Mi bebe no quiere salado

Mi bebe no quiere salado!
Resulta que tiene un tamaño de un bebe de 8 meses y tiene un año y medio. El pediatra me aprieta por su peso y tamaño pero es muy energético y no tiene ninguna dificultad de andar, correr, jugar!
Cuando le doy la papilla, porque no quiere sin triturar ya que se ahoga, solo la acepta si es dulce, al igual que las galletas, los dulces y demás que no le importa que sean duros! Es cachondo el tío!
Además, a la hora de comer empieza la fiesta y mi hermana, que es con la única que más o menos come, empieza a cantar todas las canciones infantiles que pueden existir!, pero claro, no todos los días esta ella en casa, además aunque las cante yo o mi madre o quien sea no le vale, solo es con mi hermana! ¿Qué puedo hacer? ¿Creo qué contratar a mi hermana de interna no es la solución no?

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Gusto en responderle mamá:
Entre alguunos de los factores que influyen en la aceptación de un alimento, es importante la tolerabilidad que comprende sabores, olores y hasta texturas obviamente. La elección de cuál tipo de alimento o qué características debe llevar éste, es resultado no sólo de las señales metabólicas que percibe el pequeñito, sino también de las propiedades sensoriales que le proporciona el alimento que le damos. Por ello, para una mejor aceptación de los alimentos complementarios se debe prestar una especial atención a sus características organolépticas, es decir, sobre las sensaciones que causan al gusto del chiquito.
Por ejemplo, en relación a los Sabores, éste es un factor de importancia, ya que la preferencia, en este caso de su pequeñito por lo dulce, es innata y aunque puede modificarse, en general se puede extender hasta los 2 años. En cambio, la preferencia por lo salado requiere que trabajemos en él en la esfera del aprendizaje. La frecuencia de la exposición a los diferentes gustos facilita la aceptación, por lo tanto se aconseja introducir los nuevos alimentos de uno en uno y a manera que los vaya tolerando.
En general, durante el primer año, se producen unos cambios en el organismo y de comportamiento muy importantes para el niño, tanto debido a su rápido crecimiento como a su manera de comer. Para algunos, esto implica unos difícil adaptación lo que trae consigo más de alguna molestia. Es evidente que surgen más problemas de adaptación cuando se cambia de sabor. Con las primeras papillas, se produce un cambio brusco: el de textura. Lo que hasta entonces era líquido ahora pasa a ser espeso. También cambia el sabor, el color y el olor. Cuando el niño empieza a tomar papillas, pueden introducirse una variedad de alimentos mucho más amplia. El gusto es uno de los sentidos que se desarrolla antes, y también tiene muy desarrollado el oído. Estos sentidos son la base para que el bebé coma bien: es preciso que no oiga ruidos y que lo que coma le guste. Por este motivo quizás es que con su tía que le canta se siente muy reconfortado y sin ningún reparo come a gusto de todo y sin dificultad, ¿cierto?
Ahora, en lo tocante a la textura de los alimentos, en el momento en que el niño pueda tomar alimentos poco triturados o sin triturar, debemos empezar con pocas cantidades (según su reacción, podrán introducirse más rápidamente). Conviene darle un alimento que le guste, pero que a la vez no sea de textura dura. Por otra parte, los purés semitriturados son de mucha ayuda. Cuando se prepara un puré de verduras con un poco de pollo, debemos triturarlo de manera que no quede un puré fino, sino que tenga pequeños grumos, En estas situaciones hay que tener mucha precaución, ya que puede atragantarse fácilmente con los grumos. Además del cambio de gustos y texturas, se introduce la variación de la cocción. El sabor varía completamente si el trozo de carne o pescado es hervido o a la plancha, si es triturado o troceado. A veces se tiene la impresión de que ha comido poco, porque la mitad de la comida se ha esparcido y otra parte queda en el plato, y al final no se sabe exactamente qué ha comido el niño. Pero no es cuestión de rendirse. Poco a poco irá acostumbrándose.
Entonces como ve mamá, son muchos los detalles que debemos tomar en cuenta en hacer tolerable la alimentación en un pequeñito sometido a tantos cambios repentinos en la misma (después de haber estado tomando únicamente leche materna o fórmula), y como ya vimos, en efecto, debemos propiciarle un ambiente tranquilito, para que esa adaptabilidad se dé de la mejor manera. Y sí, la tía deberá ayudarnos un tiempecito más, pero también usted misma deberá hacerlo poco a poco para que obviamente, termine adaptándose mucho a usted, su madre, pero tome detalles benéficos de la relación de su tía con el pequeñito, para que el día que ella no pueda, él no la eche de menos, ¿de acuerdo?
Espero haber resuelto sus dudas y seguir a sus órdenes.
Dr. carlos a. castanedo
6587993
MX

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