Con la familia no se lucha?

Haciendo un aparte: habría que ver que entiendes por ciencia, segundo, difícil que no se ponga algo personal, pero se puede hacer, en lo primero, no es tema que pueda discutir de lejos, en el segundo concuerdo, yo mismo lo reitero, cuando se contesta sobre determinados temas, no se puede hacer desde lo que le paso a uno en la escuela, como fue su familia, ni que culto profesa, sobre tu pregunta, no todas las familias son iguales, ni el todo ni sus componentes, hay casos concretos, dondo parece que la mejor opción es hacer caso a los padres, como en ciertos aspectos de la vida privada en algunos países, en otros, la persona puede y debe marchar de la casa, por su seguridad, para encontrar una vida mejor, cuando se nace en un ambiente desfavorable, depende mucho de la persona, cambiar, aquí hay un medico que estuvo de chico en una villa de emergencia, en estado por demás, pobre, aun así, pudo estudiar medicina y se recibió, no es un caso de todos los días, y es muy difícil en esa carrera, pero el lo logro, lamentablemente como lo bueno no es noticia, se supo por un suceso lamentable que le paso, de modo que mi opinión es esa, Depende de cada caso, no se puede decidir igual en ninguno. Y si cedes, siempre tendrás que ceder, es como la mujer que es maltratada, y puede llegar un día, en que hay una rebelión y entonces todo se sale de control, o la persona termina mal, como es noticia todos los días. Sds.

Ceder en el sentido de doblegar uno su propia voluntad y pasar a actuar mal por tal o cual conveniencia, nunca.

Es posible que haya que tolerar algo de lo malo, siempre que no esté implicada la propia voluntad en positivo en ello, y siempre guiándose por una buena intención, pensando en lograr un bien mayor de otra manera, o no actuando para evitar un mal mayor. Pero como te digo siempre que esto no implique actuar uno mal con su propia voluntad (y podría ser actuar mal con la propia voluntad la simple omisión si uno tiene la responsabilidad en ello, por ejemplo; aunque en este caso también se puede buscar la mejor manera de mejorar las cosas, o el momento más oportuno; o bien evitar la actuación para evitar un mal mayor, o buscando un bien más grande; pero por supuesto que sin intentar engañarse por comodidad, etc.). El mal hay que desecharlo siempre; y siempre es un engaño el escogerlo; todo lo que uno piensa que va a poder conseguir con el mal es falso, y no pasa de superficialidades. Puede que no haya que hacer nada especial, sino que aceptar que las cosas son así.

Mira, como dice en Mateo 5, 39 “no hagan frente al que les hace mal”; por supuesto que todo tiene que interpretarse con la guía de la virtud de la caridad, que es la virtud principal y eterna. Si alguien quiere hacer daño, esto no va a mejorar en la superficie ni porque se le diga que hace daño (que pudiera ser lo que pretende), o porque se le diga que eso está mal (que quizá ya lo sabe, pero no tiene otras motivaciones). Lo fundamental es dar buen ejemplo, y mejorar uno la propia actuación.

Nunca actuar uno por mero interés personal, sino que encaminándose siempre al bien; y por supuesto que no buscando secretamente resultados que convengan meramente a uno, sino que buscando el bien de verdad, y confiando en que ello surtirá los efectos oportunos. Seguir viendo los resultados generosamente. Y seguir uno creciendo en la virtud de la caridad, con la gracia de Dios. Uno puede sufrir muchos males por parte de los demás, pero serán para uno siempre daños relativos, ya que uno podría reaccionar bien; lo que es el mal absoluto es únicamente el pecado, y eso ya depende de la propia decisión.