Me siento sólo, vacío y triste

Coincido con anvr, eso que describes es anhedonia y es un claro síntoma de depresión. Lo se porque yo la padezco y me siento así también. A parte de ponerte en tratamiento, porque esto no se cura solo, te daré un truco para empezar a encontrarte mejor: aunque no te apetezca hacer cosas, debes obligarte a hacerlas, tienes que trazarte metas y buscar una ocupación. Se que cuesta, pero eso te ayudará a recuperarte. Debes exigirte pero sin pasarte tampoco, ves poco a poco y evita el estrés. Eso, junto con un tratamiento te será muy efectivo. Quedarse todo el día encerrado en casa sin hacer gran cosa es lo peor que puedes hacer, no obstante, como digo, tómatelo con calma y si tienes que parar paras, para luego seguir y así. Busca motivaciones.

No parece un cambio en la personalidad, sino que un cambio en el estado de ánimo. Por un lado podrías beneficiarte de un tratamiento antidepresivo; y también te recomiendo mejorar la forma de afrontar la vida y los acontecimientos. Por supuesto que no hagas nada que sea malo en sí mismo; no vivas para ti mismo, sino que piensa en el bien de verdad que puedas hacer; afrontando de la misma manera los acontecimientos, por supuesto que con la gracia de Dios; y no te pidas nada que no esté en tu mano.

Muchas gracias apreciado amigo por compartir esos sentimientos tan únicos en tu vida. Fíjate, por un lado has caído en una depresión profunda y lo bueno es que ya fuiste al médico. Por otro lado, tienes una necesidad interna que por lo general no es fácil identificar a menos que la trates con la ayuda de Dios, si eres creyente. De hecho, recibe el nombre de NECESIDAD ESPIRITUAL, es decir, un reconocimiento de que necesitamos la guía de nuestro Creador.

Hay varias cosas que puedes hacer:

1. Concéntrate en tus puntos fuertes Es bueno estar al tanto de cuáles son tus defectos, pero sin duda tienes mucho que ofrecer. Si estás consciente de tus puntos fuertes, te sentirás más seguro, podrás librarte de la mala opinión que tienes de ti mismo y vencer la soledad. Pregúntate: “¿Cuáles son mis puntos fuertes?”. Piensa en tus virtudes y habilidades.

2. Interésate por los demás. Comienza interesándote por unas cuantas personas. Jorge dice: “El simple hecho de preguntarle a alguien cómo está o qué tal le va en el trabajo, en la escuela o la salud puede ayudarte a conocerlo mejor”.

Tú puedes acortar la distancia que te separa de los demás

Una sugerencia: No te limites a hablar con gente de tu edad. De los mayores que tú puedes aprender mucho más de lo que te imaginas. Algunas de las grandes amistades que se mencionan en la Biblia surgieron entre personas con una gran diferencia de edad, como Rut y Noemí, David y Jonatán, y Timoteo y Pablo (Rut 1:16, 17; 1 Samuel 18:1; 1 Corintios 4:17). Por cierto, recuerda que una conversación es un diálogo entre dos personas, no un monólogo. A la gente le gusta que la escuchen. Y si eres tímido, este es un punto a tu favor, pues no tienes que llevar el peso de la conversación.

3. Aprende a ponerte en el lugar de los demás Aunque no estés de acuerdo con alguien, ten paciencia y deja que diga lo que piensa. Céntrate en las cosas en las que sí concuerdas. Y si opinas algo diferente y crees que debes decirlo, hazlo con tacto y con calma.

Algo que me ayudó muchísimo a superar esos mismos sentimientos que tienes ahora fue analizar el siguiente video: http://www.jw.org/es/video-por-qu%C3%A9-estudiar-la-biblia/

Espero saber de ti y continuar comunicados. Que mejores la situación.