¿Qué debo hacer para que mi marido se tome en serio su problema de alcoholismo?
Buenas noches. Sé que aquí no van a darme la fórmula mágica para rehabilitar a un alcohólico (mi marido, por cierto), pero tal vez algún que otro consejo no me vendría mal. Sobre todo es que estoy a punto de tirar la tolla, separarme de él y separar a mi hija de este ambiente insoportable.
Mi marido tiene serios problemas con el alcohol. Cumple con el cuadro típico que se lee en cualquier sitio en que se busque información al respecto: problemas de pareja y convivencia, ha faltado al trabajo o ha dejado a clientes tirados sin finalizar un trabajo, le cambia el carácter y se vuelve agresivo, iracundo, además de deprimirse mucho cuando bebe, se queja de dolores de hígado, en fin, no hace falta que siga, ¿verdad? Bueno pues aun así, no se lo toma en serio. Quiero decir que, aparte de algún momentillo en que reconoce que no puede seguir así, no se considera un enfermo, un adicto. No suele tener demasiada dificultad para dejar de beber tras unos días apoteósicos. Incluso puede pasar semanas como "bebedor social" (una cervecita fresca al final de una dura jornada de trabajo, o mejor dos). Pero ese control dura poco y SIEMPRE acaba el alcohol controlándole a él. Por eso yo no tengo ninguna duda de que está enfermo y necesita ayuda. Pero él no lo ve así. Ha probado/empezado con algunas ayudas, pero siempre incitado por mí, con lo cual no dan sus frutos.
Hace un par de años estuvo unos meses en AA y, a mi modo de ver, le fue bien (no solo no bebía nada, que ya es mucho, sino que se sentía muy bien consigo mismo, alegre, animado, volvía de las reuniones muy contento diciendo lo maja que era la gente. Hasta hizo algún amigo.) Pero al cabo de unos meses empezó con que si parecía una secta, que le querían dar responsabilidades que a él no le apetecía, en fin que lo dejó y no ha vuelto.
Estuvo también con un psicólogo haciendo una terapia cognitivo-conductual (o algo así). Dice que le sirvió de mucho. Lo creo, pero el problema del alcohol no se ha resuelto.
El verano pasado le presioné para ir al médico de familia y fui yo con él. Quería salir de la consulta con un volante para el psiquiatra y lo conseguimos (es que cuando iba él solo le contaba cualquier rollo, le mandaban ansiolíticos o algo para dormir y a casa). Al psiquiatra no me dejó ir con él y no sé exactamente qué le contaría pero allí acabó todo. Ningún tratamiento, ningún seguimiento, nada. Claro, cuando está en período sobrio es una persona muy cabal y el doctor no debió ver razón para tratarle de nada. Yo tenía mucho interés en que le viera un psiquiatra porque creo que podría haber algún trastorno detrás de esos períodos de abuso intermitentes (detrás o delante, porque no sé si él bebe por ese "posible" trastorno, o el alcohol le ha provocado que se haya ido la olla, no sé cuál sería la causa y cuál la consecuencia). En todo caso, si hubiera algo mental, lo que menos necesita es una adicción al alcohol para curarlo.
Yo ya no sé qué más hacer. Intento hacérselo ver sin culpabilizarle porque sé que él no quiere ser así y no quiere hacer lo que hace, pero me rechaza. En realidad siempre busca justificaciones a lo que hace fuera del alcohol. En general soy yo la culpable de todo y la que está destruyendo su vida, no la botella. Por eso estoy a punto de abandonar y dejarle que se envenene él sólito. Es tanto el esfuerzo que he hecho y lo que he sufrido que me siento desgastada. Y todo para nada.
No sé si alguien puede encenderme una pequeña luz porque de verdad que estoy a punto de saltar de este barco que se hunde.
Mi marido tiene serios problemas con el alcohol. Cumple con el cuadro típico que se lee en cualquier sitio en que se busque información al respecto: problemas de pareja y convivencia, ha faltado al trabajo o ha dejado a clientes tirados sin finalizar un trabajo, le cambia el carácter y se vuelve agresivo, iracundo, además de deprimirse mucho cuando bebe, se queja de dolores de hígado, en fin, no hace falta que siga, ¿verdad? Bueno pues aun así, no se lo toma en serio. Quiero decir que, aparte de algún momentillo en que reconoce que no puede seguir así, no se considera un enfermo, un adicto. No suele tener demasiada dificultad para dejar de beber tras unos días apoteósicos. Incluso puede pasar semanas como "bebedor social" (una cervecita fresca al final de una dura jornada de trabajo, o mejor dos). Pero ese control dura poco y SIEMPRE acaba el alcohol controlándole a él. Por eso yo no tengo ninguna duda de que está enfermo y necesita ayuda. Pero él no lo ve así. Ha probado/empezado con algunas ayudas, pero siempre incitado por mí, con lo cual no dan sus frutos.
Hace un par de años estuvo unos meses en AA y, a mi modo de ver, le fue bien (no solo no bebía nada, que ya es mucho, sino que se sentía muy bien consigo mismo, alegre, animado, volvía de las reuniones muy contento diciendo lo maja que era la gente. Hasta hizo algún amigo.) Pero al cabo de unos meses empezó con que si parecía una secta, que le querían dar responsabilidades que a él no le apetecía, en fin que lo dejó y no ha vuelto.
Estuvo también con un psicólogo haciendo una terapia cognitivo-conductual (o algo así). Dice que le sirvió de mucho. Lo creo, pero el problema del alcohol no se ha resuelto.
El verano pasado le presioné para ir al médico de familia y fui yo con él. Quería salir de la consulta con un volante para el psiquiatra y lo conseguimos (es que cuando iba él solo le contaba cualquier rollo, le mandaban ansiolíticos o algo para dormir y a casa). Al psiquiatra no me dejó ir con él y no sé exactamente qué le contaría pero allí acabó todo. Ningún tratamiento, ningún seguimiento, nada. Claro, cuando está en período sobrio es una persona muy cabal y el doctor no debió ver razón para tratarle de nada. Yo tenía mucho interés en que le viera un psiquiatra porque creo que podría haber algún trastorno detrás de esos períodos de abuso intermitentes (detrás o delante, porque no sé si él bebe por ese "posible" trastorno, o el alcohol le ha provocado que se haya ido la olla, no sé cuál sería la causa y cuál la consecuencia). En todo caso, si hubiera algo mental, lo que menos necesita es una adicción al alcohol para curarlo.
Yo ya no sé qué más hacer. Intento hacérselo ver sin culpabilizarle porque sé que él no quiere ser así y no quiere hacer lo que hace, pero me rechaza. En realidad siempre busca justificaciones a lo que hace fuera del alcohol. En general soy yo la culpable de todo y la que está destruyendo su vida, no la botella. Por eso estoy a punto de abandonar y dejarle que se envenene él sólito. Es tanto el esfuerzo que he hecho y lo que he sufrido que me siento desgastada. Y todo para nada.
No sé si alguien puede encenderme una pequeña luz porque de verdad que estoy a punto de saltar de este barco que se hunde.
Respuesta de experto2
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