Temperamento
Me gustaría que alguien me pudiera dar un consejo a cerca de relaciones de pareja. Tengo un problema con mi pareja. La cuestión de nuestra continua crisis es que discutimos constantemente. Los motivos no son serios, de quedar con unos amigos por la tarde a ver como se ríe más con ellos que conmigo.
Son cosas sin demasiada importancia, pero tengo el carácter demasiado fuerte y me altero enseguida. También soy muy celosa y por motivos así me mintió en una ocasión. Aunque yo también he actuado mal con mis continuos enfados días y días. Hace medio año que lo retomamos después de dos meses sin estar juntos, ya que no podíamos seguir con aquel ritmo porque no podíamos más.
No sé que hacer, no pretendo dejar nuestra relación pero quiero que dejemos de estar así y quizás el problema sea mi carácter.
Son cosas sin demasiada importancia, pero tengo el carácter demasiado fuerte y me altero enseguida. También soy muy celosa y por motivos así me mintió en una ocasión. Aunque yo también he actuado mal con mis continuos enfados días y días. Hace medio año que lo retomamos después de dos meses sin estar juntos, ya que no podíamos seguir con aquel ritmo porque no podíamos más.
No sé que hacer, no pretendo dejar nuestra relación pero quiero que dejemos de estar así y quizás el problema sea mi carácter.
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La verdad es que discutir tanto acaba con cualquier relación. Podríamos hablar de una mala comunicación, en cuyo caso cada uno tendría que aprender a decir lo que siente sin herir al otro y a mostrar sus razones sin apabullarle, además de aprender a no atender tanto a nuestro orgullo. Una terapia de pareja puede veniros muy bien para aprender esas cosas.
Por otro lado, la contribución concreta de tu carácter al problema puede que sea mucha, tal como supones, de manera que tú necesitarás reflexionar sobre el contenido y significado de esos enfados por cosas sin importancia (¿por qué te enfadan si no tienen importancia? ¿Será qué sí la tienen?).
El quehacer más inmediato sería poner límites a los enfados y no permitir que se transpasen (por ej. yéndonos de la escena en cuanto se produzcan). El segundo sería hablar sobre un enfado concreto reciente cuando estéis en calma y bien; contaros lo que sentíais, cómo os sentías, qué es lo que se siente cuando nos hieren las palabras o los actos del otro: y tal comunicado de sentimientos que sea incontestable, el otro simplemente escucha, no intenta demostrarnos que "no teníamos por qué sentirnos así", sino que acepta "que nos sentíamos así". A partir de esta mutua aceptación de los sentimientos de cada uno en el enfado, ya se puede hablar de nuestro carácter, de lo que nos cuesta esfuerzo, de los límites, de qué hacer,...
Lo de que el comunicado de los sentimientos o emociones o pensamientos que tenemos antes o durante el enfado, sea incotestable por el otro es muy importante. Muchas veces, el otro nos dice que se siente mal por esto y por esto, y nosotros nos sentimos atacados y nos ponemos a la defensiva, en vez de aceptar su emoción como tal, y a partir de ahí ver qué factores, nuestros, del otro, y de la situación, influyeron en sentirse así. Sería tratar a las emociones no como buenas o malas sino como señales de algo que habrá que ver qué es.
Con estas tareas podéis ir haciendo una "terapia a la relación", y si al cabo de un tiempo prudencial de practicarlas no funciona, entonces podéis plantearos acudir a un terapeuta.
Por otro lado, la contribución concreta de tu carácter al problema puede que sea mucha, tal como supones, de manera que tú necesitarás reflexionar sobre el contenido y significado de esos enfados por cosas sin importancia (¿por qué te enfadan si no tienen importancia? ¿Será qué sí la tienen?).
El quehacer más inmediato sería poner límites a los enfados y no permitir que se transpasen (por ej. yéndonos de la escena en cuanto se produzcan). El segundo sería hablar sobre un enfado concreto reciente cuando estéis en calma y bien; contaros lo que sentíais, cómo os sentías, qué es lo que se siente cuando nos hieren las palabras o los actos del otro: y tal comunicado de sentimientos que sea incontestable, el otro simplemente escucha, no intenta demostrarnos que "no teníamos por qué sentirnos así", sino que acepta "que nos sentíamos así". A partir de esta mutua aceptación de los sentimientos de cada uno en el enfado, ya se puede hablar de nuestro carácter, de lo que nos cuesta esfuerzo, de los límites, de qué hacer,...
Lo de que el comunicado de los sentimientos o emociones o pensamientos que tenemos antes o durante el enfado, sea incotestable por el otro es muy importante. Muchas veces, el otro nos dice que se siente mal por esto y por esto, y nosotros nos sentimos atacados y nos ponemos a la defensiva, en vez de aceptar su emoción como tal, y a partir de ahí ver qué factores, nuestros, del otro, y de la situación, influyeron en sentirse así. Sería tratar a las emociones no como buenas o malas sino como señales de algo que habrá que ver qué es.
Con estas tareas podéis ir haciendo una "terapia a la relación", y si al cabo de un tiempo prudencial de practicarlas no funciona, entonces podéis plantearos acudir a un terapeuta.
Muchas gracias por tu consejo y ayuda. Espero que pueda ser así y que se solucione lo más pronto posible. Analizaré mejor mi carácter e intentaré no enfadarme tanto por ciertos temas sin tanta importancia, al fin y al cabo hay cosas más importantes.
Un saludo.
Un saludo.