Hibiscus, Ficus benjamín y claveles

Es la 1ª vez que utilizo este servicio, a ver como me va.
Tengo un hibiscus al cual le salen manchas amarillas en las hojas para después pasar a amarillo completamente y caerse. ¿Solución para curarlo?
También tengo un ficus en mi lugar de trabajo al que se le caen las hojas tras ponérsele amarillentas, ¿mucha agua, aire acondicionado...?.
Por último tengo un maceta de claveles llena de una especie de algodoncito con unos bichitos blancos parecido a unos lepismas pero más pequeños. ¿Tienen salvación los claveles o me compro el año que viene otra maceta?
Gracias anticipadas por tus respuestas, experto-a.

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Me sería de gran ayuda para intentar darte una respuesta lo más acertada posible que me describieras un poco las condiciones de cultivo y los cuidados dispensados a tus plantas (país, región, interior, exterior, sustrato, riego, etc.)
Para todas las plantas el país es España y la REgión las Islas Baleares, concrectamente Menorca.
El Hibiscus esta en el exterior y lo regaba casi todos los días porque le daba el sol y se le ponían las hojas lacias (flojas). El sustrato es el del vivero donde lo compre. Como dato importante tengo que decir que el año pasado a final de verano lo pode mucho porque se le caían las hojas tras salirle manchitas negras y ademas lo trate con un spray comprado en erosky que tiene piretrinas.
El ficus esta en mi oficina donde en verano tenemos aire acondicionado y en invierno calefacción. Sustrato el del vivero. Riego 1 vez a la semana, aunque como esta al lado de una fuente puede que alguien cuando recoge agua lo riegue con las sobras.De viernes a lunes oscuridad.
Claveles en el exterior, riego día sí y día no, sustrato comprado en hiper para plantas con flor.
Vamos por partes:
Tanto el hibisco como el ficus puede que estén padeciendo una clorosis, lo que hace que el color verde de las hojas se vuelva amarillo y la planta pierda vigor.
Las causas posibles habría que buscarlas en las dificultades para la formación de la clorofila, lo que puede tener diferentes orígenes que producen idéntico efecto. Normalmente se debe al exceso o falta de algún elemento. La carencia de hierro en el suelo dificulta la formación de la clorofila. Si lo que hay es un exceso de cal se impide la fijación del hierro y se producen los mismos síntomas.
También es posible que la causa esté en las raíces si sufren ataques de parásitos o se encuentran en suelos pobres, con exceso de agua, mal aireados, demasiado densos, etc.
Las soluciones a la clorosis pasan por corregir las posibles causas. El añadir a la tierra sulfato de hierro corrige su falta. Para terrenos calizos es conveniente, además, incorporar abonos a base de materia orgánica que atenúan la acción de la cal. En este caso también conviene aportar hierro, en forma quelatada y pulverizándolo sobre el follaje, para facilitar su absorción. Se debe cuidar la dosis para no producir quemaduras en las hojas.
Si el problema está en el suelo debemos mejorar su calidad mediante abonado, aireación, etc.
Mi consejo es que comiences por regar con menor frecuencia estas dos plantas, en un intento de averiguar si la clorosis se produce porque el exceso de agua impide la asimilación de los nutrientes necesarios. De continuar los síntomas, trasplántalas a un sustrato de los usados para semilleros, previamente enriquecido con humus de lombriz.

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