Estafa

Adquirimos un cachorro a un supuesto criador de Sevilla, ¿por la nada despreciable cantidad de 740?, ¿De los cuales 60? Se nos pedía para la tramitación del pedigree a nuestro nombre. Se nos daba total garantías de que el perro tenía pedigree. Se nos comunicó que recibiríamos el pedigree vía postal en unas semanas. A los 3 meses hemos recibido lo que en un principio debía ser el pedigree, pero cuál es nuestra sorpresa al encontrarnos con un Reconocimiento de Raza Canina, expedido por la Sociedad Canina de Valencia, documento legal, pero que nada tiene que ver con un Pedigree. Para ser puramente un pedigree, es requisito indispensable que en el documento consten los tres antecesores del perro, es decir, padre, abuelo y bisabuelo. En el documento que hemos recibido, tenemos el nombre del animal, la raza, y el del propietario, pero nada más se indica. Abajo viene un espacio para el árbol genealógico, el cual, permanece vacío. Tan siquiera el espacio en el que debe constar el nombre del criador está relleno.
El presunto criador nos prometió desde un primer momento un pedigree, tanto de forma tácita como escrita, es cierto que el documento que se nos ha remitido es legal, pero nada tiene que ver con el documento que nosotros solicitamos. Nos hemos informado por foros de temática canina, y todos apuntan que lo que hemos recibido es un Reconocimiento de la Raza Canina, expedido por la Canina de Valencia, pero que no es un pedigree.
En el contrato de compra-venta, firmado y sellado por el presunto criador, se detalla que el perro tiene pedigree.
Empezamos a dudar si el perro pertenence a su criadero (he de decir que todos los trámites de compra-venta tuvieron lugar en una tienda de animales que regenta en el centro de Sevilla, cerca de la Macarena, pero por más que solicitamos acceder al criadero para conocer a los padres del animal, jamás accedieron a nuestra petición). Tenemos serios indicios que nos apuntan que esta persona no tiene un criadero como nos apuntaba, que se dedica a la importación de perros desde Europa del Este.
Este señor nos llegó a hablar de las instalaciones que tenían, del carácter de los padres de nuestro perro, de su genealogía, y resulta ser todo una falacia. Nos ha engañado vilmente, pero claro, el documento que nos ha facilitado es legal, no sé si a pesar de que este documento es legal, le puedo denunciar por estafa, por no haber cumplido las cláusulas del contrato de compra-venta, el perro no tiene pedigree reconocido por la Real Sociedad Canina Española.

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Es estafa cuando se usan argucias y artimañas para que otro haga un gasto de dinero, sin cuyas argucias y engaños no lo hubiera hecho.
Por lo que me dices parece claro que es una estafa y denunciable penalmente.
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Estoy de acuerdo en que sin entrar en la vivienda es muy difícil determinar el origen de los desperfectos de su vivienda, pero con todos los respetos debidos a un técnico que sabe más de esto que yo, por la dirección de las grietas que se han hecho es posible determinar si se deben al asentamiento del la casa, los cimientos que ceden, mala construcción, mala conservación etc. y aunque no lo pueda comprobar por dentro, el examen externo puede darle algún tipo de referencia aunque sea indiciario.
Normalmente, cuando se hace un informe de este tipo siempre se dice la verdad, pero se procura acrecentar los perjuicios y los argumentos en favor del cliente que es el que paga. Eso se llama "hinchar el perro".
La reclamación por "perjuicios causados por uralita con amianto", no he llevado ningún pleito en ese sentido y veo difícil o muy aleatorio meterse en el Juzgado a que se quite una instalación por dicho motivo. Necesitaría de forma previa un informe en ese sentido del técnico munipal del Ayuntamiento. Pídalo por escrito y si tiene algún "contactillo" a ver si logra que se lo den.
Para mí, veo más fácil el informe del arquitecto técnico, una valoración de daños y un requerimiento notarial para que me pague la factura y repare o tendrá que abonar esta factura y las que vengan en el futuro si no repara el origen de los daños porque se van a volver a producir.
