Se hace adentro cuando estoy en y no la veo.
Tengo una perra pastor australiano llamada Berry, cumplirá un año este viernes. La tengo desde que tenia 2 meses. Ya sabia hacer en el patio desde hace muchos meses, tiene puerta para perro y puede salir cuando quiera.
Vivimos dos personas en la casa y por lo general esta sola adentro durante el día, esta en la cocina, sala, comedor, un cuarto y patio. Tiene bastantes juguetes y su cama en la sala.
Llegamos a la casa al rededor de las 5 pm y en ocasiones mas tarde; nuestro horario cambia ligeramente en ocasiones y nunca había sido un problema.
En Octubre y principios de Noviembre tuvimos mucho mas movimiento y llegamos un poco mas tarde de lo esperado; en ocasiones se deprimía un poco pero lo compensamos lo mejor posible y estuvimos bien cerca un mes.
Para mediados de Diciembre me quede sola con Berry por cuestión de viajes y se quedo una ratona en la casa, en la parte alta de un librero en el cuarto que da al patio.
Berry se comporto bien los primeros días y luego cuando llegaba a casa, al rededor de las 5 pm estaba todo bien, pero si me sentaba a comer, a ver tele o cualquier cosa en mi cuarto y dejo la puerta abierta y Berry tiene acceso a la sala, sale y se hace ahí.
La primera vez pensé que era de frio, pero lo siguió haciendo; el día bien, pero cuando llegaba a la casa y tenia un espacio sale y se hace en la sala. La regañe y no hay forma de que deje de hacerlo.
Ella duerme en mi cuarto, debajo de mi cama o en su cama. A el 3 o 4 día de hacerse adentro empezó a hacerse también por la noche, si dejaba la puerta medio abierta sale y se hace en la sala. A la semana se hacia durante el tiempo que yo no estaba, limpiaba llegando y en cualquier descuido se hacia nuevamente.
En el cierto no se hace, si dejo la puerta cerrada ni por equivocación se hace adentro; pero en cada espacio se hace ne la sala.
Ya estamos familia completa nuevamente, pero Berry se sigue haciendo con la misma frecuencia.
Entiendo que es probable que sea por la ratona, pero no puedo limitarme a no tener otro animal en la casa o cambiar todas nuestras vidas a voluntad del perro.
Ya intentamos no regañarle, intentamos regáñandola, dejándola afuera, limitando el área, pero nada parece funcionar.
Cada vez es mas la ansiedad, si la dejamos en la sala y estamos en el cuarto, antes solo lloraba un poco y luego se calmaba, ahora araña la puerta y la chapa con mucha desesperación. Pareciera que la ansiedad va aumentando cada vez mas.
Esto lleva mas de un mes y en momentos de desesperación llego a pensar en regalarla por que ya no se que mas hacer. Leí algo de ansiedad, pero manejan situaciones s irreales, por que no podemos dejar de ir a trabajar o cambiar nuestro horario así.
¿Qué puedo hacer?
Vivimos dos personas en la casa y por lo general esta sola adentro durante el día, esta en la cocina, sala, comedor, un cuarto y patio. Tiene bastantes juguetes y su cama en la sala.
Llegamos a la casa al rededor de las 5 pm y en ocasiones mas tarde; nuestro horario cambia ligeramente en ocasiones y nunca había sido un problema.
En Octubre y principios de Noviembre tuvimos mucho mas movimiento y llegamos un poco mas tarde de lo esperado; en ocasiones se deprimía un poco pero lo compensamos lo mejor posible y estuvimos bien cerca un mes.
Para mediados de Diciembre me quede sola con Berry por cuestión de viajes y se quedo una ratona en la casa, en la parte alta de un librero en el cuarto que da al patio.
Berry se comporto bien los primeros días y luego cuando llegaba a casa, al rededor de las 5 pm estaba todo bien, pero si me sentaba a comer, a ver tele o cualquier cosa en mi cuarto y dejo la puerta abierta y Berry tiene acceso a la sala, sale y se hace ahí.
La primera vez pensé que era de frio, pero lo siguió haciendo; el día bien, pero cuando llegaba a la casa y tenia un espacio sale y se hace en la sala. La regañe y no hay forma de que deje de hacerlo.
Ella duerme en mi cuarto, debajo de mi cama o en su cama. A el 3 o 4 día de hacerse adentro empezó a hacerse también por la noche, si dejaba la puerta medio abierta sale y se hace en la sala. A la semana se hacia durante el tiempo que yo no estaba, limpiaba llegando y en cualquier descuido se hacia nuevamente.
En el cierto no se hace, si dejo la puerta cerrada ni por equivocación se hace adentro; pero en cada espacio se hace ne la sala.
Ya estamos familia completa nuevamente, pero Berry se sigue haciendo con la misma frecuencia.
Entiendo que es probable que sea por la ratona, pero no puedo limitarme a no tener otro animal en la casa o cambiar todas nuestras vidas a voluntad del perro.
Ya intentamos no regañarle, intentamos regáñandola, dejándola afuera, limitando el área, pero nada parece funcionar.
Cada vez es mas la ansiedad, si la dejamos en la sala y estamos en el cuarto, antes solo lloraba un poco y luego se calmaba, ahora araña la puerta y la chapa con mucha desesperación. Pareciera que la ansiedad va aumentando cada vez mas.
Esto lleva mas de un mes y en momentos de desesperación llego a pensar en regalarla por que ya no se que mas hacer. Leí algo de ansiedad, pero manejan situaciones s irreales, por que no podemos dejar de ir a trabajar o cambiar nuestro horario así.
¿Qué puedo hacer?
Respuesta de caruchina
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Como tu dices, es probable que sea por la ratona, pero también puede deberse a otras cosas. Es probable que esté sufriendo una angustia de separación con ustedes, causada por la dependencia excesiva de ustedes cuando era más cachorro. Intenta salir un rato al patio con Berry justo después de que coma. Hágale caricias y, si es posible, lleve con usted algunas golosinas para perros. Después de pasar un rato mimándola, dejala que corra o descanse en el patio. Mientras todo esto, usted siéntese en una parte del patio a esperar. Al cabo de una hora, probablemente ya haya defecado. Entonces prémiela con las golosinas y hagale muchas caricias. Repita el proceso diariamente durante una semana. Si el comportamiento de Berry no cambia, debe consultar a un médico veterinario.
Los consejos del experto no solucionaron mi situación, finalmente fue mas el caso de hiperapego, que se soluciono marcando una distancia entre el perro y nosotros. Cambiamos las condiciones, dejo de dormir en el cuarto, se le fue prohibiendo subir a la cama o los sillones, etc. Digamos que tenia muchas concesiones y se fue manejando mas una relación de mascota y marcar muy claros los limites. Se dejo de hacer casi inmediatamente, ya no se hace nunca en la sala.
