La fotofobia puede ser debida a varias causas, desde una escasez de pigmentos (piel clara, pelo claro, ojos claros...) hasta problemas en la visión de orden óptico u oftalmológico.
Dependiendo de la causa, el tratamiento será diferente. En el caso de falta de pigmentos posiblemente la única posibilidad sea utilizar lentes oscuros que absorban un elevado grado de la luz, aparte de la protección ultravioleta.
Si la causa es otra diferente (el primer paso es acudir a un optometrista, y si es necesario, a un oftalmólogo), el tratamiento puede ser diferente dependiendo de la causa, pasando por gafas graduadas, medicaciones, terapias, etc. que solucionen el problema causante de la fotofobia.
En cualquier caso, NUNCA debes usar lentes solares compradas "en la calle". Debes acudir a una óptica, donde te garantizará la protección y podrán aconsejarte mejor sobre el color o grado de transmisión que necesites.
Las gafas que no se venden en óptica, en su inmensa mayoría NO protegen de los rayos UV, por lo que es peor el remedio que la enfermedad: Las lentes oscuras hacen que la pupila se dilate, por lo que entran al ojo más UV que si no llevases nada.
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