Por qué los cristianos son así?

Ahora bien, en base a lo anterior, contestando mas especificamente su pregunta.

¿Por qué los cristianos son así? ¿Por qué Dios te va a castigar cuando haces algo malo si Dios supuestamente es pura bondad?

Es importante señalar la cita biblica siguiente:

Es decir, Dios busca hacernos reflexionar, de nuestras malas acciones, y como lo hace, estando alli, cerca de nosotros, esperando pacientemente, que le busquemos.

Pero mientras tanto, por estar nosotros lejos de el, somos nosotros mismos quienes permitimos que la oscuridad nos afecte, y la luz de Dios no pueda alcanzarnos, lo cual a la larga, como castigo, provoca que toda maldad del mundo se cruce en nuestras vidas, como lo es, las enfermedades, las injusticias, y las muertes sin perdon.

El prudente ve el peligro y lo evita;
El inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias.

Proverbios 27:12

Recordemos que Dios, es la Luz, es la vida, tambien conocido en el KARMA, como la energia del Bien, la energia positiva, la creacion, el todo.

Cuando nosotros tomamos desiciones, que afectan negativamente a otros, lo que hacemos es invocar en nuestras vidas, las energias negativas del mal, es lo que se conoce en el cristianismo, como darle la espalda a Dios, lo cual significa alejarnos de la Luz.

Que sucede ante esto, tu vida se ve afectada negativamente, y no solo tu vida, sino que tambien afecta a todos quienes te rodean y tambien a toda tu descendencia futura, tus hijos, asi como amigos, familia, y comunidad, ya sea en la economia, en lo laboral, y hasta en lo sentimental y hasta en la salud.

Todos los que han pecado sin conocer la ley, también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley, por la ley serán juzgados.

Romanos 2:12

En resumen, quien hace el mal, siempre sera arrastrado/manipulado, por lo que se conoce en cristianismo como la oscuridad del mundo.

Al comienzo quien hace el mal, sienta la euforia de que todos sus problemas se solucionan, pero mientras que esto sucede. Las famosas tentaciones mundanas, es decir tentaciones del demonio, lo cual, para los no creyentes, es conocido como la energia negativa, el mal que todo lo destruye, y para los supersticiosos conocida como MALA SUERTE. Poco a poco lo consumira, es lo que se conoce en el cristianismo como Saldar la deuda, o para los no creyentes, con el Karma, la justicia del universo busca recuperar el equilibrio.

En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo, recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aun más.

Lucas 12:48

Por eso, siempre hay que obrar haciendo el bien al projimo, pues quien salvaguarda los valores y los principios mas fundamentales, conservando la etica y la moralidad, y siempre tiene una Fe Ferrea, y por encima de todo proteger la vida, tanto la vuestra como la de los demas. Lo que en el cristianismo se conoce como Amor al projimo, y tambien para los no creyentes es conocido como amor a la vida.

Quien hace lo que es correcto, la vida se lo recompensara, ya sea en exito en los negocios, exito en la familia, amigos, incluso es mas que gratificante, y esa la paz interior, que todo el dinero en el mundo. El mal nunca hara ningun bien a nadie, por mas objetivas se miren las cosas. Saludos]

Porque así justifican sus errores ya que saben que siempre hay algo que les acahuetea ... y se les crea una moral viciada por la hipocresía...

Si robas algo te meten preso... y socialmente serás señaloado por ese acto siempre hastabpodes llegar a deprimirte...

Pero para ganar valor y no desmoralizarte y no caer en ese vacío existencial por la marginación social ... acudes entonces para salvaguardar tu integridad EMOCIONAL ... a creer en Dios Cristo y todas esas cosas...

O sea ... es un placebo emocional

Donde lo más real y sano y lógico de hacer es creer en vos mismo y superar te como persona... sin necesidad alguna de caer como pión de una doctrina . desvalorisandote a vos tus cualidades y virtudes...

MOPE

Sin entrar en larga charla, veras, las leyes físicas, también entran en el dominio de lo Universal. Hay una ley que supongo conoces, "una acción trae como consecuencia una reacción igual y de sentido contrario", eso es así en Lo que siembras cosecharas, en algunos textos hindúes, en la llamara rueda de vida tibetana, etc. Y el más severo juez, es la propia conciencia, ahora, para un debate más extenso, no lo puedo hacer por el espacio, etc. Sds.

