Aparte de que la palabra envidia tiene varias acepciones según el diccionario, también no es infrecuente usar la palabra sencillamente como aprecio de algo, se quiera o no para sí realmente. Y por supuesto que hay muchos rasgos de personalidad que pueden ser más apreciados socialmente, como por ejemplo voluntad o capacidad de trabajo, o bien seguridad o confianza en uno mismo, o bien facilidad para hablar en público o para relacionarse, etc. Claro que en la personalidad los rasgos no están aislados, sino que todos están relacionados, y podría ocurrir que a alguien le gustaría uno de ellos, pero no el esfuerzo por ejemplo por fomentarlo, o bien no sus consecuencias; etc. Por eso que no sería muy conveniente querer cambiar un rasgo sin más, y menos como sea, sino que veo siempre más conveniente el que la persona se guíe bien en la vida, con intención recta hacia el bien, hacia hacer el bien de verdad, y por esa vía la persona irá aceptando sus características personales, incluyendo sus limitaciones, así como mejorando lo mejorable, etc. ; y así evitamos por ejemplo el que alguien quiera un determinado rasgo porque piense simplemente que así será más apreciado socialmente, sin verlo rectamente hacia el bien, sin pensar en los peligros que eso también podría brindarle hacia complicaciones innecesarias.
Y por supuesto que hay conductas de los demás que resultan edificantes, que ayudan a uno en general, aunque no sea en lo concreto, pero esto correspondería más bien a lo que se hace con los rasgos de personalidad, aunque claro que siempre hay una interrelación.