Que hacer y que pensar respecto a una amiga de mi esposo

Creo que esa es una situación que tu, después de veinte años de casados, eres la única capaz de evaluar las ventajas, desventajas y consecuencia de tus acciones. Los demás solo podemos imaginar e intentar responder de acuerdo a nuestra imaginación.

Entra en él.

¿Qué es lo que desea?

¿Qué quiere en este momento?

¿Qué siente?

¿Algo le falta?

¿Es feliz? Contigo, con su familia.

¿Algo le molesta?

¿Qué busca?

Ayudala a evaluar la situación y sus vidas.

Una cesión en parea podría ayudarlos.

Está claro que parece una conducta al menos de riesgo, tanto por él como por ella. Le has dicho que lo deje y no lo hace. Yo te recomendaría ayudarle a mejorar la intención en todo lo que hace, tanto en esos estudios, como en el trabajo con esta chica, etc., para lo cual le tienes que dar tú ejemplo. Y quizá sea lo más prudente, a no ser que veas otras cosa, sin mencionarle este tema directamente, por el riesgo de que esto le sirva a él para tomar una malísima decisión, o bien que alguien pierda los nervios, y lo mismo.

Hablas de la edad de la madurez, etc. Yo te recomendaría tomarte esto como una gran prueba, y empezar a mejorar todo lo referente a tu vida. Tus motivaciones, tus objetivos, etc., procurando depurarlo todo. Esta vida no es para descansar (aunque por supuesto que haya ratos para ello), sino para aprovechar.

Si me permites que te diga, cuida tu relación con Dios. Hoy en día la gente piensa que puede vivir sin Él, y así pasa lo que pasa. Si estás bautizada como me imagino, acude a la Confesión Sacramental, frecuenta los Sacramentos y haz oración. Aprovecha esta Cuaresma que ha comenzado. A lo mejor hay algunas charlas cuaresmales cerca de donde vives, y puedes invitar a tu marido. El Domingo ve con tu marido a Misa. Y ayúdalo también a estar en gracia de Dios y a crecer en gracia, con lo cual se puede vivir la virtud de la caridad, que es el amor de verdad, con lo cual uno ya no piensa en sus intereses, en su mero distraimiento o divertimento, sino que en hacer el bien de verdad.

Que te vea mejorada; no meramente haciéndole demandas para ti, sino que ayudándolo a él a su bien de verdad.