Precisamente porque Dios te ama, no quiere que hagas nada malo, ya que eso es perjudicial para ti. Y hace todo lo posible para que no lo hagas, pero te da libertad, ya que sin libertad no podrías elegir el amor de verdad, con lo cual puedes llegar a la Vida Eterna.

Por ejemplo si tú amas a alguien, antepones el bien de verdad a los intereses vanos o desordenados. Si no amas, te dejas llevar por estos últimos y utilizas a los demás para ello, haciendo daño.
Desde luego que el mal siempre tiene consecuencias, consecuencias que también te pueden ayudar a arrepentirte, ya que el mal en términos absolutos solo lo es el pecado. Dios te perdona si te arrepientes, y te decides a vivir el amor de verdad.

Lo que te recomiendo es estar en gracia de Dios, y cumplir siempre los Mandamientos de Dios y de la Iglesia.

Si tu amas a los niños entonces aborreces el aborto

Si amas a la juventud aborreces el alcohol y las drogas

Si amas a la familia aborreces el adulterio y la fornicación

Si amas la paz tiene que haber justicia

Si hay justicia cada quien recibe la justa retribución a sus obras

Si el juez castiga las obras malas entonces el juez es bueno

Si el juez no castiga las obras malas entonces el juez no es bueno.

Si tu eres bueno, bondadoso, misericordioso...

Si tu eres pura bondad que harías con los que cometen asesinatos de niños, abortos, violaciones, vendedores de drogas a los niños, jovenes, y toda clase de maldades, que debe hacerse con ellos...

Gente que no se sacia ni cansa de pecar... si eres pura bondad ¿debes amar y perdonar? ¿Pedirle a los niños muertos que perdonen a sus asesinos incluido a sus propios padres? ¿Bondad y Justicia no iran justos?

Si te habras dado cuenta no he puesto a Dios en la Ecuacion, pero si ponemos a Dios en la Ecuacion piensa en todos los atributos

Amor

Bondad

Misericordia

Justicia

Soberania

Paz

Santidad... etc... etc...

Dios es Dios y no puede dejar de serlo, tiene todos los atributos es en todo tiempo todo eso y mas al mismo tiempo, quien puede entender la mente de Dios, quien fue antes que el para enseñarle, si aun lo mas necio de Dios es mas sabio que la sabiduria de los hombres...

No pregunta tienen una perspectiva limitada...

Por principio, debemos definir que es bueno y que es malo. Respecto a que se compara.

Para los cristianos, lo bueno y lo malo lo determinan en base a hechos contados en la Biblia, y en base a hechos bíblicos determinan si hay castigo o no lo hay. Porque algún el castigo debe ser definido, ¿qué cosa es castigo y hasta donde es benefico?

Entonces, ellos te hablan desde el punto de vista que ellos tienen, y porque ellos decidieron ser juzgados por Dios en base a los hechos comentados en la biblia.

Pero si tu no eres cristiano, tu decidiste establecer tu corazón como referencia para definir que es bueno y que es malo, y tienes tu propia conciencia que te acusa por las maldades cometidas, así como tu buen ánimo, que te premia por tus bondades.

Así pues, los cristianos decidieron seguir los pasos de Cristo, y es en Cristo mismo que serán juzgados. ¿Su castigo? Será el ser alejados de la presencia de Dios.

Pero tu al no ser cristiano, decidiste vivir de acuerdo con los sentimientos de culpa o gozo que llevas en tu corazón, y es en base a ese sentir que alcanzará o no la presencia de Dios.

Como vez, todo es relativo, aún los juicios u los castigos. Todo depende de como hayas decidido vivir tu vida, en que creas y en que mo creas. No porque alguien te diga que las cosas son de este modo o de aquel otro, pienses que será así también para ti. Las cosas para tí serán como tu aceptes que sean..

Hola Josue Crick

Primero creo que hay que definir que todos los creyentes, sean de la religión que sea, creen tener la razón respecto a sus creencias, nadie cree en algo falso a sabiendas que es falso, por lo tanto todo creyente está en posesión de la verdad absoluta, desde su punto de vista.

