Limpiar liquido hidrófugo y limpieza de obra

Acabo de terminar de consturir mi casa y el líquido hidrófugo que han echado en la fachada se ha quedado pegado en los cristales y han pasado los albañiles a la casa por lo que las huellas, aunque he intentado limpiarlas no salen... Lo mismo con el polvo que sale de instalar las luces, por lo que la lechada de color marrón, ahora es blanca...
Me han comentado que pruebe con disolvente/aguarras para los cristales y para sacar el color de la lechada con ácido pero me da miedo que se quite el color del azulejo...
Me podéis ayudar, ¿decirme qué productos y dónde puedo comprarlos?

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El mortero hidrófugo se irá fácilmente con una solución jabonosa de agua y ácido suave (el mismo vinagre blanco te puede servir, tiene una concentración baja y es barato). Prepara un cubo con una proporción 10:1 (10 agua, 1 de vinagre) y un chorro de jabón tensoactivo (el mismo Fairy te servirá) y deja actuar unos minutos. Luego frota bien con un cepillo, limpia con una fregona, y echa de nuevo una buena cantidad de agua con jabón tensoactivo, para evitar micelas de cemento (este cemento forma micelas o pompas, que impiden que el agua penetre, por eso es hidrófugo). Puede ser que tengas que repetir el proceso, porque el cemento es muy pesado de quitar.
Los azulejos y baldosas no perderán el color a menos que sean baldosas hidráulicas (cosa que imagino casi imposible porque además de ser espantosamente caras se colocan en menos del 1% de las viviendas), y que reconocerás fácilmente porque son rugosas, imperfectas y recuerdan a las baldosas rústicas de toda la vida. Si tus baldosas/azulejos tienen brillo, es que están esmaltadas o gresificadas, en cuyo caso el vinagre no les hará nada.
Respecto a la lechada, ya solo con el contenido de la mezcla en jabón saldrá el color, ya que el cambio de tono no es químico sino meramente físico (las partículas de cemento se han quedado incrustadas). Una minuciosa limpieza con la misma disolución, aplicada directamente sobre las juntas con un cepillo de cerda dura será suficiente.
Y en cuanto a los cristales, más de lo mismo, pero aplícalo con una esponja, y sin saturar ésta, para evitar que caiga por el cristal hacia la carpintería, según de qué material sea puede sufrir algo. Un buen truco es usar dos esponjas, colocando la segunda, totalmente seca, bajo la primera, para que recoja el líquido que rezume.

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