Miedo escénico a dar clases

De nuevo Martinelli,
Vuelvo a recurrir a ti a ver si pudieras ayudarme u orientarme un poco. Te escribo esto porque dentro de poco, en los próximos meses, empezaré por primera vez a dar clases en un instituto público y estoy aterrado (bueno se supone que son prácticas del máster de profesorado pero aún así no sé en qué consistirán y me da miedo). Me invade totalmente la inseguridad y el temor cuando me pongo a pensar en ello, ya sabes (miedo a que me toque una clase problemática, a que no me hagan caso, a no saber desenvolverme y que puedan conmigo...) No sé exactamente si existe alguna forma de ir tranquilo a la clase, incluso he pensado en atiborrarme de tranquilizantes cada mañana antes de ir. Espero que puedas ayudarme porque me siento inseguro y nervioso.

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Tengo muchos clientes que me hacen la misma consulta y todos ellos mejoran sus emociones cuando entienden y ajustan sus pensamientos a las siguientes claves que fácilmente se derivan de tus propias palabras.

"empezaré por primera vez" "son prácticas del máster de profesorado": Tú mismo dices que es la primera vez, y por tanto te animo a que reflexiones sobre lo que "una primera vez" significa; ¿Qué es lo que tenemos que tener en cuenta cuando hacemos algo por primera vez, cómo debemos afrontar todas las primeras veces que asumimos un reto?. Vas a dar clases a estudiantes para los que aprender tus lecciones también será la primera vez; ¿Qué le dirías a un estudiante que tiene que aprender algo y se siente nervioso al contestar a tus preguntas, o quizás porque es la primera vez que lo sacas a la pizarra para que exponga un trabajo ante la clase?... quizás algo así como, tranquilo... estás aquí para aprender, no pasa nada si te equivocas, tienes que fallar para aprender.

La clave es que no hemos sido entrenados y enseñados a pensar correctamente sobre lo que "equivocarse" significa. Tenemos miedo a errar, a fallar, porque en nuestra sociedad el fallo se entiende como fracaso y por tanto intentamos evitar cualquier situación que por ser nueva nos saca de nuestra zona de confort y nos pone en riesgo de fallo y por tanto fracaso.

Es por esto por lo que sentimos pánico, horror, temor, nerviosismo, ansiedad ante las situaciones nuevas. Hacer algo por primera vez significa que probablemente vamos a cometer algunos fallos y subconscientemente esto reporta un alto riesgo pues relacionamos el fallo con la posibilidad de que los demás nos rechacen o nos tachen de incompetentes y nosotros queremos justamente lo contrario, queremos que siempre nos aprueben, que nos acepten, que nos admiren.

Solución: cambiar nuestra creencia sobre el fallo entendiendo que el error es un requisito imprescindible para aprender algo. Cuando te enfrentas a tus primeras prácticas como profesor debes asimilar que las prácticas profesionales justamente tiene por objeto el darte la posibilidad de fallar, tienes que tener errores para que puedas aprender y mejorar y de esta forma algún día tal vez te conviertas en un excelente profesor. Por tanto, a partir de ahora en vez de fantasear con posibles situaciones en las que fallas y te hacen sentir horror y pánico, centrate en pensar como vas a aprender de todos los errores que afortunadamente vas a cometer. ¿Qué método vas a utilizar para tomar nota de todos esos errores y mejorarlos?

" En los próximos meses" Cuando tenemos un problema de inseguridad solemos cometer el error de anticipar el futuro. De hecho, vivimos gran parte del día viviendo en un futuro inexistente en vez de el presente que realmente existe. Tú no sabes si te va a tocar una clase complicada, no sabes si te van a hacer caso o no, ni siquiera sabes cómo vas a reaccionar ante una situación complicada pues por mucho que hayas estudiado aún careces de experiencia que es la única manera real de adquirir ciertas habilidades y destrezas anticipando tu comportamiento ante determinados patrones de conducta por parte de los alumnos.

Solución: mejoras la confianza en ti mismo, vigilas tu conversación anterior y dejas de anticipar un futuro que no existe. Preparar tus clases, ensayar, practicar... no es anticipar el futuro, ese es el trabajo profesional al que tienes que dedicarte . Cuanto mejor preparado te sientas menos miedo tendrás y seras capaz de reaccionar más positivamente ante los errores.

"no sé en qué consistirán y me da miedo" Lo desconocido siempre nos asusta. Solución : Reducimos el miedo a lo desconocido informándonos sobre cómo otras personas han reaccionado ante la misma situación. Investiga sobre las prácticas, intenta conocer a profesores que han realizado las mismas prácticas en años anteriores, habla con ellos, consulta tus dudas... te sorprenderá ver como muchos de ellos tenían también temor a ese primer día pero que en todos los casos superaron el reto sin ningún problema y por tanto tú también lo vas a hacer.

