intereses por otros, menos te preocuparás por tus propios sentimientos de inseguridad. Fíjate a tu alrededor quienes son los que tienen menos que tú y comparte.

Tómate las críticas con calma: “No des tu corazón a todas las palabras que hable la gente”, sobre todo cuando lo único que hacen es rebajarte. (Eclesiastés 7:21.) Por otro lado, si la crítica es merecida, busca maneras de aplicarla. “El sabio escucha y absorbe más instrucción [...]. La sabiduría y la disciplina son lo que han despreciado los que simplemente son tontos.” (Proverbios 1:5, 7.) Quizás te quedes corto en algún campo, pero eso no significa en absoluto que seas un fracaso como persona.
Fíjate metas realistas: No necesitas ser el alumno más destacado de la clase para ser un buen estudiante, ni tampoco convertirte en un atleta olímpico para disfrutar de los deportes. “La sabiduría está con los modestos”, y la modestia implica conocer nuestras limitaciones. (Proverbios 11:2.) No obstante, eso no significa que tengas que fijarte metas demasiado bajas por temor al fracaso, pues este puede servir de aprendizaje. Al fin y al cabo, se aprende a caminar por medio de superar la tendencia a caer.

No temas ser diferente: Los jóvenes que permiten que sus compañeros controlen su modo de hablar, vestir y arreglarse no son más que esclavos. Tú, por el contrario, procura alimentar tu salud emocional, mental y espiritual. Si se burlan de ti por hacer lo que está bien, te servirá de consuelo saber que tu valentía regocija el corazón de Dios. (Proverbios 27:11.)
Aunque seguro que estas sugerencias te ayudarán, no esperes desarrollar seguridad en ti mismo de la noche a la mañana. Ten paciencia, espera reveses y trata de no ceder a la autocompasión. Al debido tiempo te sentirás más seguro que nunca. Por favor, déjame saber tu valoración y opinión al respecto. Levanta tu autoestima, recuerda que nadie tiene más que tú ni eres inferior.

¿Te gustaría conocer más sobre el asunto? Dedica unos minutos adicionales a ver estos vídeos:

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Por lo pronto tienes que tomar la decisión de ser el mejor, de lo mejor de lo mejor en tus estudios, eso sí que está en tus manos porque dedicarás toda tu energía física, espiritual e intelectual a este propósito. Mientras obtienes este logro reducirás dramáticamente el consumo de redes sociales, televisión y salidas los fines de semana para invertirlos en la lectura. En la medida que te acercas al primer logro las cosas mejorarán notoriamente porque ampliarás tu visión del mundo y tu léxico con la lectura amén que tendrás temas de conversación interesantes no simples baratijas y conversaciones superfluas e insustanciales de la gente mediocre.

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