¿Qué puedo hacer con mi hermana comedora compulsiva?

Mi hermana tiene 15 años y hace poco me enteré de que comía compulsivamente. Varias veces me contaba que le era difícil controlarse a la hora de comer cosas que le gustaban, pero no fue hasta hace poco que me di cuenta de lo grave que es el problema.

Suele esconder comida en su cuarto, cuando es hora de comer dice que se llena muy pronto y deja de comer. En las comidas familiares pasa lo mismo, cuando nos levantamos de la mesa se va a algún lugar apartado y ya le he visto varias veces comer así. En su cuarto también he visto que tiene unas bolsas con unas especies de masas o algo así, yo creo que es la comida que la mastica y luego la escupe, pero no lo se y no me lo quiere decir.

Hace poco hablé con ella de todo lo que estaba pasando y me dijo que quería que la ayudara, pero no se hasta que punto es verdad. Lo único que he hecho hasta es guardar las cosas que no "puede" comer, pero no se si es realmente una solución porque tampoco come otras cosas.

Cuando era niña tenía sobrepeso, pero hace cosa de 3 años empezó a hacer ejercicio y adelgazó bastante. En este punto hace ejercicio todos los días durante una hora y media aproximadamente (es ejercicio de alto o moderado impacto) pero come muy poco, dice que come 5 veces al día, pero para ella una comida en una pieza de fruta. Se niega a comer pastas, arroz, patatas y cosas así (ni una vez por semana...) Siento que al quitarle la comida solo estoy haciendo que adelgaze más y ya no sé que hacer...

No quiere ayuda, en cuanto le menciono algo de decirle a alguien más se cierra en banda. También sufre algunos ataques de ansiedad.

Según me ha contado lleva comiendo así muchos años, me dijo cuando era niña, pero no se hasta que edad abarca eso.

Y mi pregunta es: ¿Qué puedo hacer para ayudarla? ¿Cómo puedo hacer que mejore aunque sea un poco? Lo suficiente para que pueda llevarla con un especialista o pueda contárselo a mis padres o alguien. En estos momentos no puedo hacer eso porque se cerraría en banda y primero necesito que realmente acepte ayuda, que mejore aunque sea un poco...

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Trata de identificar cuál de estos dos problemas alimentarios tiene. Las personas que padecen esos trastornos alimentarios necesitan ayuda de un psicólogo. Lo más difícil es que acepten el problema. Fíjate Mayra, ahí tienes las definiciones de los más comunes. Aunque no dices la edad de tu hermana puedes aplicar las sugerencias a cualquier persona o edad.

BULIMIA. La joven bulímica, en lugar de no comer, se atraca de comida, llegando a ingerir hasta 15.000 calorías en tan solo dos horas. Luego recurre a la purga: se provoca el vómito o usa laxantes o diuréticos.
Los bulímicos suelen darse los atracones a escondidas. Una muchacha reconoce: “Muchas veces, si al llegar de la escuela no había nadie en casa, me daba un atracón [...]. Siempre me aseguraba de no dejar nada a la vista que me delatara”. Después le venía el sentimiento de culpa: “Me sentía despreciable, pero sabía que podía compensar fácilmente lo que había hecho. Iba al baño, vomitaba y, además de tranquila, me sentía otra vez dueña de mí misma”.
Pese a cualquier aparente beneficio, la conducta purgativa es peligrosa. El abuso de laxantes debilita el revestimiento interior del intestino y puede ocasionar inflamación o infección. Los vómitos frecuentes pueden provocar deshidratación, caries dental, daños en el esófago y hasta insuficiencia cardíaca.
Atracones de comida. La persona que se da atracones se asemeja a la bulímica en su consumo exagerado de alimento, pero a diferencia de esta, no se purga, con lo que suele tener sobrepeso. No obstante, hay quien después del atracón ayuna o hace ejercicio intenso. A veces, cuando la persona logra mantener el peso con estas medidas, los familiares y amigos no se dan cuenta de que padece un trastorno alimentario.
Al igual que en el caso de los anoréxicos y los bulímicos, estos enfermos tienen una actitud malsana hacia la comida. Una chica dice de sí misma y de otras comedoras compulsivas: “La comida es nuestra amiga íntima, secreta..., tal vez nuestra única amiga”. Otra explica: “Durante el atracón, parece que todo lo demás no importa. Lo que cuenta es la comida: te hace sentir bien. Pero después te sientes culpable y deprimida”.
Aunque no se recurra al vómito ni a los laxantes, los atracones siguen siendo peligrosos. Pueden provocar diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón y de otro tipo. También pueden producir graves daños emocionales.

