Ya no siento quiero vivir mas

Tengo 16 años y últimamente ya no siento ganas de vivir, no hay nada que me llame la atención o me ponga feliz, me siento muy solo, mi familia no me habla y hasta siento que no me quieren, y con mis amigos siento que solo me invitan por educación, porque cuando salimos no me hablan y no me dejan unirme al grupo. Hablaba con un chico antes y era la única persona que me hacia sentir bien pero dejamos de hablar y es como si fuera peor. Lo que más me preocupa es que ahora tengo ganas de lastimarme a mi mismo.

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En verdad mi amigo, espero que ahorita mismo estés bien.

Yo sé que la palabrería no sirve de nada, y como suelo decir por aquí, no me gusta parecer un librito de superación personal, pero quiero que sepas que muchos pasamos por eso. Digamos que es como una época de la vida en la que sentimos que el mundo gira sin parar y no somos capaces de lanzarnos a algún sitio en el cual sentirnos seguros, amados y protegidos.

En parte a mí también me pasó hace algunos años y hoy me doy cuenta de que era bueno esperar un poquito más, igual no tenía nada que perder y encontré algo que amaba, que me gustaba mucho y puse todo mi esfuerzo en ello. Perdí mi trabajo, dejé la universidad, pero me levantaba feliz porque lo que hacía me tramaba mucho. Hoy en día (solo unos años después), tengo mi propia empresa, empleados, una buena vida.

Mi amigo, lo que te quiero decir, es que esta es la vida. Estás aquí y ya llegará el momento de tu muerte (como a todos), pero mientras sigas respirando, hay algo que se pueda hacer, en este momento de tu vida, es hora de pensar muchas cosas, como algo que te apasione tanto que seas capaz de dejarlo todo y luchar por ello (sin dañar a nadie), como que en poco menos de 2 años serás mayor de edad y asumirás nuevos retos, como que quizás en algún momento conocerás a alguien y te comprenderá.

Haz listas, planea, observa, calla, habla, ve a otro lugar de la ciudad y espera, pero no metas en tu lista la posibilidad de irte, no ahora que puedes (y en el fondo sabes que quieres) hacer tantas cosas.

No te desesperes, aguarda, analiza y comienza a tomar buenas decisiones.

Te deseo lo mejor del mundo, te envío un fuerte y calidísimo abrazo y estaré por aquí por si llegas a necesitar algo, no importa lo que sea, estaré por aquí por si quieres hablarme.

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Por desgracia tu problema es un problema bastante común. Te encuentras en un momento de tu vida en le que te sientes vacía y no hallas forma de sentirte a gusto contigo misma. No eres feliz. Y no eres feliz porque no te puedes querer. Sucede que cuando no nos podemos querer no podemos querer a los demás. Eso nos pasa a todos. Eres muy joven, afortunadamente y puedes reorientar tu vida para que crezca tu autoestima y te sientas a gusto con tu vida. No sé si dispondrás de tiempo, pero yo en tu caso participaría varios días a la semana en alguna organización sin ánimo de lucro, altruista,(por ejemplo una ONG) que ayude a la gente, en actividades como acompañar a mayores, visitar a niños victimas del cáncer en hospitales, etc. En la medida en que des tu tiempo en hacerse sentir mejor a las personas te estimarás mas y veras cada día reforzada tu autoestima, te querrás mas y serás mas feliz. Por probar nada pierdes. Eso es todo lo que te quería decir.

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No vivas para ti mismo, sino que piensa en lo que puedes aportar de bueno. No esperes que las cosas o los acontecimientos por sí solos te pongan feliz; hacer lo que tienes que hacer sí que te puede acercar a la felicidad.

No te pongas a ti en el centro de tu familia, amigos, sino que, por el contrario, piensa tú en el bien de ellos. Si ves que alguno no actúa bien, no te lo tomes personalmente si eso te afecta, sino que piensa en esa persona, y procura su bien.

Te recomiendo estar en gracia de Dios, frecuentar los Sacramentos y hacer oración. No estás solo; Dios está contigo, y quizá esté permitiendo algo de lo que pudieras ver incómodo precisamente por tu bien. Sin ir más lejos quizá eso te puede evitar cometer alguna equivocación, etc. Da gracias a Dios por todo, y desde como estás, desde cómo te encuentras, y desde tus circunstancias empieza a hacer lo que puedas; no te guíes por las ganas, o falta de ganas, sino que por lo que tienes que hacer según Dios.

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