Gata que no para de vomitar

Hará unos diez días mi gata de 11 años me despertó vomitando sobre el suelo aparatosamente. No se trataba del típico vómito purgativo y relativamente inocuo que había visto otras veces. Este era muy distinto: más digerido, de un color caqui oscuro, casi negro, muy maloliente ( olía como a heces). La cantidad también era soprendentente, muy abundante. Había tres o cuatro charcos muy grandes. La textura era más bien pastosa y líquida. Después de vomitar, la gata quedó como haciendo arcadas durante unos minutos. Parecía que lo costaba respirar y deglutir. Me asusté y, a la mañana siguiente, la llevé al veterinario quien la exploró muy minuciosamente, palpándole toda la zona del estómago e inspeccionando su esófago. Como no encontró nada, le hizo un análisis de sangre completo que tampoco reveló ninguna anomalía. Así, atribuyó el episodio a un reflujo ácido puntual. Me dio un pienso nuevo, adecuado para gatos con problemas intestinales y me fui a casa tranquilo. El caso es que mi gata ha seguido vomitando a diario, menos cantidad y más líquido pero del mismo tipo caqui y maloliente. Además come muy poco, tanto de su pienso habitual como del que me dio el veterinario. Lo más desconcertante es que no la veo enferma. Está más delgada y la noto más nerviosa pero sigue jugando, ronroneando, etc.

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Bueno es curioso el tipo de vomito que me explicas(parecían heces) es más podrían haber sido heces es época de bolas de pelo pueden hacer estreñimiento y como no sale por detrás lo echan por delante. Ahora puede ser que al vomitar haya quedado todo limpio y encima analítica bien(así que perfecto) pero que estomago haya quedado inflamado por el proceso. Comenta a tu veterinario que persisten los vómitos por si cree necesario dar algún protector gástrico o algo.

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