¿Cómo puedo hacer?

Hola necesito un consejo sobre sexualidad. Tengo 22 años, Resulta que tengo una novia hace 3 meses de 19 años, hemos comenzado a besarnos muy apasionadamente, un día que pude salir con ella en carro me fui a un lugar oscuro a ver si podíamos tener algo más que besos, casi hacemos el amor simplemente a mi no me dio muchas ganas por que a veces pasaban carros y a ella creo que le paso lo mismo. El caso es que ella me sorprendió cuando me contó que era virgen, ahora estoy loco por estar con ella, tengo pensado invitarla a un motel de la ciudad, pero no se como decírselo me da pena me da vergüenza, por que nos que hablemos muy abiertamente de eso y también no se si ella me aceptara, necesito un consejo de como decirle lo que quiero hacer con ella sin pasar una pena. La verdad soy inexperto con vírgenes. Muchas Gracias

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El dolor supuesto o real a la primera relación sexual es con frecuencia una situación difícil de manejar para una pareja novel. Esta primera vez es de primordial importancia pues, puede marcar la diferencia entre una vida sexual de gusto y gozo, y otra de compromiso y evitación.
Evitaremos echarnos todo el rollo psicoanalítico e iremos al grano con claves de conducta. Cuando una mujer es muy sensible y temerosa a la penetración, o bien, de la aproximación de su pareja a su genitalia; yo sugiero esto. En una forma pausada déjese llevar por el placer de sentir la cercanía de su amado. Permítase acostumbrarse a su presencia, i.e., apariencia, olor, sabor corporal total, voz, tacto--como van las caricias de uno al otro, y peso. A la medida que se va sintiendo cómoda permítale "bañarle" a besos. Si están de acuerdo con el sexo oral, permítaselo y gócelo. Nada de penetración. Esto les da la ventaja de acostumbrarse al placer, fomentarse confianza, darse una cálida sensación de entrega mutua y permitiéndole a su pareja conocer y reconocer su genitalia. (Así, sí da gusto aprender anatomía comparativa.)
Lograda esta fase, permítase introducirse el dedo meñique de él en su vagina. No lo haga en forma súbita, siéntase lubricada, excitada y deseosa. No lo lleve directo, esparza sobre sus labios mayores y menores su lubricidad. Introdúzcaselo lentamente, poco a poco y gírele la mano. No omito advertir que sus manos deben de estar limpias y sus uñas bien cortadas. Sienta su presencia, no se apresure. Sólo limítese a sentir, no se masturbe. Con amor y placer estarán dilatando el calibre del himen, y aumentando el gozo y quitándose el temor al orgasmo.
En la próximas cuantas sesiones, introdúzcase el anular hasta que esté cómoda con el pulgar. Cuando lo logren, cambie y agregue al juego dos dedos. Los mismos pasos, excitación, introducción paulatina, rotaciones, dilatación, placer, confianza y deseo. Cuando estén listos prosigan a la introducción del miembro viril. Primero mucha estimulación digital, y luego con su miembro los pasos ya enumerados. Acostúmbrese a su presencia y luego con confianza muévase y guíe la pelvis de su amado, controle el grado de penetración. La posición "Misionero" tanto como para el hombre como para la mujer encima les da confianza y comodidad.
¿Quién dijo que tiene que ser una iniciación sexual de terror, pena/verguenza, sangre y dolor? ¡Que goce de una larga y sana sexualidad!

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