Siento muchos deseos de embarazarme

Me siento desesperada hace meses perdí a mi bebe de días de nacido y ahora me a entrado muchos sentimientos entre ellos una desesperación por embarazarme por sentir mi pancita otra vez y cuando pienso que debo esperar por que es peligroso por la cesárea me entristeze por que quiero pronto intentarlo sin importar los riesgos y siento que no voy a ser feliz de hecho no soy Feliz.

Me siento lista eh pensado en que podía ser una manera de aliviar la ausencia de bebé pero yo tengo muy en claro que mi bebe ya nunca más lo voy a tener que el próximo va ser un embarazo distinto un bebé diferente.

Solo paso pensando en mi bebé y en un futuro bebé me siento triste por que quiero saber lo que es ser madre completa soy mamá pero no se lo que es cuidar de un hijo. Mi bebé despertó con más ganas el deseo de tener otro hijo

Será un problema psicológico el hecho de que siento que no seré feliz si no tengo un bebé si no lo intento será normal esta desesperación por tener un bebé en mis brazo tocarlo y alzarlo que debo hacer?

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Amiga, me entristece mucho leerte, pero intentaré ayudarte... te voy a explicar las etapas del duelo por el que tienes que pasar.

No importa el tiempo que hayas estado embarazada… la duración del embarazo no se correlaciona directamente con la profundidad del dolor experimentado por lo que esta muerte desencadenará en la pareja un proceso de duelo en donde experimentarán emociones y reacciones intensas. Los días, semanas e incluso meses después de una pérdida pueden ser profundamente dolorosos. En este sentido, hay algunos factores que pueden intensificar este dolor como, por ejemplo, el tiempo que se ha demorado en concebir el bebé, la edad de la mujer que tiene con el paso de los años una mayor presión biológica, la pérdida de embarazos múltiples y los sentimientos de apego a medida que progresa el embarazo, entre otros.

Por lo tanto, al igual que cuando se sufre la pérdida de un familiar o un amigo, este duelo estará caracterizado por diversas fases que comprenden una mezcla de emociones como tristeza, culpa, ira, confusión, sentimientos de traición, negación, añoranza, vergüenza, entre otros. Al recibir la noticia, los padres ingresarán en una Fase de Negación expresada bajo la frase “esto no me puede estar pasando”. Esta incredulidad y entumecimiento es un mecanismo de nuestra mente para digerir en pequeñas dosis una realidad que se muestra abrumadora.

Después de pasar esta primera etapa de shock, se atraviesa una Etapa de Ira donde las madres pueden expresar sentimientos de culpa ya que se preguntan a sí mismas si ellas han causado esta pérdida debido a su comportamiento durante el embarazo. Dirigen su enojo hacia ellos mismos, los médicos que no pudieron evitarlo o inclusive hacia Dios por permitir que esto suceda. También es posible sentir envidia frente a otras parejas que están esperando un niño o que han sido padres recientemente.

Sin embargo, este enojo irá cediendo poco a poco frente a una Etapa de Negociación en la que suele surgir la idea de “¿Qué hubiera sucedido si…?”. Los padres que reciben esta terrible noticia sentirán una gran confusión preguntándose una y otra vez qué podrían haber hecho para evitarlo mientras intentan negociar su salida del dolor con Dios o con cualquier otro Poder Superior… negociamos nuestra salida de la herida mientras pensamos en lo maravillosa que sería la vida si nuestro niño estuviera con nosotros. Se trata de una etapa muy breve en este proceso de duelo perinatal ya es que seguida por la Etapa de Depresión.

Al reconocer la inevitabilidad de esta pérdida y de los proyectos que tenía consigo, los padres sentirán sentimientos de tristeza, desgano, trastornos de apetito y de sueño e inclusive experimentarán una profunda ansiedad debido a que comienzan a dudar respecto a las posibilidades de quedar embarazada nuevamente, si hay factores físicos personales que amenazan un posible nacimiento o bien si la pérdida sucederá otra vez.

Por último, atravesamos una Etapa de Aceptación en donde llegamos a un acuerdo con esta pérdida permitiéndonos una oportunidad de vivir a pesar de la ausencia del ser querido. La rutina cotidiana poco a poco toma más protagonismo mientras que lentamente renovamos nuestras esperanzas en la llegada de un nuevo niño a la familia. No olvides que estas emociones así como la intensidad del duelo dependerán de tu personalidad, de la existencia de muertes anteriores no resueltas y de las habilidades personales que tengas para afrontar la frustración de esta pérdida.

Un abrazo ENORME para ti.

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Te dejo un par de libros para que consigas tener un hijo otra vez y no se muera https://www.amazon.es/gp/product/1591203139 http://sensacionex.net/100-Libros-de-Salud-en-1.pdf

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