Y la verdad en los creyentes es que todos los que están bien informados y son inteligentes creen lo mismo que ellos, por lo tanto todas las personas creen en Dios. SU Dios, con SUS reglas. Y por lo tanto, cuando no sigues sus normas estás cometiendo un delito que debe ser castigado.

En el caso de las religiones abrahámicas (cristiano/judaísmo/islam) existe una dualidad respecto a Dios, para todos sus seguidores Dios es bueno y justo, pero tan pronto dejas de seguir sus reglas es violento y vengativo, por eso cuando haces algo malo vas a ser castigado, lo mereces por infringir las normas.

Así como no puede existir la luz sin la oscuridad, o el calor sin el frío, Dios no puede existir sin un antagonista o enemigo, no importa cuanto ame a sus enemigos, infringen SUS reglas y por lo tanto deben ser castigados sin ningún tipo de piedad o misericordia, pero sin odio, con mucho amor. Y mientras siga siendo enemigo seguirá siendo castigado cruelmente.

¿Qué significa ser cristiano hoy?

Esta pregunta nos trae a la memoria aquel magnífico libro de Han Küng, «Ser Cristiano», que tanto ha enseñado y tanto a confortado a cristianos de todo credo. Si me preguntan qué significa ser cristiano «hoy» diría que me resulta tan fácil de contestar (que no de «practicar») en el plano ético, como complicado de decir en el plano estrictamente religioso o trascendente. Dicho con palabras de la judía-alemana Hanna Arendt (La condición humana), tenemos claro qué significa el cristianismo desde el punto de vista de la «acción», pero, ¿y desde el punto de vista de la «salvación»?

Como «ética cristiana» no podemos entender otra cosa que trasponer, al siglo XXI, el mandato de Jesús, recogido en Mateo 10:8, “sanad enfermos, limpiad leprosos,…”; eso significa hoy: desprenderos del «hombre viejo» que no es otra cosa, ahora, que esa hiperinflación del yo que nos domina, y abrirse al otro del que hablaba Levinas. ¿Qué es la ética cristiana? Por mucho que se haya manipulado, interpolado, falsificado históricamente, la ética del cristiano es la ética de Jesús y –si se quiere- la ética de Pablo, la kénosis de Filipenses 2:7. Como decía el viejo zorro alemán Nietzsche, la ética de Jesús es reconocible “a pesar de los evangelios”: todo aquel que no acusa, no se defiende, no acude a los tribunales…, ese será cristiano, y esa práctica será posible siempre y en todo tiempo (El Anticristo). El cristiano, hoy, es el que se dona, en la parroquia, en la iglesia, en la ONG, el que se preocupa por la suerte de los desgraciados, de los refugiados, de los náufragos y hambrientos, el que está allí, con Médicos del mundo, con Cruz Roja, con cualquier ONG católica, anglicana, …; allí donde el sufrimiento nos llama. Se nos dirá: ¡Pero esa ética es posible también entre gentes de otros credos o de ningún credo! Efectivamente, la ética cristiana es una ética que –después de desmontar las estructuras del Dios de la metafísica (Vattimo)- ya no tiene pretensiones de exclusividad ni superioridad; convive y actúa con otros marcos éticos. Si presumiera de superioridad sería como aquel fariseo de la parábola de Lucas 18, 10:14, que se jacta en el templo de no ser como el cercano publicano que, lleno de temor, no se atreve a mirar hacia el Señor. El cristianismo es, también, una ética, no la ética. Otra cosa, de discusión más erudita, es si todas las éticas laicas o secularizadas son versiones modernizadas del viejo impulso cristiano. Sí, tal vez, en Occidente; pero no podemos negar –ningún cristiano consciente lo hace- el valor de otras éticas, más o menos similares, nacidas en el Islam, el judaísmo o las religiones de Oriente.

Bien, sabemos así que es ser cristiano hoy, éticamente. Avancemos.

