Mi hijo no quiere a mi nueva pareja

Tengo un hijo de tres años, me divorcie cuando el tenia 2 años pero ahora vivimos con mi nueva pareja llevamos viviendo juntos 9 meses y mi hijo se porta mal con el, es grosero a veces, cuando quiere juega con el, y dice que no le quiere, mi hijo si tiene conocimiento de su papa por que si lo ve solo que ya no se hace cargo de el y hace un mes me fui a otra ciudad, mi hijo no pregunta por su papa sabe que no lo ve pero si lo menciona hasta aveces dice que su papa le compra las cosas cuando no es así, no le gusta aveces ni que lo cargue o lo bese o luego se molesta con solo que le hable y le grita aunque el no le haga nada al niño. No se que hacer para que se adapte.
Otra pregunta también en las noches se despierta llorando y me dice que tiene miedo y lo paso con nosotros y me abraza con mucho miedo pero eso siempre lo ha hecho desde más chiquito y dormimos en el mismo cuarto y cada quien en su cama y si escucha un ruido en el día dice que tiene miedo, no se que sea si me pudieran ayudar.

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Tu hijo tiene sólo tres años, y está sufriendo el abandono de su padre. Si el padre deja de verle, el niño se siente abandonado por una de las figuras de referencia, sea cual sea la causa por la que haya dejado de verle. Por ello se inventa lo de los regalos, para aminorar su sentimiento de abandono con la fantasía. Y ante el abandono de una de las figuras parentales, el niño se agarra a la que queda (tú) con más fuerza (si tuviera unos años más igual sustituía rápidamente a su padre por tu nuevo compañero, pero con tres años no suele ocurrir). Y se agarrará con más fuerza aún a ti si, además, tú tienes una nueva pareja, que para el niño, a su edad, no es sino un competidor de tus afectos y de tu atención. Si puedes, en la página cuatro.com busca el episodio de supernany con un niño que tenía este mismo problema, te ayudará mucho.
Una vez entendido el problema del niño, podrás actuar mejor. De momento sigue atendiendo a los miedos nocturnos y mételo en tu cama sin recriminaciones, dejando esta conducta para cambiarla más adelante (y quizá se modifique sola). Luego ten una rutina estable con él, de manera que tu pareja se vaya introduciendo poco a poco en esa rutina (haciendo él la cena, o supervisándolo en el baño, o poniendo la mesa con él, o sacándolo él al parque); las rutinas ofrecen mucha seguridad a los niños, que es justamente lo que ahora necesita; una rutina para el sueño: un cuento y a dormir. Una rutina para comer: se pone la mesa, él su plato, vaso y cubierto, se sienta uno, se come, y se recoge (y cuando hace esto se le atiende, hablando con él mientras come sentado o mientras recoge). Trata también de fomentar mucho su independencia (vestirse solo, recoger los juguetes, bañarse casi solo, etc y refuerza mucho cada vez que lo haga atendiéndole y diciéndole lo mayor que es) porque precisamente ese "aferrarse a ti" le va a dificultar la autonomía (querrá que seas tú quien le vistas, quien le bañes, quien le des de comer...).
Tu pareja debe implicarse poco a poco en esas rutinas porque su rol no ha de ser "el que juega con el niño) sino el de un adulto que también pone normas y obliga acumplirlas, esto es, el rol de padre.
Por tanto, Seguridad (rutina igual durante un largo tiempo) y autonomía son las claves para que tu hijo supere el abandono de su padre y esté abierto a que tu pareja inicie un rol paterno que sin duda beneficiará a tu hijo en su desarrollo. Y recuerda que nada hay más inseguro para un niño que la inexistencia de normas, o que éstas cambien dependiendo del humor de los padres o dependiendo de lo mucho que él llore o insista en conseguir lo que quiere. Las normas les dan seguridad porque hacen previsible su entorno.
No caigas en el error de que, por pena, lo atiendas más, incluso sus conductas inadecuadas, porque ello no haría sino dificultar el buen desarrollo del niño. Sigue siendo firme pero atendiendo sobre todo a sus logros de autonomía, y en un marco de seguridad con rutinas.

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