"atiborrarme de tranquilizantes" Ya sabes perfectamente que atiborrarse de tranquilizantes sirve para poco. Necesitas estar centrado y despierto para dar una clase y por tanto atiborrarte de tranquilizantes no sirve para otra cosa que para dormir una larga siesta. Realmente lo que te necesitas es relajarte y esa relajación se consigue por tres vías... a) Experiencia: a medida que des más clases entenderás que el pánico que ahora sientes no tenía una base real sino que como siempre suele pasar eran miedos y temores que provienen de tu inseguridad b) Eliges los pensamientos correctos. Todo lo que sientes... pánico, horror, temor, nerviosismo proviene de pensamientos que consciente o inconscientemente tú eliges pensar. Por tanto, cuanto mejor seas capaz de elegir eso que piensas el pánico será sustituido por sentimientos y emociones positivas c) Meditación y ejercicio físico : Técnicas de meditación y ejercicio son rutinas muy recomendables para ayudar a focalizar tus pensamientos en aspectos positivos y mejorar tu autoestima.

Espero que te sirva de ayuda mi respuesta, de ser así te animo a que cierres la consulta y la valoras consecuentemente.

Saludos

Rafael Martinelli

Skype consulta online : rafaandalucia2

Muchísimas gracias Martinelli,
me has tranquilizado mucho, sólo quería comentarte una última cosa. Es que he notado por comentarios de algunos chavales a los que les he dado clases particulares que aquellos profesores más severos y represores son a los que confiesan tenerles más respeto, es decir, me dicen que son antipáticos y que siempre se andan con mucho ojo con ellos y se mantienen callados en todo momento por las contestaciones y castigos que les dan cuando se portan mal. Eso ha hecho que me pregunte si tal vez debería desempeñar ese papel para no tener problemas, aunque te confieso que me costaría bastante porque yo suelo ser muy jovial y enrollado... No sé, ¿qué opinas de esto?
Muchas gracias de nuevo y disculpa de nuevo la molestia.
Un saludo

Lo que los chavales van a respetar es un profesor que establezca unas claras reglas de juego desde el primer día e intuyan y perciban que efectivamente en tu clase las reglas se cumplen.

Se supone que tú no quieres que estén callados por miedo a los castigos pues está demostrado que utilizar el miedo como herramienta de control puede ser más cómodo para determinados docentes sin embargo el nivel de aprendizaje resulta mínimo.

En realidad, se trata de que hablen cuando tienen que hablar y callen cuando tienen que callar, es decir, que respeten las reglas del juego que te he comentado y de las que tú eres responsable de implementar, enseñar y hacer que se cumplan sin excepciones.

No sé si te gusta el fútbol pero en este sentido pasa algo parecido en el terreno de juego, los jugadores nos damos cuenta rápidamente con qué arbitro podemos extralimitarnos y con quien no. Los mejores árbitros no son los que sacan más tarjetas sino aquellos que saben imponer respeto desde el pitido inicial. El buen arbitro aplica el reglamento justamente y sin vacilación. El buen arbitro dialoga y apercibe antes de sancionar pero los jugadores saben que si hacen caso omiso y se extralimitan van a ser sancionados sin posible marcha atrás. No es dureza entonces, son las reglas del juego que el arbitro ha dejado claro desde un principio y han sido aceptadas por todos.

Tienes que tener muy claro cómo quieres que sean las reglas del juego en tu clase y explicarlas a tus alumnos con firmeza el primer día. Deben entender que no existe otra opción más que cumplir esas reglas pues son las que todos, incluido tú, necesitáis para que las clase resulte provechosa para aquel que quiere aprender. Deben saber que el incumplimiento de tales reglas conlleva sanciones y también deben entender que el cumplimiento de las mismas conlleva lo opuesto, es decir; motivación, apoyo, incentivo, ayuda y tolerancia extraordinaria. En una clase siempre vas a tener un grupo minoritario de estudiantes que echan un pulso al nuevo profesor para imponer su mala conducta y su role rebelde ante los compañeros. Es tu responsabilidad desconectar ese planteamiento en las primeras semanas. ¿Cómo?

1. Ubicando a los alumnos adecuadamente mediante una política de distanciamiento. (Para ello debes identificar bien quien es quien) El rebelde necesita estar junto a alguien que no retroalimente esa rebeldía. El charlatán con alguien que no habla mucho o que no admite distracciones. El gracioso con el que no es de chistes, etc

2. Tutorías individualizadas enfocadas a desconectar esos brotes de rebeldía que en muchas ocasiones no son otra cosa mas que inconscientes gritos de auxilio o de evasión ante problemas más profundos. En muchos casos, el niño rebelde y fracasado en la clase lo es así porque ha aprendido tal hábito. Está cómodo en él. Ha escuchado durante muchos años anteriores a profesores, compañeros, etc tildándole como el "malo" "travieso" "inadaptado" y no encuentra razón alguna para salirse de ese rol-habito aprendido, de hecho, él encuentra gratificación y reconocimiento social en ser así y por tanto su comportamiento solo empeora.

Simplemente, no cree que pueda hacer bien otra cosa más que ser "malo". Para estos tipos de "malotes" el profesor que realmente es bueno, siempre tiene un plan especial y motivador que va a estar orientado a generar en su cabeza nuevos hábitos de pensamiento respecto a su rol en la clase. Lo cierto es que una buena parte de estos alumnos más conflictivos se pueden recuperar bien para esa clase, o incluso para todas las demás.

Espero que te haya sido de ayuda, si es así te animo a que cierres la consulta y la valores adecuadamente.

Saludos

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