Carburador

Las explosiones durante las retenciones se deben a que la escasez de mezcla en el interior del cilindro tiene como consecuencia una baja compresión; cuando la compresión es pequeña (las moléculas están alejadas unas de otras) la velocidad de transmisión del frente de llama es baja; tanto es así que suele llegar a ser más rápido el pistón en su descenso que el frente de la explosión que en teoría lo debería impulsar; todo ello debido a la energía que está aportando la inercia de la moto y su carga.
El pistón avanza hacia el pmi (punto muerto inferior), un poco antes se abre la válvula de escape y el frente de llama encuentra una salida y provoca una detonación sonora e incluso, en ciertas condiciones de iluminación se podrían ver llamarazos azulados en el escape.
Todo esto es bastante normal en motores de moto puesto que están dimensionados sus elementos para que los gases circulen con la mayor facilidad posible por conductos de admisión y escape. Ahora bien, estas explosiones se ven acrecentadas hasta ser muy molestas si la mezcla de baja es demasiado pobre (contiene poca gasolina). Evitar esta situación suele ser muy fácil si no hay problemas de entradas de aire falso a la admisión por defecto de los manguitos, juntas en el carburador, etc. Bastaría con girar un cuarto de vuelta el tornillo de regulación del mezcla; normalmente en sentido antihorario, pero esto depende de modelos y características. En todo caso el método de prueba-error es aquí muy válido. Lo importante sería no aplicar toques mayores de ese cuarto de vuelta por cada intento, en un sentido u otro.
Al regular la mezcla hay que comprobar que, desde el ralentí y con el motor caliente, a un golpe de gas sobre el acelerador el motor sube de vueltas sin titubeos y al cortar el gas las revoluciones bajan rápidamente hasta el ralentí. Si el motor se queda acelerado o le cuesta mucho bajar hasta el ralentí significaría, casi seguro, que hay una entrada de aire falso responsable de que la mezcla sea pobre.