Obsesión
He leído las preguntas y respuestas relativas a personas que están obsesionadas con su ex-pareja. Me he sentido muy identificado pues hace seis años que yo lo estoy. Entre las respuestas he visto que el deseo de venganza, el odio, sentirse mal cuando ves a tu ex o saber que su vida va bien y es muy feliz provocan un aumento considerable de la obsesión y, por tanto, del dolor. Ayer volvía de Madrid, con unos amigos, de regreso del aeropuerto, de un viaje que había hecho y que no me lo he pasado mal; me la crucé con el coche, ni siquiera la vi porque fue muy rápido y tampoco me sentí muy mal después, pero hoy, sin embargo, ya estoy pensando en ella, con más intensidad que lo normal (porque todos los días pienso en ella). Siempre llego a la comclusión: que no puedo ser feliz en la vida sin ella, por muchas cosas que haga y muy satisfactoria que sea mi vida. Comprendo que su vida será como la de cualquier otra persona, pero como no tiene que levantarse y acostarse pensando en mí, pues es una vida satisfactoria, no como la mía. Es una especie de doble vínculo. ¿Qué puedo hacer? Todo lo que hago me recuerda a ella y no recuerdo cómo era yo antes de conocerla, sin tenerla en mi pensamiento constantemente. He ido a infinidad de psiquiatras y psicólogos y al final todos me han contestado que conviva con estos pensamientos toda mi vida, que ya no necesito pastillas ni terapia ni nada de nada, simplemente, que soporte estos pensamientos y que siga con mi vida, puesto que mi forma de actuar en ella es muy correcta. ¿Realmente moriré y nunca seré capaz de no pensar en ella?
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Respuesta de Manuel Miguel Hernández Pujadas
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