¿Como combatir la diplocarpon rosae?

Puedes probar un fungicida natural de amplio espectro y algo sistémico como es la Cola de caballo. (También se usa para la artrosis porque tiene sílice, y también como diurética)

https://www.coladecaballo.es/como-fungicida-insecticida.html 

Puedes comprarla aquí https://www.biohuerto.es/extractos-vegetales/4336-cola-de-caballo-equisan-450g.html 

O recolectarla con cuidado

Parece que no se debe mezclar con nada pero puedes alternar con tratamientos con ortiga también, puedes mirar otros fungicidas biológicos pero a mí este me ha dado buen resultado siempre ( hay que tener paciencia).

Esa maldita plaga de los rosales, que también sabe atacar a los tomates, es un hongo del que se tiene referencia desde principios del siglo XIX. Antes de atacar la enfermedad hay que realizar también tareas higiénicas como ser recoger las hojas dañadas que caen y aislar las plantas atacadas si es posible. El contagio es muy grande y expansivo.

Coincido con Rafael con respecto a la cola de caballo, también llamada así en Argentina que es fácil adquirir en farmacias y herboristerías. Mi padre utilizaba una solución de sulfato de cobre que diluía en agua con el llamado "aceite blanco" que está elaborado con medio litro de aceite vegetal (girasol, maní, soja, etc) y 125 cc de jabón líquido o jabón natural rallado (sería el viejo jabón blanco puro que aún se expende en el comercio y usado mucho por sus dones naturales). Eso se coloca todo en un frasco y se agrega agua revolviendo hasta que la mezcla se vuelve blanca. Generalmente se utiliza como diluyente de otros productos porque se considera que tiene un efecto complementario al actuar como desinfectante (el jabón es el gran antiséptico creado por el hombre común) y adherente a las partes de las plantas en que se fumiga.

La proporción de aceite blanco a utilizar es de 10 ml por litro de agua.

Nunca he utilizado el aceite de nim o neem, poco común en Argentina, pero he sentido decir de sus maravillosos efectos desinfectantes y fertilizantes.

Por mi vocación naturalista no puedo mencionarte nada de los productos elaborados químicamente a los que se agregan sustancias muy tóxicas y dañinas de la salud humana y a los animalitos que afortunadamente nunca faltan en un buen jardín como ser sapos, ranas, escuerzos, lagartijas, camaleoncitos, arañas, libélulas, vaquitas de San Antonio, luciérnagas, mariposas y hasta mamíferos pequeños o no tanto como las comadrejas, perros y gatos, y las maravillosas aves que con sus colores y cantos otorgan la lujosa decoración que nos brinda nuestro pequeño universo.