Limpieza de monedas
Amig@s, tengo algunas dudas sobre la limpiezas de piezas pero sobre todo en impassioned de bronce romanas.
Yo las limpio con agua y un cepillo de dientes cortado por la mitad para tener más dureza. Me recomiendas otro método. Hay algún producto que ataque a la tierra o incrustaciones que tiene las monedas sin que perjudique a la patina.
Yo las limpio con agua y un cepillo de dientes cortado por la mitad para tener más dureza. Me recomiendas otro método. Hay algún producto que ataque a la tierra o incrustaciones que tiene las monedas sin que perjudique a la patina.
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Respuesta de nibiru76
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Amig@:
Primeramente decirte que es importante trabajar con un restaurador capacitado en estas cuestiones, ya que una mala actuación sobre una pieza puede no sólo destruir el objeto sino la información que nos puede aportar.
El tema de los metales es uno de los más complicados en el mundo de la restuaración y no digamos ya de la pátina, por ello se requiere el trabajo de expertos, pero, ante todo, y sabiendo que no siempre se disponen de los recursos necesarios mi consejo es el siguiente: No intentes restaurarlos, intenta preservarlos al máximo. Para ello si no dispones de recursos aplica siempre la lógica y el sentido común. El agua es lo peor que puedes utilizar para limpiar monedas, en especial si la intervención de este elemento no se justifica por pertenecer a un proceso químico específico de limpieza. Ten en cuenta que los metales se corroen precisamente por la humedad, así que intenta justo lo contrario: deseca la pieza, límpiala con alcohol o acetona (fáciles de conseguir), sólo lo justo para eliminar restos de tierras y suciedad superficial si te es imprescindible y no cuentas con restauradores, y sobre todo, ten mucho cuidado a la hora de "rascar" la superficie con elementos duros, ya que puedes dañar la superficie. Un cepillo suave y palitos de naranjo para eliminar depósitos sueltos, pero no te recomiendo que intentes ir más allá si no dispones de los medios y conocimientos necesarios. Lo mejor es que recurrar a la ayuda de los técnicos de museos cercanos, instituciones, etc. Para su conservación y transporte recuerda que aunque nosotros lo apreciemos como metal:duro, resistente y demás son piezas que han vivido muchos años y han sido expuestas a un cambio brusco de sus condiciones medioambientales durante siglos, hay que tratarlos con cariño que no son lo que parecen, el tiempo hace mella en todo y en todos, así que procurale una cama acolchada de materiales inertes (no algodón, telas, papeles : elementos que absoren humedad del medio y la aportan a la pieza favoreciendo su Corrosión), sirve el poliexpan, y similares, de forma que no se golpee o se mueva y puedan romperse y aislalas en bolsas de plástico estable, pero con un pequeño orificio de ventilación para que se vaya adaptando paulatinamente al medio y se regule su humedad.
En fin no sé si te habré ayudado mucho, pero siempre mucho cuidado con estos materiales, no uses nunca ni agua ni ácidos ni le sometas a cambios bruscos, trátalos como un enfermito con una gran historia que contar y al que hay que darle posibilidades de contarla.
Primeramente decirte que es importante trabajar con un restaurador capacitado en estas cuestiones, ya que una mala actuación sobre una pieza puede no sólo destruir el objeto sino la información que nos puede aportar.
El tema de los metales es uno de los más complicados en el mundo de la restuaración y no digamos ya de la pátina, por ello se requiere el trabajo de expertos, pero, ante todo, y sabiendo que no siempre se disponen de los recursos necesarios mi consejo es el siguiente: No intentes restaurarlos, intenta preservarlos al máximo. Para ello si no dispones de recursos aplica siempre la lógica y el sentido común. El agua es lo peor que puedes utilizar para limpiar monedas, en especial si la intervención de este elemento no se justifica por pertenecer a un proceso químico específico de limpieza. Ten en cuenta que los metales se corroen precisamente por la humedad, así que intenta justo lo contrario: deseca la pieza, límpiala con alcohol o acetona (fáciles de conseguir), sólo lo justo para eliminar restos de tierras y suciedad superficial si te es imprescindible y no cuentas con restauradores, y sobre todo, ten mucho cuidado a la hora de "rascar" la superficie con elementos duros, ya que puedes dañar la superficie. Un cepillo suave y palitos de naranjo para eliminar depósitos sueltos, pero no te recomiendo que intentes ir más allá si no dispones de los medios y conocimientos necesarios. Lo mejor es que recurrar a la ayuda de los técnicos de museos cercanos, instituciones, etc. Para su conservación y transporte recuerda que aunque nosotros lo apreciemos como metal:duro, resistente y demás son piezas que han vivido muchos años y han sido expuestas a un cambio brusco de sus condiciones medioambientales durante siglos, hay que tratarlos con cariño que no son lo que parecen, el tiempo hace mella en todo y en todos, así que procurale una cama acolchada de materiales inertes (no algodón, telas, papeles : elementos que absoren humedad del medio y la aportan a la pieza favoreciendo su Corrosión), sirve el poliexpan, y similares, de forma que no se golpee o se mueva y puedan romperse y aislalas en bolsas de plástico estable, pero con un pequeño orificio de ventilación para que se vaya adaptando paulatinamente al medio y se regule su humedad.
En fin no sé si te habré ayudado mucho, pero siempre mucho cuidado con estos materiales, no uses nunca ni agua ni ácidos ni le sometas a cambios bruscos, trátalos como un enfermito con una gran historia que contar y al que hay que darle posibilidades de contarla.
