No te puedo asesorar sobre eso que me pides, pero te voy a dar
algunos consejos muy prácticos que me jorarán tu estado de ánimo y
es posible que haga que no necesites tomar ningún medicamento.
La energía positiva está en la mente, no en la suerte. Tenemos que
aprender a amarnos a nosotros mismos. Los de fuera ni nada ni
nadie de nuestro mundo exterior nos proporciona o nos quita
nuestra felicidad. Nuestra felicidad nos la concedemos o nos la
quitamos nosotros mismos. La felicidad consiste en sentirse bien
con una misma. Y eso depende de nosotros mismos, de nadie más.
Lo primero es NO CULPABILIZARTE DE TU PASADO. El pasado ya se fue,
ya no existe. Da gracias a Dios de haberlo vivido y de poder sacar
experiencias de él para AHORA. Si tu pasado fue duro, ahora puedes
ser más fuerte y tener una experiencia valiosísima.
No te preocupes por EL FUTURO. Vive al día. Haz las cosas con tu
mejor intención. Si no salen como tu quisieras, acéptalo. No
tienes tu la culpa. Las personas reaccionamos a veces mal. Tú
sigue haciendo el bien.
Aprende a CONTROLAR TU PENSAMIENTO. Cuando percibas que te estás
diciendo a ti mismo: "Fracasarás" "Eres una inútil" y cosas por el
estilo, piensa. Estoy haciéndolo mal. Lo que sí es ahora un
fracaso es estar pensando eso. Piensa en algo que te guste: una
canción, una puesta de sol, una sonrisa que te dio una persona, el
interés de que seas feliz del que esto te escribe, o otra cosa
parecida.
Acéptate como eres. Guapa o fea, lista o tonta, rica o pobre. Mira
lo que tienes, no lo que te falta cuando te comparas con los
demás. Puedes andar, reír, escribir, ver con tus ojos, comer y
beber cuando quieres. Piensa que hay muchos seres humanos en el
mundo que no tienen esas cosas que tu sí tienes, y se esfuerzan
por sobrevivir y ser felices.
Intenta no ponerte demasiadas obligaciones. Haz cosas durante el
día, pero bien hechas, perfectamente hechas. Cada cosa que hagas
piensa que es como si no existiera otra cosa para hacer en el
mundo. Disfruta de lo que haces. Esa es la clave.
Otra cosa, no te compares con nadie. Vive TU VIDA. No quieras
parecerte ni tomar modelo de lo que le pasa a esta o a la otra. Tú
eres única e irrepetible y tienes que aprender a darte
satisfacción, a conocerte y a respetarte a ti mismo. Si los demás
tienen problemas, tú procura ser consciente que su tristeza te
puede arrastrar a ti.
Para ello, recobra energía disfrutando de tu vida, respirando,
paseando al aire libre en la montaña o junto el mar.
Intenta no observarte demasiado. Si te tienes como protagonista
"estelar" de tu vida no podrás dedicar suficientemente a los demás
(Eso me pasó a mí también durante algunos años en que viví solo).
La mejor solución para el problema que notas ahora es LLENAR TU
VIDA DE HECHOS DE AMOR Y DE SERVICIO PARA LOS DEMÁS.
Sí, hay muchas personas que pasan a diario en tu camino que
necesitan de ti, de una sonrisa, de que les escuches, de que
valores sus trabajos o esfuerzos. ¿Qué te impide esforzarte para
hacerles la vida más agradable?. Así, cuando llegue al final del
día te vendrán pensamientos de esas personas contentas, llenas de
energía que les has comunicado tú, y verás que eso es muy
contagioso (pues te lo pasas muy bien). Estarás pensando qué y
cómo actuar mañana, la semana que viene, etc.
Tienes que vivir una vida que te satisfaga a ti. No dejes pasar
los días uno detrás de otro sin ningún sentido. Cuenta los días de
tu vida por las buenas obras que has hecho en cada uno de ellos.
Si algún día no has hecho nada positivo por los demás, considéralo
un día perdido.
En cuanto a las pastillas, yo no creo mucho en ellas. La fuerza
está en ti, en tu mente. Conozco a personas que tomaban seis
pastillas diarias contra diversas dolencias de su espíritu que se
han recuperado tomando una infusión de manzanilla por las mañanas
y una infusión de cola de caballo con miel por las noches.
Hazte un plan de vida, un horario, y cúmplelo, por ejemplo:
7. 00 Levantarse y aseo
7. 45 Lectura, meditación o paseo
8. 15 Desayuno
9 a 13 trabajo
13 a 14 almuerzo
14 a 18 trabajo
18 a 20 tiempo libre
20 a 21 cena
21 a 22 Formación, lectura
22 a 23 aseo.
