Sociología

¿Es lo mismo la sociología y sociología política? ¿Por qué? ¿Utilizan el mismo método de investigación? Y por ultimo ¿Quèr autores estudian la sociología política?

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Se hablara sobre la definición de Sociología Política y sobre el sobrecargo filosófico que ha ido teniendo esta palabra y esta disciplina dentro de la sociología en los últimos años.
Una definición de Sociología Política obviamente no existe del punto de vista consensual, sino que las definiciones que ofrecen la característica de buscar responder a que se refiere o a qué se remite el fenómeno de la política, no obstante, respecto de la descripción de lo político no hay un consenso ni un acuerdo definitivo.
2) Desarrollo de la Sociología política contemporánea
La Sociología Política, se enfrenta durante los últimos decenios, las dos últimas décadas a una dificultad fundamental que aquí nos proponemos tematizar. Esta dificultad se remite a una de las tradiciones más importantes del campo sociológico, de la definición de la sociedad, que tiende, de distintas maneras a identificar a la política con el estado, hay muchas maneras de hacerlo, y una es de situar al estado al centro de la sociedad, otra manera es la identificarlo con lo que se designa como "el espíritu de lo político". Y una tercera manera sería de situar al estado como la esencia de la Nación, en cuyo caso se haya la configuración del estado nación, de tal manera que durante mucho tiempo se pensó que la tarea de la Sociología Política debiera consistir en el análisis de las instituciones del estado, ya sea en la forma de organización, de articulación y diferenciación que va asumiendo el estado en la sociedad.
La verdad es que echarle la culpa de todo esto, a la tradición europea del orden hegeliano es una injusticia porque esto no es solamente una característica de la filosofía hegeliana sino que de muchas otras tendencias filosóficos-sociales como es el caso del romanticismo que nace de la Revolución francesa que hace un poco la misma defensa. En fin esta aseveración significaría que el problema fundamental de la Sociología Política consiste en describir, analizar, explicar la naturaleza de esta estructura social llamada estado. Este punto de vista tiene una larguísima tradición. Sin embargo, existe otro enfoque que se ha venido perfilando en los últimos años, pero tan antiguo y persuasivo como el anterior, que sin desentenderse del tema del estado logra describir a la sociología política con mucha mayor amplitud.
Esta idea, tal vez mucho más abarcante indica que la política trata de la puesta en uso, de la utilización y del desarrollo del poder, es decir que si nosotros tomamos esto con mayor detalle al introducir este segundo concepto (poder), se abandona la idea que el poder de la sociedad o qué el poder que se ejerce, se pone en uso y se utiliza en las sociedades reside exclusivamente en la estructura del estado, esta es la primera consecuencia, la cual ya es muy significativa.
De esta primera constatación es muy fácil inferir una segunda, la cual dice que el poder es universal a cualquier relación social, es decir el poder obedecería a la configuración de asimetrías, por lo tanto en la medida en que todas las relaciones sociales, tanto en las de interacción como en las sistémicas, son asimétricas. Cualquier relación social interindividual y más aún las relaciones colectivas, son relaciones que tienen implicadas el factor poder, de eso no cabe la menor duda, desde una relación intima de pareja hasta la relación más intitucionalizada y rígida, todas estas relaciones están atravesadas por formas, manifestaciones y articulaciones de poder. El poder entonces es una derivación de la asimetría inherente a cualquier relación social del modo más general posible de definir.
Un segundo punto de vista, fue defendido curiosamente, no por un teórico de la política sino por un teórico de la comunicación como es el caso de Harold Laswell, pero también por otro sociólogo de la llamada corriente intitucionalista como es el caso de R. Dahl. Su postura es que no se trata únicamente del estado, sino que se trata de involucrar a la Sociología Política, toda las relaciones que no parecieran tener incidencia, pero la tienen, en cualquier sistema político, lo cual significa desentenderse de la centralidad del estado. De esta manera, R. Dahl, define un sistema político como cualquier modelo constante de relaciones humanas donde entre el juego del poder, trátese de normas de autoridad o interacción, en cualquiera de estos sistemas si esta involucrado el poder se puede inferir que se trate de un sistema político. Se puede ver que esta postura es bastante radical ya que todo seria político y al mismo tiempo, probablemente nada lo sería.
El desarrollo de la Sociología Política durante el siglo XX esta incurablemtente influenciado por movimientos intelectuales, metodológicos y empíricos en particular, que pertenecen a dos tendencias fáciles de identificar:
La primera que influencia a la Sociología Política es el conductismo de principio de siglo XX, este subraya la necesidad de explicar el comportamiento político posible de observar. A pesar de que el conductismo se ha modificado muchas veces se mantiene una idea central, la cual es que, "solo es válido aquello que es observable". Los motivos, las causas ultimas no interesan, solo interesa la identificación de una causa que puede ser un impulso, y aquello que resulta de aquella causa, que puede ser comportamiento, lo cual debe ser articulado como acción y además ser observado. El conductismo es el resultado de un largo proceso de crecer de las ciencias humanas que a principio del siglo XX influencia no solo a la Sociología Política sino que a todo el pensamiento sociológico. El principal representante de la sociología neoconductista es Georges Homans y sus discípulos. Pero en la Sociología Política, en particular en la investigación empírica, el conductismo juega un rol central en particular las investigaciones de Laswell sobre opiniones publicas y elecciones y las investigaciones también de Herbert Simons, premio Nobel de Economía. Por lo tanto el conductismo, lo queramos o no, tanto para la Sociología, como para la Sociología Política en este caso particular, es una disciplina de fundamental importancia y yo creo que continua siéndolo, aunque de manera más implícita, pero que tiene una influencia decisiva.
La síntesis que resulta de esta de esta observación central del conductismo, es decir, la necesidad de explicar conductas observables, se puede sintetizar de la siguiente manera: Se trata para la Sociología Política de poder describir y evaluar cuantitativamente el comportamiento observado de los sujetos sociales. Sin duda que esta tendencia encuentra su aliado principal en la Sociología Política, en el positivismo de origen Comtiano, todas sus derivaciones implícitas y explícitas, sin embargo hay una distinción que conviene tener presente. Para el positivismo autentico de origen Comtiano, la sociología es la ciencia dominante entre las ciencias sociales y debe ser necesariamente, por lo tanto, HEGEMONICA.