Aquí tienes algunas cosas que puedes hacer:

Se ha observado que muchos de los que padecen trastornos alimentarios tienen un bajo concepto de sí mismos y son perfeccionistas por naturaleza, lo que los lleva a fijarse objetivos inalcanzables. Ten cuidado de no contribuir a que tu desarrolle estos rasgos de personalidad. Refuerza su autoestima pensando muy bien lo que le vas a decir, en Isaías 50:4 dice: "El Señor Soberano Jehová mismo me ha dado la lengua de los enseñados, para que sepa responder al cansado con una palabra..." Responder a sus reacciones es lo que la va a convencer de que realmente deseas ayudarla.
Y para contrarrestar el perfeccionismo, muéstrale “lo razonable que eres” (Filipenses 4:5).
Además, examinen su propia actitud hacia la comida y el peso. ¿Has dado inconscientemente demasiada importancia a estos asuntos, sea de palabra o con tu propio ejemplo? Recuerda que los jóvenes están muy pendientes de su apariencia. Y debido a su personalidad influenciable, hasta una alusión jocosa a su cuerpo regordete o al estirón normal que da un adolescente puede crearles complejos.
Después de meditar y orar sobre el asunto, siéntate con su ella y háblale con el corazón en la mano.
▪ Planea bien lo que le vas a decir y cuándo se lo vas a decir.
▪ Exprésale claramente tu preocupación y tu deseo de ayudarla.
▪ No te sorprendas si su primera reacción es ponerse a la defensiva.
▪ Escúchala con paciencia.
Lo más importante es que apoyes los esfuerzos de tu hermana por vencer el problema. ¡Que la lucha por la recuperación se convierta en un asunto de familia! Espero que la situación mejore y que ella acepte la ayuda de un médico.

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Tu hermana debe tener algún problema, de origen psicológico, algo que le paso, lo que sea, que debe tratarse, no siempre se puede sola, en muchos casos necesita ayuda medica. No digo que vaya directamente a sicologo, y menos al siquiatra, lo correcto, al menos se hace aquí, y estoy de acuerdo, es que primero vaya al medico general, clínico, de cabecera, o como se llame donde vives, para una primera impresión del medico, el decidirá que hacer. Si come de más, por algo sera, por angustia, por algo que le paso o le esta pasando, por lo que sea se debe tratar. El ejercicio no es dieta, no se regula el peso con ejercicio, mito ya de siglos pasados, pero aun hoy se sigue (sobre todo si hay algo pago por medio) el peso se regula con la alimentación, si bien, el ejercicio es bueno, necesario, a toda edad, mientras se pueda y adaptándolo, por lógica. Trata de convencerla, de seguir así, y llegar a sobrepeso, podría tener cantidad de problemas, diabetes, presión alta, colesterol, problemas cardíacos, etc. Sds.

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Tu hermana tiene todos los comportamientos asociados a la bulimia o anorexia. No come pastas, pan... (hidratos de carbono), las bolsas que has visto probablemente sean vómitos. Investiga sobre el tema. Yo de jovencita tuve bulimia, odiaba las comida familiares y tenía atracones incontrolables de comida que me gustaba como los dulces y chocolates, luego vomitaba para sentirme mejor. Tenía depresión y muchos ataques de ansiedad, llegó un punto en el que me desmayaba por no comer bien y tuve que pedir ayuda a mi familia. La terapia psicológica fue muy importante para mí. Aún no sabes la realidad del problema, pero ella no dará el brazo a torcer porque tendrá pánico de que la controlen y vuelva a engordar. Tiene que subir su autoestima y dejar de tener fobia a ser gorda, buscar alternativas sanas para perder o mantener peso y sentirse (no solo verse) bonita. Pídele que confíe en ti, es importante que no la juzgues, porque si no la puedes ayudar tú, deberás decírselo a tus padres. El siguiente paso es ir a una psicóloga especializada en trastornos alimenticios. No le escondas la comida, eso no va a ayudar, proponle (oblígale) hacer un menú con una dieta sana y baja en calorías, pero que se tendrá que comer enterito.

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