Por lo que explicas puedo ver que tu novio se ha hecho dependiente de ti por su situación. Por un lado lo mejor sería animarlo a consultar un psicólogo para determinar su perfil psico-emocional y tú asegurarte si lo amas o lo quieres. Es importante que reconozcas que no es lo mismo amar que querer. El "amor nunca falla", dice la Biblia en 1 Corintios 13:8. Cuando amamos a la otra persona estaríamos dispuestos hacer cualquier cosa por ella.
Por lo tanto, amiga Marlen si decides romper tu noviazgo, tienes que pensar bien cómo y cuándo lo vas a hacer. Pregúntate: ¿Cómo te gustaría a ti que te dijeran algo así? En Mateo 7:12 dice: " ”Por lo tanto, todas las cosas que quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas". Esa es una regla de tanto valor como el oro, de modo que trátalo como te gustaría que él te tratara si fuera él quien fuera a romper la relación.
A menos que las circunstancias lo exijan, no sería bueno terminar la relación mediante un mensaje de texto, un correo electrónico o dejándoselo dicho en un mensaje de voz. Más bien, deberías buscar el momento y el lugar adecuados para hablar de este asunto tan serio. Supongamos que ha llegado el momento. ¿Qué le vas a decir? Esfuérzate por decirle toda la verdad. Lo mejor es decir las cosas con franqueza y respeto. Déjale claro por qué piensas que la relación no va a funcionar.
No hace falta que le recites una larga lista de defectos ni que te pongas a criticarle. En vez de decir cosas como: “Tú nunca...” o “Tú siempre...”, usa expresiones que revelen cómo te sientes. Podría ser algo como: “Yo necesito a alguien que...” o “Creo que esto no va a funcionar porque...”. Si tienes buenas razones para romper, entonces debes ser firme y no dejarte convencer. Tu pareja quizá trate de manipularte sutilmente para que cambies de opinión.
"Cuando rompí con mi novio —explica una joven llamada Loli—, andaba por ahí muy deprimido. Creo que quería que le tuviera lástima. Y lo consiguió, pero no dejé que eso me hiciera cambiar de opinión.” Sigue el ejemplo de Loli: ella estaba segura de su decisión y se mantuvo firme. Que tu no signifique no, así esta escrito en Santiago 5:12, dice: " Sin embargo, sobre todo, hermanos míos, dejen de jurar, sí, ya sea por el cielo o por la tierra o por cualquier otro juramento. Pero que su Sí, signifique Sí, y su No, No, para que no caigan en bajo juicio"