Los conductistas radicales, en este sentido se contradicen, como se trata del comportamiento observable, el neoconductismo más radical de Homans, va a decir justamente lo contrario, que la Sociología no es ni puede ser la disciplina básica de las ciencias sociales sino que esa disciplina es la psicología, porque el comportamiento es un comportamiento individual y la sociología, según Homans por lo menos en su acepción, es una especie de bagatela que no tiene mayor importancia y cuyos principios, implícitamente se derivan, de la psicología aún cuando no lo diga.
La sociología Política siempre ha tenido que competir con la ciencia política y se ha especializado, sobre todo con su trabajo empírico enormemente en los últimos años, no vale la pena aunar en el hecho de que la ciencia política se especializa fundamentalmente en los temas de la administración de la conducción y el manejo de los sistemas políticos, mucho más que en su comprensión y mucho más también que en su explicación menos aun ahondando en profundidad de tal manera que no hay ninguna base para afirmar que hay un conjunto unitario de conocimiento sociológico político por un lado y vinculada a la ciencia por el otro. No hay ninguna unicidad digamos absoluta.
Como las relaciones de poder son de naturaleza más o menos semejantes, esto se presta para que el poder, a pesar de ser una característica potencial de cualquier relación social, el poder ha sido descrito de muchas maneras y esto nos lleva a una...
Segunda tendencia que no se deriva del conductismo, sino que es una tendencia que se despliega en Europa con mucha anterioridad al conductismo, que tiene como fundamento la Sociología de Max Weber, pero también de otros, como es el caso del sociólogo W. Sombart esta tendencia difiere radicalmente del conductismo, señala que el sentido que asume el poder, es decir, su posibilidad de conducirlo, corresponde a la actitud de un grupo o de una elite de la sociedad para imponer sus preferencias en el conjunto de la sociedad. Por ello es que Weber definirá el poder como la posibilidad de ejercer un dominio en la voluntad del otro, más aún, en quebrar una voluntad aun venciendo su resistencia, esto significa para la tradición Weberiana tal como para la marxista, que el poder, por lo tanto, no puede estar contenido únicamente en el estado, sino que el estado no es más que una institución sui generis, la cual en un momento del desarrollo histórico de la sociedades, consigue monopolizar el uso legitimo del poder y de la violencia en un espacio territorial especifico, no vale la pena discutir la centralidad de esto, pero si tratamos el tema como la metáfora del huevo y la gallina, tendríamos que llegar a la conclusión de que primero hay poder y después hay estado y no al revés. Y si observamos la historia tanto de las sociedades europeas como las latinoamericanas, primero hay guerras y después hay estado, el caso de la historia de Chile me parece emblemático, primero hay independencia, después esta la Guerra de Arauco, etc y después hay estado.
La característica central del poder es el uso de la violencia, este uso debe mantenerse como una posibilidad legitima de ser usada por una elite o por aquellos que están interesados en estabilizar el poder. El Poder legitimo, dice Weber, se caracteriza porque únicamente amenaza con la violencia sin la necesidad de usarla. Esto es central de entender porque la estabilización del poder, es decir, el impedimento de que el poder circule caóticamente, por ejemplo que hallan dos ejércitos en un país, dos presidentes, etc, implica que el poder sin el uso de la violencia no es nada, por un lado y en segundo lugar que el poder necesita de un factor de estabilización.
Este estabilizador del poder curiosamente no se remite a la violencia sino a la consecución y a la estabilización, al logro mejor dicho de la obediencia. Cuando esto sucede, es decir, cuando el poder logra obtener obediencia ya no es necesario el uso de fáctica de la violencia, sino que basta con la posibilidad de usarla, es decir, con la existencia de la amenaza es un uso concreto. Por lo tanto, los sistemas políticos, por lo menos lo que nacen el siglo XX no se conforman obviamente con alcanzar el poder, sino que tienden sistemáticamente a generar mecanismos de estabilización. Estos mecanismos de estabilización los denomina Weber "los mecanismos de legitimación". Ellos pueden ser muy variados, pero tienen una sustancia fundamental que obviamente no se puede desmerecer, esta sustancia consiste en que los dominados, es decir, los que detentan el poder acepten una cierta forma de dominación como legitima, como necesaria o como inevitable. Por lo tanto, la derivación de este factor estabilizador, que no se remite a la violencia y que atraviesa los mecanismos de legitimación son denominados por Weber "Dominación". Esta es entonces la forma, por un lado, de obtención de la obediencia y por otro, una manera del despliegue más o menos lineal de sucesivos y progresivos mecanismos de legitimación.
Un segundo punto de vista en el cual vamos a ahondar en este curso tiene una ventaja explícita respecto de la simple observación de comportamiento porque permite examinar estructuras e instituciones más allá de las estructuras estatales y en segundo hace posible la problematización del poder aun en las sociedades sin estado.
Una tercera ventaja es que esta tendencia tiende a destacar la importancia y el carácter político o potenciantes políticos de todos los aspectos de la vida social que no necesariamente tienen que relacionarse con el estado, un ejemplo es que si algo tiene que de característico la sociología feminista contemporánea es que caracteriza más allá del estado las relaciones de intimidad con las relaciones de poder, lo cual no es en absoluto errado, tampoco es algo nuevo, eso fue destacado por Simmel a principios de siglo.
Por lo tanto a nuestro entender la veta de la sociología política que arranca de la Sociología de la Comprensión, ofrece ventajas manifiestas respecto de la orientación conductista. Por otro lado, desde el punto de vista metodológico este enfoque no permanece atada ala obligatoriedad de la cuantificación que como se trata de comprender y luego explicar, señala Weber, uno también puede comprender y describir sin ninguna necesidad de tener que explicar. El hecho de que en este punto de vista de la sociología, todas las relaciones humanas, pueden ser considerados como relaciones potencialmente políticas, significa que la política no puede ser identificada con el estado. De ello arranca, a mi entender, la mayor parte de las teorías de la sociedad de los últimos 10 a 15 años.
