Gato mañanero

Tengo una gatita de 3 meses a la que ahora le ha dado por maullar siempre que se despierta. La hemos "castigado" encerrándola, tirándole agua, intentando que "aprenda" a no hacerlo más, pero ahora lo que hace es maullar a primera hora, como decía, y cuando nos oye levantarnos para "reprenderla", se va corriendo y vuelve al rato otra vez.
A diario es soportable, pero los fines de semana, que de la lata a las 7 de la mañana no es lo más agradable.
Jugamos con ella por la noche antes de dormir, tiene comida, agua, la caja de arena limpia, pero ni así...

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Pues, parece que todo lo haces bien, como a otra persona que me pidió consejo para algo parecido aquí, te diré que puede que se haya acostumbrado al agua que le tiras como riña y le guste, cosa problemática si le sigues tirando agua, hay gatos que la odian si, pero también gatos que la aman, prueba a tirar una bolsa con canicas o bolas de metal o de cristal de adorno que venden, esto es ruidoso y quizás les epante, espera a que vuelva y házselo hasta que se vaya, ya que se queda esperando...
Otra solución, es que esperéis, tiene 3 meses, y puede aprender deprisa, aun esta en edad de jugetear, y es normal que se despierte si tiene horario de cría, ya que maman cada cortos periodos de tiempo, o se despiertan, dale comida si maúlla, quizás es lo que quiere y se calle, los ruidos fuertes funcionan bien para estas cosas, si da mucho la lata, podríais ponerle un reloj despertador o algo que haga tic tac cerca de donde duerma, se lo tapáis con un peluche o manta, y eso le relajara durmiendo ya que imita los latidos del corazón y pensara que esta con su madre, esto funciona para que duerman más, sobretodo si son pequeños aun, quizás se sienta más protegida con esto, o ponle muchos juguetes cerca por si lo que quiere es jugar, como muelles, rascadores, pelotas atadas del techo, etc.
Si no tiene resultado consúltame más si quieres, mucha suerte y espero haberte ayudado de algo.
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Lo primero, lamento haber tardado tanto tiempo en responder a tu pregunta: he pasado unos días de vacaciones fuera de Madrid, y luego se me han complicado las cosas. Sobre la educación de los gatos, hay mil teorías... pero muy pocas funcionan. He estado rebuscando un poco en internet, y te indico las ideas que mejor funcionan. El mayor problema con los gatitos es que son muy suyos, y como se les meta entre ceja y ceja una idea, un comportamiento o una manía, es muy complicado hacerles cambiar. El gato no es un animal paciente como el perro que soporta resignadamente caprichos y humillaciones a los que a veces los someten los seres humanos. La paciencia del gato, sólo se manifiesta cuando se torna útil, por ejemplo, al acechar una presa, y por eso para educarlo, el proceso de enseñanza nunca debe ser con castigos, con lo cual sólo se logra desconfianza del animal y agresividad; la educación del gato sólo debe manejarse con la persuasión del beneficio y el premio, en afecto y alimentos.
Para educar a un gato de acuerdo a nuestro criterio, debemos hacerlo tomando en cuenta también el criterio de él.
Hay una cosa muy importante: recordar que un gato no tratará de hacer nada que le reporte fastidio o disgusto, siempre tratará de hacer lo que le sea beneficioso. Así que debemos acompañar la enseñanza de cosas gratas, y amables. Para el éxito de la enseñanza debemos mostrar cariño, paciencia, constancia, autoridad, repetición y premios, pero jamás castigos. Un gato no aprende como un perro, y jamás debe emplearse un tono elevado de voz, lo cual le inspira miedo o agresión, y le aleja de la persona que le trata de esta manera. En vuestro caso, el problema es que vuestra minina ya ha convertido en una costumbre la serenata matutina, y que la ha sumergido dentro de una rutina lúdica. Para ella, las carreras que os dais todas las mañanas, los ruidos de vuestro despertar, incluso los gritos o las amenazas, forman parte de su saludo al nuevo día. Y por eso, no hará caso a ninguna de las tácticas punitivas que utilicéis.
Olvidaos por lo tanto de mojarla con un vaso de agua, perseguirla con la escoba, lanzarle los zapatos o los calcetines... La prohibición no funciona demasiado bien. Entre mi hermana, mi mujer y yo, hemos dado acogida temporal a unos cuantos gatitos, hasta que hemos conseguido una familia para ellos; y también tenemos ahora 2 felinos adoptados (uno de ellos desde hace 11 años), por lo que hemos pasado en varias ocasiones por las peripecias de los gatitos. Me parece que tenéis dos opciones: la primera sería, durante una temporada, meter a la gatita en vuestra habitación, puesto que, al dormir con vosotros, no se sentirá tan desamparada, y al cabo de un par de semanas, veréis que los maullidos matutinos intempestivos han disminuido considerablemente, hasta casi desaparecer. Estar con vosotros se habrá convertido en una rutina positiva, sentirá vuestro cariño, y será menos efusiva en sus serenatas.
La segunda opción sería que la gatita siga durmiendo fuera, pero en una habitación si es posible lo más alejada de vuestro dormitorio, y usar tapones de los oídos. En teoría, cuando se de cuenta de que su serenata es ignorada por vosotros, y que seguís durmiendo tan tranquilos, se acabará cansando: estaréis aplicando el principio "acción/no reacción". Y casi todos los gatos son vulnerables a la ausencia de reacción, por lo que terminará modificando su conducta, de forma paulatina, y terminarán los maullidos en varias semanas, mucho menos tiempo con un poco de suerte, y siendo eficaces en no mostrar una respuesta negativa los primeros días.
No sé, igual habrías preferido otro tipo de tácticas más represivas, pero yo os he contado las que me han funcionado con mis gatitos. Espero que también lo hagan con el vuestro, y si no, siempre se pueden buscar más opciones. Un cordial saludo de Vilainmatou.

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