El herpes se transmiten a través del contacto directo con la lesión de una persona contagiada; o sea, se requiere un contacto sexual oral, vaginal o anal con penetración o sin ella, para que el germen pase de una persona infectada a una persona sana.
El virus puede transmitirse incluso en ausencia de síntomas. Una pareja sexual sin lesiones aparentes puede transmitir la enfermedad, aunque en estas condiciones la transmisión es menos probable.
Por lo tanto, el riesgo no sería nulo pero tampoco parece tan probable. En cualquier caso, para diagnosticar el herpes genital se deben hacer pruebas específicas.