Esta definición anterior tiene una desventaja, la cual es que nada podría estar excluido de ser tematizado como político. Por ello es que la Sociología Política se ha venido diversificando y especializando sobre todo en algunas tendencias centrales en los últimos años, una primera tendencia estudia las instituciones y las organizaciones, sin remitirse exclusivamente al estado, eso si, este podría ser una de ellas, esta tendencia conocida como institucionalismo es una tendencia básicamente historia. Aquí podríamos mencionar la obra fundacional de Reinhard Bendix respecto de la escuela europea, es un libro excelente, se llama "De reyes y puestos" de los años 80. Yo diría, no casualmente, todos los estudios que se realizan en América Latina a cerca de la sui generis de la modernidad o de la incorporación de lo que se llaman sociedades periféricas al sistema mundo, tienen o destacan esa variante histórica.
Este enfoque impide que la Sociología Política tenga que vincularse obligadamente al estado como el único centro de autoridad. Desde las tendencias institucionalistas, se destaca, sin embargo, una que retornando a la vieja tradición hegeliana identifica a la política, es decir, la considera como un sinónimo, dentro de la construcción de los estados nacionales.
Desde el punto de vista de la actualidad, esto puede ser desmentido por dos ámbitos temáticos que a mi entender han marcado la discusión respecto de la política en las sociedades contemporáneas. Desde los años 70 los centros únicos y absolutos de autoridad política van siendo cada día más escasos, es decir, se van diversificando de tal manera que van siendo cada día más difíciles de identificar, incluso si pensamos en que la política es una especie de comunicación muy general de decisiones y nos preguntamos donde están estos centros de decisión vamos a darnos cuenta que las posibilidades de identificarlos son muy remotas y van siendo cada día más difíciles. De esta manera el estado ha sido desplazado de su esfera tradicional de influencias esencialmente por el despliegue por el capitalismo globalizado de tal forma que nuevas organizaciones, alianzas de organizaciones, instituciones van asumiendo el ejercicio del poder y por lo tanto determinado la regulación de la autoridad desde fuera de las instituciones del estado. Acá nos referiremos a un desplazamiento de la centralidad de las decisiones de una institución a una multicentalidad que hace difícil sobre todo que las relaciones o los acoplamientos entre el sistema económico y el político vayan siendo cada vez menos transparente. Si llamamos a recuerdo, la sociología de K. Offe (marxista) es teoría de estado, daría la conclusión de que el estado no pueda ni siquiera asimilar a como fue por ejemplo en los tiempos de Lenin.
El estado se caracteriza en las sociedades contemporáneas por ser una institución que garantiza una acumulación sana y constante de capital, la cual no se realiza en el estado sino, en manos privadas, la razón por la cual Offe argumenta así es muy simple: el estado y todos el sistema político de las sociedades se retroalimenta en la medida en que exista esta acumulación estable, permanente y saludable, sino, no hay tributación y sin tributación no hay estado. Esta es la primera razón que interesa destacar.
La segunda es tal vez un poco más poderosa, pero al mismo tiempo tal vez más contradictoria. Los estados nacionales remitidos a un territorio especifico pierden legitimidad y sobre todo se pone en cuestión el monopolio de su autoridad y el ejercicio de la violencia, de esta manera la coacción, es decir, la posibilidad del uso de la violencia, de ser monocentrica se va convirtiendo en policéntrica : este segundo argumento tiene varias acepciones, la primera se remite a lo contemporáneo, tiene que ver con el asentamiento y estabilización de lo que hoy en día se llama Globalización.
Pero hay una Globalización de la Globalización y habría que preguntarse cuando comienza esta a operar. Esta comienza a operar a partir más o menos del 89 con el desmoronamiento definitivo de las llamadas "socialismo reales". Esto que en ojos de muchos románticos debiera haber significado la gran oportunidad del mundo moderno para dar un paso más allá en pro de la democracia y entrar en lo que muchos denominan una segunda Modernidad.
En realidad se ha convertido en lo contrario, el desmoronamiento de las sociedades reales, ha hecho que un centro monopático configurado por una nación, USA, se convierta en "El" imperio, por lo menos en apariencia desde el punto de vista político regula el movimiento del mundo contemporáneo. Esto yo diría que es enormemente trágico sin querer añorar los años de la Guerra Fría.
Hace unos años apareció un articulo de Antonio Negri que se llama "Empire", respecto del cambio cualitativo que se produce entre las sociedades y en el mundo a partir del año 89, uno tendería a pensar que esto contradice la primera afirmación, es decir, que el estado pierde legitimidad o pierde monopolio de la autoridad y uno lo primero que tiende a penar es que la autoridad y la legitimidad se pierde en estado mismo, es decir, el interior de las sociedades y es justamente al contrario, la legitimidad y el monopolio de la autoridad no se desplazan hacia, digamos, subsistemas o mini estados al interior del estado aunque eso también es posible sino que se desplaza hacia fuera y se articule en la política de las coaliciones internacionales que operan de manera autorreferencial y autocrática, es decir, se observan así mismas y operen como quieren y fíjense que las retóricas que utilizan son tan convincentes y son comunicacionalmente tan bien diseñadas que son muy difíciles de negar, por ejemplo: los Derechos humanos, quien se atrevería a decir que esta en contra de los Derechos Humanos, ¿muy difícil no?, Quien diría que esta a favor de la tiranía, pero todo depende de cómo se defina, de cómo se describa a los derechos humanos y como se defina a las tiranías y si observamos con detención Política o lo que se entiende por ello nos vamos a dar cuenta que el concepto "Derechos Humanos" y el de Tiranía, mejor dicho el concepto de lo Político es algo que esta en cuestión.
Lo cierto es que el estado como monopolio institucional del uso de la violencia ha ido perdiendo peso. Lo trágico de todo esto es que como la perdida de peso no se articula al interior de las sociedades sino que se traspasa a la exterminación, sobre todo con cara militar, esto tiene una consecuencia catastrófica, tenemos hoy en día una sociedad globalizada sin tener un estado democráticamente, un estado articulado de manera global, no hay. Muchos dicen la Globalización no tiene historia, no puede tenerla tampoco, es imposible. Pero de hecho lo que opera, en el nivel político, de manera global no es un estado transnacional, sino lo que opera es la política de los hechos consumados y la política de los hechos consumados a nivel internacional no solamente desplaza a los estados a un nivel completamente subsidiarios sino que además que la ocasión que se tuvo después del 89 ha sido así ya que no queda otro camino que conformarse con la política de los hechos consumados. El servilismo de Lagos y Blair fue eso, es decir, que haya un centro hegemónico que opere política y militarmente a nivel mundial, eso es único por lo menos del 89 en adelante. En Chile, Ralco es hecho consumado, en realidad esto quiere decir que los no son tan simples como parecen. Como es que la política pierde centralidad o que el estado pierde centralidad; pierde centralidad por dos lados. Por un lado, por el desplazamiento hacia la externalidad, por otro lado, pierde peso, capacidad de decisión, de controlabilidad desde el punto de vista del capital.