No se puede imaginar lo que ablanda a los cabezones un notario reclamando doscientas mil pesetas o lo que sea en euros, por picar pared, rellenar, poner material aislante antihumedad, retirar los escombros y llevar al vertedero, raspado y alisado de pared y dos manos de pintura et., etc. etc.
Que el notario venga a su casa, saque un par de fotos a las grietas y enviarle a casa del vecino con las fotos y la factura le va a costar unas treinta mil pesetas más o menos. A nadie le gusta un notario en su casa con un requerimiento.Ni a mí.
Me temo que se ha equivocado al responder mi pregunta. Mi cuestión no trataba nada de viviendas, yo le hablo de un contrato de compra-venta de un animal.
En cuanto a la contestación que aparece en su pregunta es la máquina de Todoexpertos que se ha debido ir de copas.
A la persona que le contesté aparecía su pregunta sin contestar.
Lo siento.
En lo que se refiere a su problema tiene varias alternativas. Veamos:
1º Presentar una reclamación en la oficina del consumidor. Rápida, gratuita, les llaman por teléfono, no son nada más que "buenos oficios". Es decir, si no quieren arreglar no arreglan.
2º Lo que le han hecho a Vd. me lo hicieron a mí. El problema está en que el perrillo de mi hija es "tan de la casa" que solo le falta llevar el apellido. Así que me olvidé del pedigree y de la madre que parió a los de la tienda.
Vd. Puede hacer, vía legal, dos cosas: o bien iniciar una acción de devolución del perro y recuperación de su dinero ( se llama acción de resolución de contrato, art. 1124 del código civil) o bien puede ir a una reclamación de daños y perjuicios (No devuelvo el perro porque le tengo afecto pero Vd., me decía que el perro tiene pedigree y no lo tiene, luego no vale lo que Vd. me ha cobrado).
Como los de las tiendas saben que se les toma cariño, juegan a la engañifa que le han hecho a Vd. y a mí.
Problema: ¿Qué cuesta una reclamación de daños y perjuicios sin devolución del perro?. Probablemente más dinero que el que Vd. va a pedir, con una cuestión: Él documento firmado (yo ni siquiera firmé documento) tiene que leerlo un abogado que le garantice lo del pedigree y no hay alguna clausula escondida, de esas poco claras, a la que se pueda agarrar el de la tienda y que Vd. pierda el pleito que por su cuantía probablemente va a llevar las costas incluidas.
Resumen: Si decide devolver el perro tiene que meterse en el Juzgado. Si decide una indemnización ( en palabras sencillas: un descuento) me dirigiría a la Oficina del consumidor para no correr riesgos innecesarios y si con la oficina no logra nada hay un paso intermedio antes del Juzgado que es enviarle un notario, aunque eso le va a costar unas quince mil pesetas. Y si el notario le dice "que tiene que traer la minuta redactada"= el escrito que va a entregar al de la tienda, pues un abogado le cobra otras quince. Y suma y sigue. ¿Me explico?
Se explica usted perfectamente caballero, es más yo soy graduado social y entiendo con total familiaridad los términos legales. Pero en cuestiones de compra-venta algo ando pegada. Hemos seguido indagando, y hemos descubierto otro delito, creo, aún mayor. Este señor (el vendedor), nos aseguró que poseía un criadero, es más, nos habló de sus instalaciones y más. En todo momentos exigimos que el perro fuera suyo, es decir, que hubiese nacido de una monta cubierta por una hembra y un macho suyo. Le temíamos a los perros importados del Este de Europa como a un toro de miura. Pues ahora resulta que el perro, tal y como ellos nos aseguraban, no es de ellos, es de un criador de Granada que se lo vendío a ellos (Primer engaño). Hemos tenido que acudir al veterinario porque el perro tiene problemas de colitis constantemente, y según nos ha apuntado el veterinario (el también se dedica a la cría del Bulldog Francés), el perro tiene todas las papeletas de venir de Europa del Este. Nos han estafado nuevamente, no puedo demostrar que el perro proceda de Europa del Este, pero sí que puedo demostrar que no es de su criadero como nos aseguraron una y otra vez. Es más, el lunes pasado nos hablaban de los padres del perro, de lo nobles que son, y el jueves nos dicen que no los conocen. Historias para no dormir. ¿Con esta casuística no podemos hincarle el diente por ningún lado?