Ciertamente, si alguno de nosotros pudiera practicar la ética de Cristo con un mínimo de coherencia seríamos cristianos ejemplares, hombres y mujeres necesarios en el mundo. Lo que comentaré a continuación pertenece a otro ámbito de lo cristiano: la fe, la creencia, Dios... Y es que el cristianismo es –no lo olvidemos- una «religión», que está constituida por una creencia en un absoluto, un absoluto llamado «Dios», palabra hermosa donde las haya a pesar de todo lo malo dicho y hecho en su nombre, como nos recordaba el gran Martin Buber(Eclipse de Dios). Pero, para el hombre del siglo XXI, recorrido por todos los poros de su piel por las circunstancias de este tiempo, ¿qué significa «creer»? ¿Podemos creer con la fe de antaño? Todo invita al hombre al descreimiento: la ciencia, el nihilismo contemporáneo, la cultura del aquí y el ahora, las injusticias globales… Llevamos décadas anclados en el escepticismo religioso. Miramos más allá y vemos dudar a los hombres de fe. Vimos dudar a los pastores evangélicos en las películas de Bergman, hace ya sesenta años; vemos dudar a los pastores de este tiempo como en To The Wonder (Terrence Malick, 2012.). Vimos al propio pontífice –entoncesBenedicto XVI- preguntándose por Dios en el silencio ominoso de Auschwitz. Ciertamente, hemos dulcificado el término y hablamos de «silencio», del silencio de Dios, de su tardanza en manifestarse, de su dureza de oído ante los gritos de sus hijos. ¡Es tan difícil creer! ¡Es tan difícil, como ya nos advertían los teólogos de la muerte de Dios (Hamilton, Vahanian,..) acercar el Evangelio al hombre de este tiempo! Pero, ¿podemos ser cristianos sin creer? Este es el núcleo del problema, ante el que debemos reaccionar con radical sinceridad: nuestro intelecto –como le pasaba a Unamuno- llega sin dificultad al ateísmo práctico, a decir “no hay Dios”; pero todas nuestras potencias desean su existencia, su presencia. Todas nuestras fuerzas lo anhelan, sea cual sea la forma en la que lo queramos imaginar: el relojero universal de los deístas, el dios “tapagujeros” que denunciaba Bonhoeffer, el Dios-Padre amoroso al que Cristo se dirigía; el Dios omnipotente o kenótico, el que sea. Con Unamuno y con el filósofo cristiano italiano Gianni Vattimo, hoy nuestra sinceridad hacia Él y hacia los hermanos nos hace repetir este fórmula: ¡Señor, quiero creer!.

Para empezar, Dios no te castiga, es la justicia de Dios la que te premia o castiga de acuerdo a tus acciones, Si haces daño a alguien, tarde o temprano lo pagas... en esta vida o en la proxima... t, an simple como eso... no hay otra explicacion.

Eduardo redmoon, El Karma es LO MALO, el Karma ¨¨BUENO se llama Dharma, hable con propiedad porque al encontrarse errores en lo que intenta trasmitir, lleva a pensar que no sea el único, por cierto la respuesta de mi compañero EXPERTO El Observador, merece TANTO RESPETO COMO como la tuya, no creo en ningún Dios castigador y tú tampoco... date cuenta si Dios castigase las malas acciones como tú dices ¿no fulminaría a los curas pederastas(viola niños? ¿Qué castigo crees que deberían tener..? ¿Dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios... el oro... es de Dios? Porque hasta donde yo se Jesús no tenía oro, por tanto creo que será del César, o sea Hacienda... NO del VATICANO

1) El Vaticano posee riquezas para acabar con la pobreza mundial dos vecesPor Kaos. Especiales Publicado el Ene 7, 2019 CompartirPublicidadEn la revista italiana “Oggi” el tesoro en oro del Vaticano, en base a “informaciones extraordinarias” fue colocado detrás del de los EEUU, como el segundo más grande del mundo con 7000 millones de liras = 3.500.000.000 Euros.

2) Fuente Rtve-1... ESTO EN ALEMANIA SOLO:Aproximadamente la mitad de las víctimas de esos abusos eran menores de 13 años y en uno de cada seis casos se trató de "alguna forma de violación". Para dos tercios de las víctimas, los ejecutores de los abusos eran sus confesores o curas con los que mantenían algún tipo de vínculo religioso.

Las diócesis alemanas han tardado cinco años en elaborar el documento, tras revisar y analizar más de 38.000 archivos de 27 diócesis y entrevistar a más de 50 religiosos sospechosos. El documento deja patente que el abuso sexual de menores ha sido una práctica ampliamente extendida durante décadas en el seno de la Iglesia.