La imposibilidad de identificar capital, a los diseños del capital, más aún, movimientos de capital es lo que hace que el estado vaya perdiendo peso (ejemplo: reaseguradoras). El capital se mueve cuando quiere y no le pregunta a nadie. Todo esto son características relativamente nuevas que se asientas, se mundializan y generar una difusidad enorme en las estructuras de las decisiones, en las instancias de las decisiones porque nadie sabe donde están.
La política tiene una relación directamente con el uso, la ejecución y el ejercicio en situaciones sociales, por lo tanto, el estudio de la política desde la Sociología Política se ocupa fundamentalmente de la comprensión de todo lo que tengo que va con poder en contextos sociales, de las formas que asume el poder, de su relatividad, de su carácter contextual, de su estabilidad y también su inestabilidad. De tal manera que si nos limitamos en la Sociología Política únicamente a reflexiones respecto de la estructura del estado se excluiría automáticamente la observación y la comprensión de toda esta gama de relaciones sociales donde esta presente el poder, de tal manera que Sociología Política no estaría pro lo tanto en condiciones de poder describir los procesos de desplazamientos de segmentos, estructuras e instancias de poder de una institución a otra, y menos aun poder captar la aparición de nuevos centros de decisión, de nuevas formas de conflictos entre instituciones que pugnan por el acceso al poder. La Sociología Política empieza siempre en la sociedad por lo tanto, examina la forma en que ésta idealiza el estado y de que manera el estado retorna a la sociedad. Por lo tanto, una forma restrictiva de descripción de la ciencia política únicamente al estado equivaldría a limitar innecesariamente usa ángulos de reflexión.
Si el poder no es capaz de estabilizarse, defínase el poder como se quiera, sino se estabiliza, tiende sistemáticamente a desaparecer, es decir se convierte en efímero o esporádico y sufre un proceso de desmoronamiento o desentructuración paulatina. En ese punto, es decir, en la necesidad de estabilizar el poder, sin que haya acuerdo en la Sociología Política completa, por lo menos la contemporánea, en este sentido Weber fue probablemente el primero en señalar que para impedir la circulación caótica del poder debe convertirse en dominación, es decir, tiene que asumir una expresión sistémica y organizacional palpable. Esta organización debe ser además duradera en el tiempo y autoorganizarce de tal manera que a la contingencias derivadas de los cambios en la correlación es política, que a pesar de eso, esta organización puede subsistir. Por lo tanto, el poder en sí, no tiene viabilidad que lo caracterice, esta viabilidad se la otorga únicamente la posibilidad de su estabilización. Para ello dice Weber, el poder tiene que convertirse en dominación, organizar el poder, estabilizarlo y transformarlo en dominación seria equivalente a la generación de reinas, reinas que generan a su vez, comportamientos integrizadores y que tengan validez y legitimidad en espacios, tiempos específicos. Por lo tanto, los cimientos de la dominación tiene que ser necesariamente de, primero, Integración, segundo Legitimidad. Estas reglas de Integración son a juicio de Weber pautas de comportamientos cuya adecuación y cuyo cambio es uno de los elementos centrales del comportamiento humano. Por este motivo, las pautas de comportamiento y las normas de permisividad y prohibición no son homogéneas ni pueden ser tampoco eternas, sino que están sistemáticamente sujetas al cambio, al conflicto. Esta argumentación de Weber ha sido traducida de muchas manera y también leídas de muchas maneras, cada lectura tiende a privilegiar uno de estos dos pilares: Integración y Legitimidad. En Parsons, por ejemplo lo fundamental es la Integración. En Habermas es más bien la Legitimidad, en las teorías contemporáneas se trata de considerar ambas cosas, pero sin desmentir el hecho de que se privilegie uno de estos dos elementos que configuran los pilares de los sistemas de dominación.
El proceso de articulación normativa abarca en realidad, toda la vida social, de tal manera que la integración en el sistema político tiene que ser solo un componente de la organización del sistema de la sociedad. La sociología política se ocupa fundamentalmente por la génesis, es decir, por los orígenes, el desarrollo y el cambio de las normas, mejor dicho, las pautas, mediante las cuales se rige la organización del poder. Este es notablemente uno de los ámbitos más importantes de la Sociología Política.
Cuales son los sustentos normativos que hacen que los sistemas políticos funcionen, es decir, Como generan integración por un lado, y Como, por el otro generan una especie de continuidad en el cambio, o un cambio en la continuidad.
