¿Cómo combatir el machismo en un hogar?

Soy latinoamericano. El machismo es una condición muy normal y potente por estas tierras. Deseo combatir esta visión de mundo partiendo inicialmente desde mi propio hogar. ¿Mi mamá desea saber que papel puede desempeñar ella desde el puesto de esposa-madre? Y yo desde el puesto de hijo mayor(¿21 años)?

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En mi opinión, fundamentalmente, los mensajes que se deben transmitir para la educación en la igualdad de sexos son:
- Todos somos personas, no importa de qué sexo. Todos merecemos el mismo trato, respeto, los mismos derechos.
- Cualquier persona tiene capacidad para estudiar y trabajar en trabajos tanto típicamente femeninos (cuidar bebés, por ejemplo) o típicamente masculinos (electricista o futbolista, por ejemplo). En este sentido cumplen un papel importante los juguetes. Con los juguetes los niños aprenden a simular o a practicar la vida de adultos, cómo verán ellos luego el mundo, de manera que un niño puede jugar a cambiarle los pañales a un muñeco, darle la comida, etc. y una niña a jugar con herramientas, que repara algo. Si separamos los juguetes por sexos, les estamos inculcando la desigualdad sexual. Por supuesto, si vemos que el pequeño se ríe de otra persona porque hace cosas que no se consideran típicas de su sexo, habrá que hablar con él y explicarles que es normal, que no es malo; si nos dice que alguien les ha dicho que por ejemplo esa persona es mariquita, por hacer eso, le decimos que antes se pensaba así y que hay gente que aún lo hace pero que están equivocados, ya que se puede hacer ese trabajo siendo hombre o mujer, etc.
Por tanto, como dices, hay que empezar a aplicar esto desde el hogar, de manera que inculquemos que las responsabilidades domésticas son de todos. Tanto el niño como la niña tienen que hacer las tareas por igual. No mandarle al niño a poner la mesa y a la niña a cocina, limpiar, etc.
Además, y muy importante, los niños aprenden no sólo jugando, sino también por imitación de lo que ven, si el niño ve que el padre no hace nada en casa y la madre lo hace todo, no vale de mucho que luego le hablemos de la igualdad si en la propia casa no lo aplicamos.
- Lo que está mal está mal y lo que está bien, está bien. Por ejemplo, rechazar ideas como la de que si un hombre le es infiel a su pareja es normal y tolerable, porque es un hombre, y si es una mujer quien ha sido infiel, es algo reprobable. No. Hay que juzgar el hecho en sí y no que dependiendo de que quien ha hecho tal cosa sea hombre o mujer, concluiremos la maldad o bondad o intolerancia o tolerancia del acto. Muchas veces para no dejarnos llevar por ese machismo en que nos han educado, tenemos que pararnos a pensar antes de emitir un juicio y cuando queramos analizar si lo que ha hecho una persona está bien o mal, tendremos que pensar "¿si lo hubiera hecho alguien del sexo opuesto qué pensaría?"
Creo que a grandes rasgos son los pilares de la educación en la igualdad y en este sentido también tenemos que cuidar el lenguaje, cosas que decimos casi sin pensar por costumbre de la educación que hemos tenido como cuando se dice "mi marido no me ayuda con las tareas del hogar". Si dices "ayuda" estás asumiendo que la responsabilidad de esas tareas son de la mujer y no del hombre. Y muchas otras cuestiones como cuando un hombre es promiscuo y se dice sonriendo (la expresión facial y corporal también es fundamental) "qué arte tiene el tío, qué machote, etc" y otras frases de aprobación y cuando una mujer es promiscua se dice con cara de rechazo "qué tía más guarra".
En definitiva, hay que ser coherente con lo que se dice y se hace y con las reacciones que tenemos ante lo que vemos y oímos.

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