Cambio tuberías del agua de la Comunidad.

En el edificio donde vivo, se decidió en la última Junta renovar las tuberías generales del agua que van desde el cuarto de los depósitos y las bombas a los diferentes pisos. Ya han comenzado la obra, pero el problema está en que el presupuesto que se acepto parece ser que no incluye el ramal que va desde la tubería general hasta la entrada del contador de cada vivienda. Se ha hablado del tema con el Vicepresidente y el Administrador y nos dicen que efectivamente no está incluido y que por lo tanto el propietario que lo quiera cambiar, tendrá que pagarlo él.
Mi pregunta es la siguiente: Al ser las tuberías que se cambian, las generales hasta cada vivienda ¿tendría qué hacerse cargo la Comunidad también del costo del cambio de ese ramal?.
Yo creía que de lo que se tiene que responsabilizar el propietario, es a partir del contador hacia el interior de la vivienda.

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En efecto, la acometida particular comienza del contador hacia la vivienda. Hasta ese punto se considera (desde el mismo proyecto), parte común de la instalación.
No debería de hacer cada propietario su obra del tramo que me indical, porque podría ocurrir que un propietario quisiera hacerlo en un material y otro en otro, o que algún vecino decidirera cambiar la sección del tramo. Esto produciría descompensaciones de la presión y podría variar el caudal que recibe cada vivienda.
Yo dedico buena parte de mi trabajo a atender obras comunitarias, y siempre aconsejo que antes de acometer obras comunitarias se contrate primero a un técnico que supervise la obra, para no dejar en manos de presidentes, tesoreros, etc las decisiones técnicas de partes fundamentales del edificio.
Las contratas tienden a tomar siempre las soluciones más ventajosas para la empresa, que no siempre coinciden con el interés general de la comunidad de vecinos.
¿Muchas veces por ahorrar 150 ó 200? Por vecino en un técnico, se toman soluciones que no son las más adecuadas, y que acaban generando enfrentamientos entre propietarios, y obras de dudosa rentabilidad en el tiempo, ya que al final tienen que volver a retomarse, a pagar nuevas derramas con el consiguiente aumento de gasto, hasta que quedan satisfactorias.

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