En lo que respecta a los mecanismos de legitimidad, es decir, en la obtención de legitimidad, el hecho de que existan pautas y normas tiene que implicar también que de una u otra manera pueden ser observadas por los grupos sociales, es decir, que la sociedad o parte de ellas orienta su comportamiento de acuerdo a estas pautas, por ello en la lectura de Weber ellas ocupan una especie de función de ordenamiento funcional en el comportamiento político y son, por lo tanto, decisivas para la articulación de los mecanismos de legitimación. Considera o se entiende al sistema político como a un sistema funcional, es decir, como lo entiende también Parsons, y más tarde Luhmann, con unos caracteres un tanto distinto, sin embargo, no hay ni pueden ser isomorfias equivalentes, es decir, el sistema político tiene que ser distintivo, tiene que caracterizarce por algo que le permita ocupar una función especifica, si esto no es así, el sistema tendería a confundirse con otros y no podría operar, a pesar de eso, de impedimento de isomorfia perfectamente pueden haber equivalentes funcionales, es decir, equifinidades al sistema político. Por ello es que la sociología política contemporánea preocupada fundamentalmente del tema de la comunicación, de las decisiones que el sistema político genera entiende al poder justamente como un medio no solamente para la obtención de obediencia, es decir, que genera y da lugar a la dominación, sino que como un medio especifico, como un medio de comunicación que sin poseer la presión técnica ni la posibilidad de ser medido cuantitativamente como el dinero opera, sin embargo, más o menos de la misma manera esta argumentación fue desarrollada por Parsons en los últimos años de su vida. El poder y el dinero son por excelencia los medios simbólicos de comunicación fundamentales de la sociedad contemporánea. El uso del poder, por lo tanto, no tiene porque en si ser un fenómeno necesariamente político, por ello es que los últimos años se despliega, sobre todo teorías de liderazgo o teorías de la influencia, que tienen que ver estrictamente con el poder, incluso del liderazgo carismático como una norma de obtención de comunicación mediante el medio Poder, Es decir, se puede tener poder sin tener necesariamente que querer desear ser elegido para un campo en el aparato del estado. De esta manera, el sistema funcional de la política se autoobserva con su propia unidad, es decir, tiene su propia autodescripcion. Por lo general esta autodescripcion se remite a su pasado y a su presente, el futuro esta por verse, sino no habrían distintos programas para la política, este sistema al observarse como unidad, lo que hace es introducir simultáneamente sus propias autodescripciones, es decir, se define a si mismo como algo. Esto es algo que obviamente va cambiando en el tiempo y se va modificando, es decir la semántica que produce la autodescipcion por un lado y la autodescripcion misma por otro. Por ejemplo la sociedad chilena en el siglo XX se define patriótica, luego como republicana, a partir de los años 30 y 80 se define como socialista y capitalista respectivamente, hoy hablar de ese capitalismo es hablar de algo que dejó de ser. Hoy en día se habla de sistemas modernos/no modernos, Gobernables/no Gobernable, etc.
Todas estas semánticas de autodescripciones del sistema político van modificándose con el tiempo, en todo caso, lo que el sistema político no puede dejar de hacer es procesar autorreferencialmente cierta información, la cual debe convertirla en algo muy caro. Esta son las descripciones que toma, es decir, como opera.
El sistema político procesa la información de manera distinta a como lo hace el sistema educativo o el sistema económico, a pesar de que están acoplados, por lo general se tiende a identificar a la institución de que por si se encarga de procesar la información, de generar decisiones, se identifica esta función con el estado, sin embargo, esto es hoy en día muy complejo y esta en cuestión. En todo caso si por algo se caracterizan los sistemas políticos es por su capacidad de comunicar decisiones, no solamente de tomarlas, lo que se genera únicamente mediante una operación denominada comunicación, esta función es enormemente problemática, una decisión implica siempre la duda a cerca de si fue correcta o no. Además, toda decisión implica una discriminación respecto de otras decisiones que se podrían haber tomado y por otro lado, los sistemas no están en condiciones de actualizar todas las decisiones potencialmente posibles, por lo tanto, la decisión se ha convertido con el tiempo en un factor de riesgo, no solamente hay un riesgo en la decisión, sino que la decisión misma es un riesgo, el riesgo de no haberse tomado correctamente, pero eso no se puede saber, eso se sabe a posteriori, el riesgo de las decisiones solamente viene a confirmar el hecho de que el sistema político debe ser distintivo respecto de otros, tenga que diferenciarse como algo diferente y además que tenga que operar acoplado a otros sistemas, pero al mismo tiempo garantizando su autonomía. Si se prescindiera de esta autonomía.
El sistema político desaparecería y no podría ni siquiera autodescribirse. Todos los sistemas políticos se derivan de su historia, es decir, las semánticas de autodescripciones no solo tiene que ver consigo misma, sino que también respecto de la forma que va asumiendo la sociedad, se puede optar por una de las autodescripciones históricamente bastante duraderas, esta es Capitalismo/Socialismo, esta es una de las alternativas. La sociología desde sus inicios ha generado un concepto central que permite la observación de los sistemas no necesariamente desde sus propias autodescripciones sino que algo más allá. Este concepto es el de Diferenciación presente ya en Durkheim, Weber en toda su tradición de una manera u otra, también Parsons y en toda la sociología contemporánea, es decir, sin el concepto de Diferenciación hoy en día la sociología seria impensable. El tema es como se la describe.
La diferenciación fue descrita convencionalmente como un proceso progresivo, es decir que la sociología convencional funcional con el avance de la sociedad hacia formas de articulación avanzadas, esto hoy en día es muy discutible, no se sabe ni es posible a priori describir que cualquier diferenciación sea primero una ventaja y segundo que sea necesariamente un avance, lo cual lleva a la pregunta, avance para que o para quien, lo cual nos lleva al tema de quien observa algo como avance y quien no, lo que complica enormemente las cosas porque ya no tenemos un metaconcepto ni podemos disponer de él, y la segunda característica de la diferenciación es que es "heterogénea y extemporánea", es decir, destemporalizada. Esto significa que la diferenciación privilegia sistemas y deteriora otros.
La sociología política se fórmula la pregunta: si en la evolución de las sociedades los sistemas políticos pueden ser deliberadamente deteriorados, la respuesta es que sí, sin duda no solamente hay suficiente información respecto de que la discriminación deliberadamente desarticuladora de los sistemas políticos conduce a las sociedades a su desarticulación, si no que hay formas también contemporáneas de desarticulacion, por ello uno de los temas centrales de la política contingente es el tema del tamaño del estado, es el tema de los costos de los costos del estado, de su influencia respecto de su incidencia en la vida social, todo esto puede ser observado, a mi entender, a partir de un concepto de diferenciación obviamente distanciada de su definición convencional, esto tiene la ventaja de no tener obligadamente que aceptar una autodescripcion como la única, sino que nos permite observarlas a todas, sin necesariamente aceptar, además que el concepto de diferenciación sea un concepto metasocial. Lo claro es que cualquier observación también la de la diferenciación, es una observación que se realiza en la sociedad y no puede realizarse fuera de ella.
En la línea de lo visto, donde desarrollamos un modelo descriptivo respecto de las distintas tendencias que la sociología política contemporánea maneja, hemos hablado de autonomía, heteronomía y de inclusión o exclusión. La verdad es que ninguna teoría sociológica ni aquellas que remiten a la sociología política, pueden prescindir de incluir al individuo; todas las teorías tienen algo que ver con él. Pareciera ser que el individuo es una categoría imprescindible para la articulación de cualquier teoría sociológica y más aún de las que se remiten a la sociología política. No describiremos aquí la semántica histórica del pensamiento social, de cómo el individuo se ha transformado en sujeto y paralelamente en persona; pero la verdad es que estos tres conceptos: individuo, sujeto, persona, tienden a ser confundidos).
