¿Por qué cambio de estar feliz a estar desganada repentinamente y luego vuelvo a estar feliz?

Nunca me había parado a pensar hasta que mi pareja me avisó. Estoy feliz, con amigos y de repente, sin aviso previo, me apago. Es un sentimiento de no querer hacer nada, querer tumbarse y quedarse ahí, de salir corriendo de ahí y no interactuar con nadie. No solo me pasa con compañía, también sola. Me lleva ocurriendo desde hace tiempo (más de 3 años) y no es un estado permanente ya que al cabo de unas horas, o de un día, vuelvo a estar animada. Me gustaría saber qué es y cómo lidiar con eso, ya que no quiero molestar más a mi pareja. He intentado evitarlo pero ni siquiera puedo prevenir cuando me pasará. Puede pasarme varias veces a la semana.

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Si es algo más acusado de lo habitual (las personas no están siempre igual en este sentido) podría tratarse de algo en la línea de una ciclotimia (para el diagnóstico en las clasificaciones actuales se exigen cambios en la mayor parte de los días al menos durante dos años), o cambios en el estado de ánimo, pero sin entidad suficiente como para que pueda diagnosticarse ni depresión ni de estado de manía o hipomanía (exaltación del estado de animo); si cuando dices que estás feliz no sobrepasas lo habitual, entonces podría tratarse de un cambio en el estado de ánimo pero no específico, ya que solo habría cambios hacia el polo depresivo, pero sin entidad suficiente ni de intensidad, ni de duración de los síntomas para el diagnóstico de depresión. Por supuesto que para el diagnóstico de un trastorno en psiquiatría, tiene que haber necesariamente un sufrimiento o una alteración del rendimiento (a causa de un grupo de síntomas o manifestaciones reconocibles). En cualquier caso, no te recomiendo comenzar por un tratamiento farmacológico. Piensa que si se recurriese por ejemplo a un estabilizante del estado de ánimo además de los efectos secundarios, también podría afectar al estado en que te encuentras feliz (entiendo que sin ocasionarte mayores problemas); y en caso de recurrir a los antidepresivos, por supuesto que podría acentuarse el polo contrario de un estado de ánimo más elevado ; y si solo se tratase de desviaciones algo más acusadas hacia uno de los polos, el polo depresivo, siempre se podría recurrir a los antidepresivos, pero tampoco te lo recomendaría, teniendo en cuenta la levedad de la sintomatología (de la que ni tú te habías percatado), y la supuesta cronicidad de la misma, los posibles efectos secundarios, etc.

Bien es cierto que no parece habitual el cambio tan brusco como dices en el estado de ánimo. Y aunque dices que sin motivo, la mente sí que puede tener un motivo que origine un cambio en las emociones. Existen personalidades en las que es frecuente una inestabilidad emocional, como en la personalidad límite, la cual también se acompaña de impulsividad, etc. y no parece ser tu caso. En general cualquier problema de personalidad importante puede responder con síntomas de depresión, ansiedad, etc. ante un acontecimiento exterior como puede ser sin duda un pensamiento que se cruce por la cabeza.

La cosa debe de ser bastante leve si tú ni siquiera habías reparado en ello. Normalmente ya las personas necesitan espacios de mayor recogimiento, etc.

Preguntas por cómo lidiar con esto: lo primero que te recomiendo es aceptarlo, como se acepta cualquier característica personal, y para ello necesariamente tienes que verle un sentido, ponerle una dirección, hacia hacer el bien en tu vida (esto también mejorará tu salud en general, además de otros beneficios). No pienses en las molestias que les puedas ocasionar a tus amigos, sino que piensa en su bien de verdad, por supuesto que estando en gracia de Dios, cumpliendo con los Mandamientos de Dios y de la Iglesia.

Muchísimas gracias, agradezco demasiado este análisis tan completo que ha realizado. 