23 Descanso.
No quieras hacer muchas cosas. Ves haciendo las que puedas, pero
cuando cojas una cosa entre manos intenta hacerla perfectamente,
como si fuera la única cosa que pudieras hacer en tu vida. Sé útil
a los demás no te encierres en ti mismo, ayuda a la gente que te
rodea en tu familia, en tu trabajo en tus ratos con amigos. Hazles
la vida sencilla, que no se tengan que preocupar por ti. Que
después de estar contigo "noten" que han recibido energía, que se
sienten mejor. Esa tendría que ser la motivación principal de tu
vida, lo demás es relativo y menos importante.
Procura también alimentarte correctamente, tomar alimentos sanos y
que sabes que te convienen, cuida a tu cuerpo y a tu persona.
Respeta las necesidades del sueño. No tomes drogas, ni fumes ni
alcohol ni nada de eso. Procura aprender a respirar bien, capta la
energía de lo que te rodea, deja que te lleguen los rayos del sol,
las partículas de aire que te dan la vida que necesitas para
respirar. Haz buenas obras de las que tu sabes que puedes hacer.
Si algo sale mal, ten paciencia contigo mismo, no te martirices,
amate a ti mismo.
Te recomiendo que visites
http://www.crecimiento-/personal.com/presentaciones_pps.htm# y te descargues algunas que
están muy bien. Puedes empezar por una que se lla ma SÓLO POR HOY.
Si quieres encontrar grandes ideales para tu vida, te recomiendo
mucho que visites www.arvo.net y busques /valores/alegría y
optimismo y otros valores. También en el sitio www.encuentra.com y
busques en el apartado VALORES y VALORES EXPLICADOS. También en
www.interrogantes.net encontrarás muchas cosas interesantes que te
harán más feliz.
¡Ánimo!. No estás enferma, pero debes ejercitarte en pensar más
en cosas positivas y atrayentes.
Recibe mi más cordial saludo con los mejores deseos para tu
felicidad.
Te envío unos consejos generales para cualquier enfermedad:
10 consejos ante cualquier tipo de enfermedad
1. Escuche los mensajes del cuerpo, permitiéndose conocer las
necesidades respecto al descanso y la alimentación, así como la
tolerancia y resistencia ante el esfuerzo y la acción, con lo que
sabrá cuándo y qué hacer, o cuándo evitarlo.
2. No trate de cambiar o mejorar todo en el acto, ya que es
imposible ser una 'persona totalmente transformada' en un
instante. Recuerde que es más importante la constancia que el
mismo objetivo.
3. No se culpe ni autorreproche por sus acciones del pasado; sólo
aprenda de él y modifique su conducta, ya que el pasado ya no
existe y el futuro es lo construye ahora, así que no se desgaste
en contra de usted mismo.
4. Ame y respete su cuerpo; éste es el 'carruaje' que le permite
vivir y expresarse. No olvide que todo lo que piensa, y hace,
repercute de forma directa sobre él.
5. Valore su enfermedad como una amiga que le enseña muchas cosas
y no una enemiga que le odia. Si aprende la lección que se le
muestra con la enfermedad, va a valorar mucho más la vida y a
vivir más inteligentemente. Además, la mayoría de las veces la
pelea agresiva contra la enfermedad solo la fortalece, pues es
como una pelea terrible contra un severo enemigo, pero el campo de
batalla siempre será su cuerpo.
6. Agradezca cada instante de su vida por todo lo bueno que le
ocurra, así valorará más cada pequeña cosa y gozará inmensamente
todo acto.
7. Utilice todos los recursos que su razón y su sentir le digan
que le pueden ser útiles a la hora de buscar su curación, ya que
si la enfermedad es compleja, la curación debe requerir muchas
acciones conjuntas.
8. Participe activamente del proceso de curación, no dejándolo
sólo en manos del terapeuta. Recuerde además que usted estará solo
unos momentos con él, mientras que usted permanecerá con usted
mismo todo el tiempo.
9. No busque culpables de lo que le pasa, así lo único que logra
es justificar su pereza y nunca asumirá la responsabilidad que
tiene con su salud y su cuerpo.
10. Pase lo que pase, aprenda a disfrutar y a vivir el presente,
sin importar las condiciones que la vida le depare. Solo así podrá
ver su propio mundo con una mirada mejor y llegará a vivir y a
gozar, a pesar de las circunstancias y no gracias a ellas.