A mi entender, el pensamiento weberiano no podría tampoco prescindir del sujeto, más aún a fines del s. XIX, principios del XX, porque esta es la época en que se creaban las explicaciones sociológicas más convincentes para una proximidad del fenómeno social. Sin embargo Weber es prisionero en toda su teoría de un vínculo (explicado en la clase anterior) como una especie de "misterio": si el sujeto o individuo tiene ciertos intereses, ¿cómo es posible que haya un salto de esos intereses que son individuales a los que llamamos dominación o lo que llamamos voluntad de todos o conciencia colectiva? Ese es el problema de toda la sociología política, hay muchas explicaciones pero ninguna respuesta satisfactoria.
El punto de partida de la reflexión de Weber es el sentido, es decir, su sociología se propone comprender para explicar el sentido subjetivo pensado de la acción social. La acción social es siempre una referencia al otro, no es algo individual y menos aislado de la sociedad. Esta descripción del otro en la sociología de la comprensión permanece más o menos oscura, es decir, de dónde sale lo otro, cómo es que se observa. Por eso es que hay acción social y no-acción social; por ej. cuando dos personas chocan casualmente en bicicletas, no es acción social. La acción social es una actuación deliberada hacia el otro que genera una reacción de interacción, de tal manera que -según Weber - la interacción se va desprendiendo de lo que él denomina institucionalización, es decir, dominación, burocracia, etc.
El sistema político tiene para Weber, en las sociedades contemporáneas, una estructura burocrática que se caracteriza por una razón doble: eficiencia y deshumanización, es decir, prescindencia absoluta de cualquier individuo, si bien es cierto que para desplegarse como tal necesitó de la dominación carismática.
La propuesta que yo tengo es poder observar al individuo, a los intereses políticos y al tema de la dominación desde el otro lado, es decir, desde una teoría que prescinde del individuo como parte de instituciones, pero que sin embargo puede tematizar sin el individuo a los intereses y a los sistemas de dominación. Si somos bien rigurosos con el pensamiento de Weber, veremos que lo que él entiende por institución, es decir, por sistema o constelación de dominación, perfectamente puede sintetizarse en un concepto básico para toda la sociología contemporánea; ese concepto es diferenciación. No vale la pena describir su despliegue histórico desde Durkheim en adelante, para quien tiene una manifestación muy clara: diferenciación es solidaridad, es decir una forma de intercambio que caracteriza a ciertos modelos sociales. Para Marx, diferenciación significa la hegemonía del tiempo sobre el espacio y lo que trae como consecuencia, es decir la forma dinero, o sea de intercambio de los valores de cambio que predominan en toda la sociedad y éste sea el norte distintivo que caracteriza a cualquier forma de diferenciación. Para Marx, la diferenciación tiene dos ejes centrales: la base (el fundamento) que son las relaciones de producción y de reproducción, y la superestructura, es decir, el sistema político, ideológico y el sistema de derecho, lo que es el otro lado de la base, y así se va diferenciando sistemáticamente la sociedad.
¿A excepción - en parte? De Marx, se ha considerado a la diferenciación como una especie de avance de la sociedad, es decir, la sociedad a medida que avanza se diferencia y se diferencia a medida que avanza. Esta reflexión es tautológica, es decir, no puede ser algo que avance y se diferencia y viceversa, es decir, algo tiene que haber en este concepto que no corresponde a los hechos. La verdad es que hace muy poco tiempo atrás, la diferenciación de la sociedad era concebida implícitamente como una forma de progreso, un adelanto de la sociedad respecto del pasado, por lo tanto habría un antes y un después; el después sería la diferenciación y el antes lo que no es progreso. Esta visión es a mi entender errónea; la expresión más sofisticada de esta lógica es la sociología de Parsons, para quien hay dos ejes centrales del despliegue de la sociedad, por un lado la diferenciación y por otro, integración, que se condicionan mutuamente. Sin embargo, qué pasa si formulamos la pregunta respecto de la integración, y partimos de la base que las sociedades para poder operar no necesitan estar integradas. Esto no es algo nuevo, se reafirmó con las investigaciones empíricas del interaccionismo simbólico desde los años veinte que hay muchas formas de integrarse, por lo tanto no puede hablarse de integración en abstracto (los "delincuentes" se integran a su manera, los políticos, los ricos y los pobres también). Esto invalida fácilmente la postura de Durkheim en el sentido que la sociedad necesite de formas más o menos generalizadas de integración moral. Ahora conoceremos una de las tantas versiones que hay sobre la diferenciación. Para eso partiremos de la siguiente base; si hay algo que la modernidad nos ha dejado es que las sociedades se diferencian, vivimos e sociedades altamente diferenciadas, nos guste o no. No obstante, la diferenciación no significa algún progreso, puede ser algo muy distinto, o que no opere con ninguna lógica, que opere como opere, que opere "ciegamente" y por lo tanto obedezca a principios que en realidad pueden ser construidos. Y si agregamos a la palabra diferenciación el apellido "funcional", significa únicamente que el sistema cumple con funciones. Vamos a llegar a la conclusión de que la palabra diferenciación no significa ningún tipo de avance, sino sencillamente significa mutaciones que no tienen ningún sentido, es decir, que van en una dirección pero que no pueden ser explicados como teleológicas. La conclusión de esto es suficientemente chocante para desbaratar una serie de utopías respecto de la sociedad. Esto significa que la sociedad no tiene ni puede tener ninguna meta. Para algunos ésta puede ser la sobrevivencia; pero a mi entender, si hablamos de la sociedad mundial, no está ni siquiera preocupada de eso, sino más bien de asegurar su propia autodestrucción; de esta manera vamos desbaratando una serie de teleologías, de mitologías que le entregan a la sociedad una meta que probablemente nunca tenga. Mediante esta lógica iremos al tema de la diferenciación funcional.