Después de estar buscando por todos lados algo que pudiera relacionarse me alegra haber podido encontrarlo. Creo que me pasa varios días a la semana, no sé decir con exactitud sí es todos los días porque a veces puedo estar así durante dos días, los dos siguientes no pasarme, al siguiente sí... No, no suele haber cambios extremos, ya que mi naturaleza de "normal" ya es bastante alegre (de pequeña podía llegar hasta a gritar de la emoción, pero quien no ha hecho esto alguna vez). No es exactamente tristeza, es un estado como de "en blanco". He sufrido periodos en los que sí he estado triste (de llorar sin freno, he llegado a tener que esconderme en los baños para no tener que mostrarme a la gente)  y he realizado impulsos que me gustaría haber evitado, pero sé que se deben al estrés al que estaba sometida, así que no contemplo ningún posible trastorno. Aunque esos sí me dificultan en muchísimas ocasiones, el sentimiento del que busco respuestas no me ha dado realmente ningún problema (nunca le di importa hasta ahora). 

No creo necesario el uso de fármacos, ya que realmente no creo que valga la pena ese riesgo, además de que podría crear nuevos problemas quizás más peligrosos. 

Es muy probable que tenga relación con lo que cuenta, ya que hay veces en las que ante la gente o mis propios amigos puedo no sentirme tan a gusto (son personas geniales, no me malinterprete, y me gusta su compañía, pero a veces me cuesta interactuar con ellos) y si que es cierto que, sí lo pienso bien, suelen aparecer con más frecuencia al interaccionar con alguien. Y no quito el pensar algunas de mis historias (que si no va a salir bien algo, que sí he dicho algo mal,...) 

Tendré su consejo presente, aceptaré pues que es parte de mi. No puedo evitar pensar en el bienestar de la gente a la que siento aprecio, creo que se merecen lo mejor y no me gustaría que con lo que pudieran tener que soportar ellos en sus vidas cotidianas encima vaya y les moleste.

De nuevo, muchísimas gracias, de verdad. Siento que sea una respuesta tan larga y espero que se pueda entender a pesar de mi malísima forma de explicarme. ¡Que pase buen día!

Efectivamente no refieres tristeza, aunque recalcas lo de volver a encontrarte feliz en los otros momentos; y refieres el no querer hacer nada (efectivamente esto no es algo muy específico, pudiendo tratarse de falta de interés, de ganas etc.). El estado de ánimo depresivo no es un síntoma imprescindible para la depresión, que por supuesto no es tu caso. Te diré que dentro de una de las modalidades de la depresión mayor, la depresión mayor con síntomas melancólicos, que sería como uno de los subtipos más ligado a factores orgánicos, es típico que no aparezca la tristeza tal como ocurre en cualquier experiencia cotidiana ante un acontecimiento doloroso, sino que se trata de una cualidad diferente. Pero dado que lo recalcas, y como también hablas de quedarte en blanco, te diré que también había pensado en la posibilidad de que pudiera tratarse de síntomas disociativos, que son somatizaciones (expresión mediante el cuerpo de un conflicto a nivel psicológico, o de factores psicológicos), con ciertos síntomas mentales o psicológicos (un ejemplo entendible sería como cuando un estímulo sobrepasa la capacidad de la persona para afrontarlo y esta se queda en un estado como de shock o embotamiento), dato que te dejo aquí para tu consideración, no queriendo esto decir que me parezca muy probable. Las recomendaciones serían iguales a las que te dije. El afrontar de la mejor manera la vida y los acontecimientos te ayudan a evitar conflictos y a madurar de la mejor forma la personalidad.

Dices que piensas en el bienestar de la gente; yo te diría que pensases en su bien de verdad, lo cual no es lo mismo como objetivo; y esto sin duda que te obliga a sobreponerte a los intereses vanos y desordenados propios o ajenos, por supuesto que con la gracia de Dios. La rectitud de intención también te evita el estrés; entre otras cosas, al hacer tu parte bien encaminada y no estar tan pendiente de unos resultados concretos.

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Tendrías que consultar con un especialista la posibilidad de que padezcas un transtorno maníaco- depresivo, más conocido como transtorno bipolar y que cursa con cambios bruscos de humor.

Mil gracias por el consejo, de verdad. Lo cierto es que a parte del corte que me da hablar con gente y más aún sobre mis emociones, tengo la sensación de que no es algo tan grave como suena un trastorno bipolar y tiendo a quitarle importancia (y que podría hacer el ridículo y que realmente no tenga importancia, y seguramente hay pacientes más importantes que igual necesitan una visita más urgentemente).

Te entiendo, pero quien debe valorarlo es un especialista. Y también seria conveniente que fueses acompañada de alguien cercano que haya podido observar estos cambios.

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