Filosofía de la ciencia

En realidad la distinción entre filosofía y ciencia es algo bastante reciente en la historia de la cultura.
El origen, tanto de lo que hoy llamamos filosofía como de lo que llamamos ciencia está en grecia.
Para los griegos filósofo era el que amaba (filo-) el saber (-sofo). Y el saber es la ciencia ('episteme', en griego). Por decirlo así, para los griegos la filosofía sería la 'ética' del científico. Para Platón, por ejemplo, uno no era filósofo si no era científico y viceversa.
A través de la historia lo más común es encontrar que los grandes filósofos sean también grandes científicos o bien gente muy interesada en la ciencia. Tenemos, como caso paradigmático, a Descartes. Para Descartes el conocimiento es uno. Conocer algo es proceder según un método racional. Lo que hace de algo que sea científico es si se ha seguido o no ese método. Y ese método se aplica tanto a la filosofía como a la física. La filosofía se ocuparía de las cuestiones más fundamentales para ir ascendiendo en el orden del conocimiento hasta las ciencias más particulares.
Vas bien encaminado con el concepto 'reflexivo' de filosofía. Pero hay que ver quién es el que reflexiona. La ciencia es la actividad racional por excelencia. Pero es una actividad racional dirigida hacia la comprensión del mundo. Pero tarde o temprano la razón tiene que tratar de comprenderse a sí misma. Para Kant, por ejemplo, la filosofía consiste en que la razón que en la ciencia comprende el mundo, trate de comprenderse a sí misma para ver cuáles son sus límites.
Existe, ciertamente, la opinión de que la filosofía es algo así como una charlatanería sobre cuestiones obtrusas, abstractas y sin ninguna 'utilidad'. En todas las bibliotecas públicas ponen la sección de filosofía junto a la de esoterismo, demonología y fantasmada. Incluso da la impresión de que la astrología y el tarot gozan hoy de mayor popularidad que la filosofía. Por otra parte, lo más común, incluso entre los científicos, es tener un concepto de lo que es la ciencia bastante pobre. En primer lugar, muchos confunden la ciencia con la tecnología. Ciertamente ambas están relacionadas, per no son lo mismo. A la tecnología le interesa saber en la medida en que ese conocimiento le permite manipular el mundo en función de los deseos y objetivos que marque el mercado, el gobierno o quien sea. La ciencia le proporciona a la tecnología los conocimientos que necesita. Pero eso no es la única función de la ciencia. ¿Qué aplicación práctica tiene la teoría de la relatividad cuando Einstein la descubrió? Prácticamente ninguna.
La ciencia es el intento más difícil, eficaz y fantástico del ser humano por conocer el mundo en el que se encuentra. Está claro que para descubrir el frenadol o fabricar air-bags no es necesario plantearse cuestiones metafísicas. Pero eso no es la Gran Ciencia. Los grandes científicos como Galileo, Newton, Darwin, Einstein, etc. que no se limitan sólo a aplicar o desarrollar las teorías de sus profesores, sino que tratan de hacer un gran esfuerzo por mejorar nuestra comprensión del mundo, no pueden evitar tropezar con cuestiones filosóficas. A esos niveles, ciencia y filosofía no se diferencian. Y la misma ciencia plantea problemas filosóficos.
Los problemas filosóficos no son los que no tienen solución. Tampoco lo tienen los problemas científicos, pues, que yo sepa, la ciencia no ha conseguido aún la verdad absoluta, todavíua no ha solucionado ningún problema definitivamente, pero es el intento más razonable del que disponemos para tratar de hacerlo. La ciencia es tan falible como la filosofía. Y las dos son falibles (se pueden equivocar) porque son críticas y no funcionan sin criticar lo anterior y sin exponerse a la crítica necesaria de lo posterior. La filosofía es ceincia en el sentido de que aplica el mismo método racional y crítico que la ciencia, sólo que se ocupa de los aspectos más generales del mundo cuya clarificación es necesaria para que PROGRESEN las ciencias particulares.