Dentro de su relatividad, lo que voy a formular es que la sociedad sería un tipo particular de sistema social. Si nos preguntamos ¿qué es un sistema social? Nos vamos a remitir a la distinción entre sistemas psíquicos y sistemas sociales. Los sistemas psíquicos están contenidos en lo que denominamos en forma muy general la conciencia, es decir, están delimitados según la forma mediante la cual la conciencia piensa (una conciencia piensa a si misma, lo que no significa que pueda también pensar lo exterior, pero al fin y al cabo la conciencia permanece, obedece a una cerradura operativa cognitiva, sobre todo en el sistema cerrado, en su computadora fundamental que es el cerebro. Lo claro aquí, considerando la cognición y la percepción, es que cualquier forma en que describamos al sistema psíquico, todo lo que aprehendemos como cognición pertenece a una red neuronal cerrada, absolutamente independiente de cualquier entorno, la red neuronal que es nuestro sistema nervioso acoplado al cuerpo. Hay muchas formas de perturbar esa red cerrada, por ejemplo cuando vemos algo, oímos algo o también la podemos perturbar mediante la comunicación. Al fin y al cabo, la cognición por lo tanto no significa contacto con algún entorno, sino que simplemente es una forma no diferenciada de perturbación, que ocurre desde el entorno al sistema cerrado, que no se puede abrir, que es el sistema nervioso. La percepción es un dominio perteneciente a los sistemas psíquicos, con ello sucede algo parecido: yo percibo pero no necesito comunicarlo a nadie, puedo hacerlo pero depende de mi. Y si partimos de la base de que hay sistemas sociales sistemas psíquicos la pregunta es ¿qué hacen los sistemas sociales? Y ahí hay dos líneas de la sociología que argumentan respecto a ello. La primera línea es la sociología convencional que responde lo siguiente: los sistemas sociales son sistemas de acción (Durkheim, Weber, Parsons, incluso Marx); no obstante, no todo es acción, o la acción puede ser elemento de algo. Hemos dicho varias veces que no podemos estar siempre en acción,¿cómo es que las acciones se puedan comunicar, se puedan interconectar, vincular para generar más acción?. La respuesta es bastante simple: aquello que subyace a cualquier forma de acción es algo que aquí vamos a denominar comunicación. Aquí no entendemos comunicación como se entiende en las teorías mecanicistas, la teoría del "chorreo o del tubo, al que le meto agua por un lado y sale por el otro, puede ser que esté llena de hoyos y no llegue nada al otro lado y lo que se pierde ciertamente no se tematiza. Todas las teorías aprendidas de la cibernética de primer orden están excluidas del concepto de comunicación.
Yo puedo pensar algo que comunico perfectamente, pero puedo también comunicar algo que no pienso, lo que desde la comunicación se diría que es mentir, también tenemos que llegar a entendernos podemos pensar algo sin comunicar, no obstante la comunicación puede hacer que pensemos algo porque lo escuchamos, porque no es dominio del sistema psíquico, sino del social; esto tiene una consecuencia muy radical: aquello que no se comunica no existe, puede existir para nuestras conciencias pero es algo que permanece encerrado en la cerradura de nuestra conciencia, lo que no se comunique no es. Si la sociedad es un sistema de comunicación, entonces todo lo que se comunique tiene que estar incluido en el sistema, nada queda fuera de la sociedad, nada hay que sea metasocial.
La sociedad es el sistema que contiene a todas las comunicaciones posibles. Los límites del sistema sociedad son los límites de su propia comunicación, eso significa que la sociedad va mutando en que la comunicación aumenta; por ejemplo hoy en día hay más comunicación que hace años atrás, por los celulares, Internet, etc., se comunica más aún prescindiendo de la presencia de los sistemas comunicadores (individuos o personas). Aquí comenzaremos contradiciendo las teorías de la acción y a la sociología convencional: el sistema sociedad no se compone de individuos, es decir, no es verdad que exista una relación todo/parte en que el todo sea la sociedad y las partes seamos nosotros; la razón de esto es que cuando nosotros comunicamos ¿incluimos nuestra conciencia en la comunicación? Podría ser pero nada asegura de qué manera está incluida nuestra individualidad de nuestra conciencia en lo que comunicamos. Eso nunca se podrá saber, de lo contrario las conciencias serían manipulables, se podría saber en qué estamos pensando (esto ha sido la reivindicación más importante de los regímenes totalitarios: controlar las conciencias de la gente). De esta manera la sociedad no se compone ni de individuos ni de roles. Los roles pueden estar incluidos pero dependiendo de cómo esté diferenciándose la sociedad, ¿es decir de quiénes estén incluidos o sean dignos de ser los interlocutores de la comunicación (por ej. en Chile los incluidos? Los blancos o mestizos domesticados, ¿los excluidos? Los indígenas). Entonces, para observar de qué depende que se esté o no incluido en la sociedad, se necesita una teoría de la inclusión y la exclusión, más que una teoría del individuo. Otro punto es que no hay congruencia entre los límites territoriales y los de la sociedad, para comunicar no es necesario un territorio (por ej. internet). Ahora a la pregunta ¿cómo nos incluimos en el sistema sociedad? ¿Cómo cuerpo? Si, pero sólo si estamos el uno junto al otro, cuando estamos lejos, no; ¿Cómo conciencia? Nunca; ¿Cómo aparato modulador? Tampoco, porque en este momento no estamos en este sistema de comunicaciones. Hay formas de diferenciación de la sociedad donde la sociedad considera como incluidos a los individuos en ella. Esto tiene ventajas y desventajas, podemos pensar lo que queramos.
En las sociedades hay sistemas físicos y sistemas psíquicos, el sistema psíquico está en la conciencia, ¿qué hace? Piensa. ¿Qué hacen los sistemas sociales? Comunican. ¿Qué hacen los sistemas físicos? Funcionan (los autos). Hay muchos tipos de sistemas sociales, sociedades, interacciones y organizaciones. Lo que vincula a todos estos sistemas sociales, además de la comunicación, es el procesamiento de sentido, todos estos sistemas generan y operan sentido. Los sistemas psíquicos también producen sentido pero de otra manera; la diferencia entre los sistemas sociales y los sistemas psíquicos es que los primeros pueden diferenciarse, los psíquicos no tienen ninguna posibilidad de mutarse ni desarrollarse, las sociedades sí la tienen. La sociedad es un sistema que sirve de base para la comunicación social, es decir, no hay comunicación social independientemente de la sociedad, no hay comunicación social sin interacción y sin que estén acoplados al sistema de alguna u otra forma. La sociedad está siempre internamente diferenciada, ¿cómo? Esto ha ido sucediendo en el curso de su evolución, la cual es entendida como variación y selección, no es algo lineal como los argumentos evolucionistas, teleológicos; evolución es lo que puede ser o no en una sociedad, la viabilidad. Lo que varía evolutivamente es cómo la sociedad se va diferenciando de manera primaria, cuál es el eje que distingue a la diferenciación de la sociabilidad. Para Marx la diferenciación obedece al eje dado por la contradicción entre las fuerzas de reproducción y de producción. La evolución designa sólo a las mutaciones en la estructura de la sociedad; la diferencia básica entre los seres humanos y la sociedad es que estamos determinados estructuralmente, es decir, todo lo que sea mutación es destrucción en el ser humano. Si el entorno perturba de tal forma que nuestra estructura cambia, nos moriríamos, no hay posibilidad de transformación.
