Eché a mi hijo de casa hace 3 años por su agresividad desmedida conmigo por su adicción a la marihuana ahora vuelve, ¿Qué hacer?
En anterior post comentaba los tremendos problemas de convivencia con mi hijo de 20 años a raíz de mi denuncia a su padre por maltrato y su adicción a la marihuana como anestésico a su dolor por todo este proceso.
Su padre alcohólico le echan del domicilio que ambos han compartido estos últimos 3 años. Nuestra relación en los 3 últimos años pasó de ser nula a vernos esporádicamente y como cada vez que intentaba un acercamiento mi hijo volvía a su agresividad contra mi, opté por cortar la comunicación totalmente por 3 meses. En ese tiempo mi hijo debió reflexionar y me pidió perdón por sus insultos y maltrato anteriores. Hemos ido reconstruyendo poco a poco la relación con mucho amor y firmeza por mi parte, marcándole limites y parece que esa lección la tiene aprendida. Ahora a mi ex le echan por acumular deuda e impagos y ayer presenció mi hijo como a su padre el dueño le amenazaba y casi le pegaba para que abandone esa casa. Mi hijo está sufriendo por su padre y creo que no ve que este destino se lo está labrando al eludir todo tipo de responsabilidades, miente al chico y este por el amor que tiene por su padre le cree. Mañana le tengo de vuelta a mi casa, me ha costado mucho conseguir un equilibrio mental después de años de lucha por salvar lo insalvable con mi ex y por dar un padre a mi hijo. No tenemos ningún trato mi ex y yo, pero mi ahora mi hijo me necesita, obviamente le tengo que acoger sino estará en la calle pues su padre no puede mantenerle, pero me da miedo que su consumo de cannabis le lleve a quitarme el dinero y entrar de nuevo en batallas que tengo grabadas en el alma, pues su maltrato hacia mi persona era intolerable. Es un chico con autotestima por el suelo, siempre sobreprotegido por su padre, no sabe buscar su camino y fuma 2 porros al día según me comenta. No se si es mucho o poco y los efectos que esto produce a largo plazo, solo sé que sus monos son imposibles y le cambia el carácter totalmente. Tengo sentimientos encontrados, quiero recuperar a mi hijo y sé que conmigo tiene opciones de encontrar un camino y siempre le respaldaré y apoyaré, pero no puedo permitir que lo que pasó hace unos años vuelva a suceder. ¿Cómo debo proceder? Firmeza y amor a veces no son suficientes.
4 Respuestas
Si has probado todo y no funciona, trata de hablarle de jesus, dile que si en realidad quiere salir de ese vicio cristo puede sanarlo se que quizás lo. Veas locura pero de verdad funciona. Igual llévalo a una terapia familiar conjunta contigo y con el padre y trata de mantenerte con el más tiempo. Al parecer tu hijo está tratando de llamar la atención y chantajear ya que quiere de alguna manera verte con su padre otra vez.
Lamentablemente, la única solución, es que el muchacho decida tratarse para dejar la adición, si no, n sera solución ni para el, ni para vos, y es logia tu preocupación, por lo que hará si no deja ese mal habito, no parece haber otra solución, tu misma lo dices, firmeza y amor, pero la firmeza es que el decida ayudarse a si mismo, y contaría con vos, pero el tiene que dar el paso, el amor es entre dos, no de una sola parte. Suerte.
Mi recomendación es que él se haga consciente de que tiene esa enfermedad y busque asesoría para superarla porque mientras eso no suceda no hay ninguna posibilidad de que su carácter sea dócil y respetuoso contigo. Tengo una prima con ese problema y le recomendé "con el dolor de madre debes cerrarle la puerta hasta que no entre en un programa de rehabilitación si verdad lo quieres recuperar para el mundo y la sociedad"... me contaba las noches que pasó en vela llorando por verlo harapiento y oliendo mal debajo de un puente o cuando supo que tenía gusanos en una herida que se hizo por andar descalzo o cuando llegaba a su puerta llorando diciendo "mamá, déjeme entrar que tengo frio. Actualmente está recuperado de se adicción pero tiene tratamiento psicológico por desordenes cerebrales a causa del consumo.
El mayor problema de tu hijo pienso que es la falta de objetivos u horizontes.
A veces la vida te pone trabas y no todos las superan, entonces se cae en un círculo vicioso.