No tengo interés por nada
Soy una persona de 45 años con mujer e hijos maestro de primaria.
El caso es que llevo en la docencia unos seis años de manera intermitente pues soy interino pero creo que no tengo vocación y que me dedico más a ella por las vacaciones con que cuenta este colectivo que por lo que me agrada. El problema es que no me motiva estar constantemente preparando clases y preparando oposiciones, y no se si debería seguir aquí o dedicarme a otra cosa en la que realice mi trabajo y me marche a casa sin tener que preparar nada para día siguiente.
Tengo un verdadero dilema, una situación y una edad para no estar de sitio en sitio.
A veces me da por pensar que podía sacarme un titulo de vigilante, pero no lo tengo claro.
Por favor me gustaría que me dieseis un consejo.
4 Respuestas
Como todos la mía es solo una opinión, pero este trabajo o lo vives y te llena o te destroza. Trabajar de maestro es muy duro y si no te gusta realmente acabarás muy quemado . Aún te quedan muchos años para jubilarte, así que mi consejo es que busques en tu interior que trabajo te llenaría profesionalmente aunque te parezca disparatado porque no tengas ni título ni experiencia y poco a poco, te hagas un currículum y busques tu destino por otro sitio. Mucha suerte
Más que un consejo, es mi opinión respecto a tu situación.
Para entender tu desmotivación, habría que tener en cuenta varios aspectos:
- Crisis asociadas a la edad o a etapas: todos tenemos ciertos tipos de crisis en determinados momentos de nuestras vidas (antes de ingresar a la universidad, al cumplir los 30, o al finalizar la carrera, a los 40, los 60, etc.).
- Desmotivación laboral: el factor de no tener un trabajo estable, o duradero, que te permita tener una base o proyectarte,
- Cansancio laboral: el estar realizando una misma labor, una rutina, o que tengas que seguir trabajando en casa, luego de las clases. Eso te puede tener saturado.
- Falta de retos personales: sentirte estancado, sin ningún objetivo o proyección.
- Tal vez sea una mezcla de todos los anteriores, en mayor o en menor proporción.
Frente a eso, lo que te puedo decir es que:
1. El cerebro nunca deja de aprender. Capacítate en algo, que te llame la atención, que te guste, así nunca lo hayas abordado antes.
2. El cerebro no rechaza ningún aprendizaje: es una falsa creencia el considerar que uno no puede aprender algo: matemáticas, o inglés, o un instrumento, o dibujar, o química, etc.
3. Todo es cuestión de método, tiempo y práctica. Sea el tema que sea, tal vez nos cueste más trabajo aprenderlo, pero se puede. Hay miles de casos de personas que después de los 40 han vencido sus límites.
4. "El dilema, la situación y la edad" están en tu cabeza y la importancia que le des a lo que dicen los demás. Rompe con el "modelo de éxito" (casa, carro, estudio, beca, hijos) que nos han metido en la cabeza.
5. No te culpes por no seguir haciendo lo que haces. Muchas veces tardamos mucho en encontrar lo que en verdad queremos o con lo que nos apasionamos. Esa búsqueda puede durar 1 mes, o 3 años, o 45 años. ¿Quién puede juzgar el que me haya tomado 50 años, dos profesiones, una maestría, dos matrimonios y 3 hijos, darme cuenta que soy feliz siendo jardinero? Nadie. La búsqueda es personal.
Tal vez cambies la docencia por lo que sea. Tal vez no. Tal vez te permitas reencontrarte con ella, o verla con otra óptica. En últimas, no importa.
Para finalizar, te comparto un video y un mensaje que, en lo personal, me parece que te puede ser de mucha utilidad.
Ánimo y aprovecha la experiencia que tienes para tomarte a ti mismo y a la vida con más tranquilidad.
Muchas gracias por tu opinión. Y cuanta razón llevas. Pero me cuesta salir de la zona de confort. Haremos lo que podamos. De todas formas me gustaría seguir contando con tus consejos.
Un saludo
Con el mayor gusto, José.
Te entiendo completamente, salir de la zona de comodidad cuesta y no es fácil, pero lo más bonito es que siempre se puede: un paso a la vez.
Y en lo que te pueda colaborar, cuenta con eso.
Intentar cambiar de trabajo para ser más feliz es algo totalmente respetable. No obstante no es lo más razonable abandonar la docencia sin tener otra opción segura. Puede sacarse el título de vigilante compaginándolo con su trabajo y buscar un trabajo fuera del ámbito docente, pero con la seguridad de que tiene un trabajo si no encuentra otro más satisfactorio.
Ya has decidido que no quieres seguir siendo maestro y a eso nada que hacer. Ahora mira las cosas desde esta óptica: Ser un excelente maestro y preparar el terreno para dejar de serlo en un plazo de dos años.