Mal funcionamiento del lavavajillas

Por lo que me cuentas, creo entender que el problema no es que el lavavajillas no lave, sino que del resultado de el lavado no sale la vajilla brillante. ¿Es esto?. Te diré que no es necesario que aclares la vajilla antes de introducirla en la máquina, puesto que ésta tiene que ser capaz de limpiarla completamente, lo que ocurre que por ahorro de agua y energía lo más común es facilitarle las cosa a la máquina. Nosotros en casa utilizamos una espátula de goma de las que se usan en las pastelerías, creo que también se llama lengua de goma, la puedes encontrar en los chinos y con ella retiramos al cubo de la basura la totalidad de los restos sólidos de comida. Como habitualmente usamos servilletas de papel, después de comer, a veces también las utilizo para dar un repaso a los platos con ellas antes de tirarlas a la basura. En cuanto a los vasos procuramos colocarlos boca abajo en la pila para que escurran su contenido y después los introducimos en la máquina.
Ahora hay que comprobar los ajustes de la descalcificadora que lleva la máquina incorporada y del dosificador del abrillantador. Si estos ajustes no están bien hechos se produce un lavado poco adecuado. La descalcificadora provee agua al aparato con un bajo contenido de cal. El abrillantador consigue que el vidrio quede reluciente y acelera el secado. Si estos dos ajustes están fuera de punto, la vajilla sale con aspecto blanquecino y la cuba del lavavajillas poco a poco se va incrustando de una capa de aspecto polvoriento cuando está seco. Los ajustes deberás hacerlos de acuerdo a lo que te indique el libro del fabricante y después con un ajuste final que le darás dependiendo del resultado. Es cuestión de probar un poco. Para ajustar la descalcificadora necesitas saber cual es el índice de cal del agua de tu zona en grados franceses (ºfh). Para ajustar el abrillantador es cuestión de probar e ir subiendo o bajando dependiendo del resultado.