Gracias
Muy sra. mía:
Vd. Está planteando un problema que muchas veces es difícil de delimitar incluso para los propios jueces.
Se trata de saber "donde se encuentra la raya entre un incumplimiento de contrato, una golfería de comerciante y un engaño penal= una estafa."
Por ej: por qué una letra impagada, que es una promesa de pago, ¿es un incumplimiento de contrato y no una estafa ya que "me engañan en la promesa de pagarme que me hicieron"?.
Desgraciadamente, en el mundo del derecho, se asume que las relaciones derivadas del comercio pertenecen al ámbito mercantil y salvo excepciones muy evidentes, no pertenecen al penal.
En su caso ocurre lo mismo. Vd. ha sido engañada evidentemente, pero si presenta, por ej. una denuncia en comisaría, con bastante seguridad le van a decir que existen medios para resarcirse de los perjuicios sufridos por vía de los tribunales ordinarios y que por lo tanto el hecho no es penalmente enjuiciable.
Por mucho que se disguste con la situación, yo creo que en vía penal no va a prosperar su reclamación. Depende de dónde resida, de lo sobrecargado que este el Juzgado de Guardia... Imagínese que es Vd. el Juez después de una "noche dura" con salidas por muertos en accidente de tráfico, alrededor de las once de la mañana llegan los detenidos del día que han pasado la noche en comisaría. La gente viene con esposas, hay crisis de histeria de la familia de los detenidos. Se les toma declaración... y le entra una denuncia de una persona que dice, que cree pero que no puede demostrarlo, que se lo ha dicho un veterinario, que su perro es de un país del Este de padres desconocidos, sin pedigree y que el criador no es tal sino que los trae del extranjero y le han engañado en la compra, por caro que sea el perro.
Sigo creyendo que por ese camino está difícil pero inténtelo. Dese un salto a Comisaría y cuente su situación. Si le admiten la denuncia, lo más probable es que llamen al vendedor y se va a llevar un buen susto.
Dígame la decisión final que toma.
Ante todo agradecerle enormemente los minutos que me ha dedicado. Créame, me ha sido de gran utilidad. Yo en esto de Derecho Mercantil no estoy muy puesta, tengo algunos conocimientos, pero siempre es mejor contrastar opiniones. Evidentemente me consta que mi caso está complicado, hay muchos indicios, y pocas pruebas fehacientes, por mucho que yo sepa que el vendedor es un sinvergüenza y de los profesionales además. Voy a optar por la vía del defensor del consumidor, y voy a dejar aparcada de momento la judicial. Me tiene que tocar un juez sensibilizado y con una gran empatía en el tema de los perros para que el caso llegue a buen puerto, como me toque un juez apático con los animales, astiado con las caquitas de los perros y hasta las narices de los ladridos del perro del vecino... la llevo clara. Y seguramente con la suerte que tengo, el juez de turno pisará una caquita canina con sus flamantes zapatitos recién abrillantados, camino de mi juicio. Lo que me faltaba ya es tener que soltar más dinero y encima perder el caso, suficiente dinero nos hemos gastado ya en el perro. Pero bueno, al menos tenemos "derecho al pataleo". Y aunque ya sea meramente por "deformación profesional", yo voy a defender mis derechos, aún por vías extrajudiciales. No sé si estará usted de acuerdo conmigo, pero cuando te dedicas profesionalmente a esto de las leyes y la justicia, en cualquiera de sus ámbitos, y te ves dañado en tus derechos, te jode mucho más (permítame la expresión).
Lo dicho, muchas gracias por su sabio consejo. Un saludo desde Cádiz.

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