¿Me lo como con patatas?

Nuestra situación es la siguiente. Compramos un piso 'sobrevalorado' en 2007, justo en el momento en que la famosa burbuja inmobiliaria tenía sus días contados. El piso, a pesar de ser un inmueble de finales de los años 60, un segundo sin ascensor y para reformar, fue tasado en 26 millones de pesetas, por estar ubicado en una zona con varios servicios cercanos como paradas de varias líneas de autobús, tren y tranvía bastante cerca, a menos de un kilómetro de la playa, y bla, bla, bla, bla... Toda la charla que nos montaban las inmobiliarias para justificar el precio del piso.

Para nosotros fue 'una buena noticia' que el piso lo tasaran en 26.000.000 de Pesetas a pesar de que el propietario pedía 20.500.000 Pesetas, ya que el banco al dar el 80% de la tasación, era algo que nos convenía para así obtener el costo total del piso con el crédito. No obstante, para mayor sorpresa de nosotros, el banco nos ofreció el 100% de la tasación. Así que, menos mal, solo pedimos 145.000 Euros para pagar el piso y tener para los gastos de gestión, y no pedimos al banco los 157000 en que fue tasado el piso.

Quiero dejar claro que compramos el piso porque el sitio donde vivíamos alquilados, la propietaria nos quería poner el contrato por las nubes. Y pensamos que para pagar un dineral por un alquiler, es preferible que lo hagamos por algo que es para nosotros.

En aquel entonces yo tenía un contrato indefinido, hoy estoy en la cola del paro, y mi mujer es trabajadora de Mercadona desde hace más de 20 años. Con esto quiero decir, que poseíamos el perfil socio económico necesario para poder solicitar un crédito hipotecario.

Sin embargo, el piso que compramos no nos gustaba del todo, pero en Valencia capital no había nada más barato y preferimos verlo como 'un piso trampolín'. Es decir: "Esperamos un tiempo, lo ponemos en venta y nos compramos algo mejor". Es lo que se solía hacer y lo que hizo mucha gente.

Han pasado los años y a medida que transcurría el tiempo nos hemos ido dando cuenta que hicimos un negocio pésimo. Gastos constantes de comunidad, derramas, reparaciones cada dos por tres, vecinos indeseables que hacen caso omiso a las normas mínimas de convivencia.

Recientemente mi suegro murió y el piso en el que vivía, muy cercano a nuestro domicilio, ha quedado desocupado y forma parte de le herencia de mi mujer y sus dos hermanos. Mi mujer se quiere quedar el piso porque tiene mejores condiciones que el nuestro, está ubicado en una calle interior mucho más tranquila y es una edificación algunos años más nueva que el inmueble en el que tenemos nuestra vivienda. El asunto es que mi esposa quiere quedarse con el piso, lógicamente pagando a sus hermanos su parte correspondiente.

Lo primero que se nos ocurrió fue llamar a un asesor inmobiliario para que le echara un vistazo a nuestro piso y ponerlo en venta. El asesor, luego de ver el piso, nos ha dicho que lo más que podríamos pedir son unos 50000 Euros.

¿Qué ha pasado aquí? ¿Por qué mi piso de 157000 Euros (26.000.000 de Pesetas) ahora vale como mucho 50000 Euros? Si los tasadores de TINSA se basaron en la ubicación 'privilegiada' del inmueble, ésta sigue siendo la misma. Las mismas vistas, la playa de Las Arenas no se ha ido, sigue quedando a menos de un kilómetro, los mismos servicios, los autobuses, La Estación del Cabañal, el tranvía y, lo mejor, la posible prolongación de la Avenida de Blasco Ibáñez hasta la playa... ¿Nos han estafado?

¿Qué podemos hacer en esta situación? ¿Seguir pagando por una 'pocilga' una cantidad exorbitante de dinero, que de momento, son solo intereses?

Un saludo y ruego mil disculpas por la extensión de mi escrito.