La sociedad se diferencia siempre en sistemas parciales, los que reproducen comunicaciones, esto puede traducirse en acciones particulares que se delimitan entre si en la medida en que se auto reproducen. Por ejemplo en las sociedades arcaicas se daba la diferenciación por género, también por la división del trabajo. En general, los sistemas parciales reproducen comunicaciones en calidad de operaciones específicas. Por ejemplo en las sociedades estratificadas la nobleza se comunica entre si, se reproducen por endogamia, y por otro lado los pobres con los pobres. Relativizando todo esto, cualquier teoría de la sociedad sólo aporta una autodescripción de la sociedad realizada en la sociedad misma. No puede hacerse fuera de ella, es una descripción que corresponde a la comunicación que la sociedad tiene. No hay teorías monolíticas o absolutas porque todas las teorías y descripciones que se hagan desde la ciencia obedecen a observaciones, y no hay observación posible sin que se haga una operación de distinción, y toda distinción que se haga obedece a observaciones, por lo tanto no hay observación más precisa o peor que otra. Lo único que hace una teoría de la sociedad es perfilar, delinear una perspectiva particular desde la sociedad, acerca de la sociedad misma. Definiendo diferenciación tenemos que es una operación de distinción, pero especial; por ejemplo, diferenciación sería el trazar una línea sobre un papel en blanco donde no existía nada, siendo ésta propia de los sistemas que pueden diferenciarse en particulares y sociales (un auto no se diferencia porque no opera solo, necesita del impulso de otro). En la sociedad, todo lo que ingresa a ella retorna a la sociedad dentro de ella misma, por lo tanto es un sistema de orden autopoiético, va regenerando lo recursos que le sirven para sus propias operaciones, es decir, para la comunicación: toda comunicación opera dentro de la sociedad. Surge la pregunta ¿cómo nacen los sistemas? Considerando imperfecta esta lógica de autodescripción, se puede decir que los sistemas se construyen en la medida en que se diferencian de su entorno; por ej. el nombre: yo reafirmo mi identidad en la medida que me distingo del resto, de lo contrario sería nadie, no sería un sistema, formaría parte del todo y no podría hacer nada. Cuando decimos que yo soy yo es lo mismo que hacen los sistemas cuando se diferencian de su entorno, es decir, cuando un sistema reafirma su identidad y describe algo de su entorno, entonces hay construcción de identidad. La diferencia se da en la claridad con que esto sucede en los sistemas de interacción en los que una persona es el entorno de otra y viceversa; en los sistemas funcionales eso no se ve tan claramente. Ahora sólo podemos comunicar, somos sistemas conversadores, lo cual no significa que estamos amalgamados unos con otros. Al distinguir un adentro y un afuera de la distinción, hay sistema.
Se habla de diferenciación sistémica en la sociedad cuando los sistemas repiten el proceso de construcción sistémica en el sistema mismo, con lo que se generan otros sistemas. El entorno del sistema será el interno y el externo. Si genero otros sistemas habrá más entornos: el interno el externo y el otro sistema. Esto no es una división todo/parte, porque para ello todas las partes debieran ser iguales o la suma de todas daría el todo, lo que no ocurre en las sociedades. La diferenciación de un sistema internamente permite que se construyan sistemas parciales que se diferencian y se acoplan entre si y también frente al sistema que los incluye a todos. Con la diferenciación interna de los sistemas aumenta su complejidad interna.
Los sistemas tienen dos componentes: relaciones y elementos. Para que haya sistemas sociales se requiere de esa complejidad (aunque en realidad se requieren de más condiciones). La complejidad se produce cuando no todo lo que el sistema produce puede ser conectado al mismo sistema, cuando todos los elementos y las relaciones son tantas que siempre hay una medida de redundancia que implica que el sistema se convierta en complejo: entre los seres humanos por lo general, la medida de redundancia son nuestros propios sistemas psíquicos, además nuestros interlocutores, los cuales no podemos observar. Tenemos por ejemplo un sistema de interacción entre dos personas que se aman, ese sistema comienza a complejizarse con la pregunta ¿me amas? Sí, yo te amo, ¿Y tú, me amas? Sí, también te amo, ¿qué entiendes tú por amor? Que seas fiel, ¿y tú? Entiendo por amor el respeto, no que seas fiel porque yo no te soy fiel... En este momento, cuando la complejidad es enorme no permite que toda la comunicación producida pueda ser incluida en el sistema, que pueda conectarse.
Los sistemas realizan simultáneamente operaciones distintas en los diversos sistemas parciales y por lo tanto se adaptan a complejidades cada vez más altas del entorno, lo que no significa ser idéntico al otro sistema, sino que es estar en una situación de coevolución con el resto de los sistemas parciales de la sociedad, y a su vez en coevolución con un entorno que no conocemos. Esto significa que en la observación del sistema al entorno el sistema pueda obtener alguna información que el mismo ofrece, como su propio recurso de sobrevivencia. Esto no significa que los sistemas no cambien, que sean conservadores, en palabras de Maturana.
Lo importante es dar a conocer la diferenciación tal como hoy se entiende. Para eso se parte de lo siguiente; hay una forma que nos deja como herencia ese concepto difuso de modernidad, y es que la sociedad se diferencia. No obstante, la diferenciación no significa ningún problema. Puede darse que la...
Gracias la verdad es que tu explicación me fue de mucha ayuda ya que inicie un curso de sociología pol`tica y no tenia ni la menor idea de que es lo que iba a estudiar en este semestre.

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