¿Cómo dar un cambio a mi vida?

No es que me vaya mal, pero hay cosas que no me encajan, y de algún modo me siento fuera de lugar. Tengo un trabajo que al parecer hago bien, mis jefes están contentos, pero no me llena. A veces llega a enfermarme, porque lo veo todo como vacío, como inútil. Suelo terminar las tareas muy rápidamente, algunas veces se dan cuenta y acabo trabajando más de lo debido, porque me ven sin hacer nada y me dan más cosas que hacer. Se trata de un trabajo sedentario, de reflexionar, con textos.
Otras veces me pongo a dibujar en la misma oficina, por ejemplo. En un tiempo fui a clases de pintura y pensé que con el tiempo quizá me dedicaría a eso. Ahora no voy a clases, va a parecer fanfarronería por mi parte, pero lo dejé porque mi profe no me apoyó cuando empecé a vender alguna obra, no sé si era por celos. Sigo pintando por mi cuenta, pero sin supervisión quizá no esté dando todo lo que puedo, y claro, tampoco tengo constancia, no hay nadie que me empuje.
El día que no dibujo o hago fotos, me parece un día perdido, me agobio. De todos modos, no tengo claro que el arte sea mi camino. A veces me da por aprender idiomas por mi cuenta, o por leerme artículos de Medicina en la Wikipedia (me encantan los temas médicos). O me meto en páginas de universidades, a ver si hay estudios que me interesan.
No sé si es que me interesan demasiadas cosas, que tengo una tremenda tendencia a aburrirme (realmente es fuerte esta tendencia), o qué. No sé qué hacer con mi vida, y la crisis económica que tenemos tampoco me pone fácil cambiar. Y ya tampoco tengo 20 años, creo que la gente de más de 30 suele estar más asentada y más conforme con su vida, aunque no sea ideal.
¿Realmente debo cambiar? Entiendo que sí, porque tengo una gran insatisfacción, pero... ¿cómo?

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Te comprendo perfectamente. Es la consecuencia de una mezcla de:
-Insatisfacción crónica generalizada propia de la época en la que vivimos (a la cual no hay que darle muchas alas, hay que aprender a vivir con ella)
-Crisis de la etapa media de la vida. Antes de llegar a los cuarenta, la persona mira hacia atrás y valora: los sueños que quería conseguir, y lo que tiene. Y hace una proyección hacia el futuro. Y algunas, la mayoría, no se sienten satisfechas con esa valoración. Esto les puede mover a cambiar aquello que puedan, la cuestión es cambiar de forma inteligente, útil.
Si a estos dos factores, les unes el tuyo propio personal (talento para la pintura, frustración por la actitud del profesor, tendencia al aburrimiento, intereses amplios y variados...), tienes como resultado lo que te pasa, esa insatisfacción con la esfera laboral de tu vida (no sólo el trabajo remunerado sino las cosas a las que dedicas tu tiempo).
Mi consejo es que des el siguiente paso, que tomes una decisión. Parece obvio que la primera decisión debe ser volver a pintar, es decir, volver a darle a la pintura "el valor" que tuvo, tiempo de dedicación, clases, objetivos... Y no tanto por que te vayas a dedicar a ella en un futuro (no preveas tanto el final del camino, que no es posible, y da el primer paso) sino porque le vas a dar en tu vida el lugar que le corresponde (el que corresponde a una actividad en la que tienes talento y que además te gusta).
Seguro que con esa decisión tomada encuentras ya formas concretas de llevarla a cabo, ya sea tomando clases-de supervisión o enterándote de cómo está el arte pictórico en tu ciudad, exposiciones, etc., intentando hacer contactos, haciendo un hueco en la casa donde los útiles estén montados y dispuestos, etc
Cuando empieces a hacer todo eso, irás viendo que todo se va modificando, por ejemplo, el trabajo puede pasar a ser algo que tenga más significado que permitirte sobrevivir (que ya es bastante!) Puesto que significará el medio para poder pintar, e incluso puede que hasta el trabajo te sirva de inspiración para un cuadro, las sensaciones que te produce...
Alrededor de la pintura como actividad principal, está claro que te conviene también dedicar tiempo a todos esos intereses que tienes, como leer cosas de medicina, sin considerarlo un tiempo baldío; los conocimientos y las experiencias te ayudan a crecer como persona, y, por tanto, a pintar y fotografiar mejor aún.
Y ya que tu trabajo es sedentario, también debes platearte dedicar una hora a hacer ejercicio físico, mejor todos los días, o tres como mínimo a la semana. Es la época, los treinta y tantos, en la que la persona, con mayor conciencia de su destino (la muerte) empieza a preocuparse por el cuerpo que lo sostiene. Y es buena cosa, ya que es el único que tenemos.
Bueno.

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