Sobre depresión recurrente

Llevo tratándome de mi cuarta depresión recurrente durante seis meses (cuarta depresión en mi vida. Pero solo con tratamiento en las dos ultimas. 18,26,35 y 50 años) con mirtazapina, idalpren, citalopran, elontril y haloperidol. ¿Es normal que al cabo de este tiempo tenga los mismos síntomas de incapacidad, miedo a afrontar cualduier tipo de trabajo o reto, retraimiento social y familiar y ideas de desaparecer de este mundo? ¿Puedo estar en peligro de que esta depresión sea ya definitiva pues no remite con el tratamiento?

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Para la depresión hay numerosos tratamientos, y luego algunas técnicas de implementación. Veo que te han puesto haloperidol, el cual es un antipsicótico que se podría usar en la depresión psicótica, pero que favorece la depresión. Al parecer, en la depresión psicótica se ha mostrado eficaz la combinación de Olanzapina (antipsicótico pero que no favorece la depresión) y Fluoxetina ( Schatzberg, A.F., Cole J.O., y DeBattista. Manual de Psicofarmacología clínica. Barcelona: Ars Medica; 2005.)
No pienses que no vas a remitir de esta depresión porque puede ser otra de las ideas depresivas. Además, también te vendrá bien el considerar todos los aspectos implicados, como los psicológicos, para lo cual te vendrá bien el fomentar la paciencia, y el no querer controlar todo lo que te sucede, o el que las cosas sean como a ti te interesa.
Te recomiendo que mires a tu enfermedad desde la generosidad, desde lo que puedes aportar con ella a los demás, no desde tus meros intereses superficiales. Hay una cosa que siempre es posible en cualquier circunstancia y esto es hacer el máximo bien que depende de uno, en la vida, y ante los acontecimientos, por encima de los superficiales intereses. No se trata de esperar a mejorar para hacer algo en la vida; así no funciona, y así uno nunca mejora. Se trata de empezar a aprovechar la vida, en el sentido de hacer lo que está en manos de uno, desde el momento en el que uno se encuentra, no pretendiendo hacer más de lo que uno puede (lo cual hablaría de desviación en la intención), sino hacer lo que se pueda con lo que se tiene (lo cual, con recta intención, siempre será mucho). De este modo, uno no se obsesionará con nada (por deseable o conveniente que pareciera), ya que sabría que no todo depende de uno, y que, como el objetivo es tan grande, tampoco sabe a ciencia lo que es mejor, y además se conforma con lo que surge, mirándolo de nuevo con sus posibilidades de cara a hacer el bien.
Cuando uno vive prioritariamente para los intereses de uno, es fácil que se obsesione con un determinado resultado que cree que le interesa. Si el objetivo es más generoso, es más fácil "soltar", en el sentido de no pretender controlar todo lo que ya no depende de uno. Esto no es incompatible, sino todo lo contrario, con un tratamiento razonable de aquello que lo requiere.
En este sentido, abajo te dejo un blog sobre actitudes saludables, así como alguna película y libros recomendables.
Ana gracias por tu respuesta la cual me aporta una visión diferente a mis pensamientos. Creo que lo que sugieres puede ser un inicio para salir de este pozo.De nuevo muchas gracias.

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