Una piscina particular

Una piscina de acero es un buen ejemplo para hacer una piscina precaria. Puedes coger unos bidones de chapa, quitarles la tapa y el fondo, y hacerles un corte transversal. Estas chapas puedes unirlas (ni siquiera hace falta soldarlas), haciendo un círculo, por lo que tendrás una circunferencia con una altura igual a la altura del bidón a más bidones más chapas y más grande por tanto el circulo y la piscina. En los extremos de cada chapa haces tres orificios a cada lado, uno abajo, otro en medio y otro arriba y pasas un cable de acero o un alambre grueso por cada nivel de orificios de manera que vayan alternos, es decir el cable del medio ata en sentido contrario. Une los dos extremos de los cables con un perrillo o con un tensor para que queden tensos y no escapen. Clava por detrás de las chapas al suelo unas varillas gruesas cada 50cm para impedir que la piscina se desplace. Coge un plástico grande (de invernadero), sin orificios ni uniones y forra la piscina con él, de manera que no quede tenso, para que el agua no le presione, átalo por detrás de las chapas al cable para que no escape... y ya puedes llenarla.
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